El presidente legítimo de Honduras, Manuel Zelaya, expresó este lunes en rueda de prensa desde Managua, que "al gobierno de facto le quedan horas", por lo que llamó al pueblo a mantenerse en lucha pacífica en las calles de ese país, como medida de protesta ante el golpe de Estado del pasado 28 de junio.
"Faltan horas para que el gobierno tenga que retirarse y restituir al legítimo presidente del país", aseguró Zelaya, quien conversó con medios internacionales antes de partir a Estados Unidos, donde este martes será recibido por la canciller de la nación, Hillary Clinton.
Añadió que el gobierno de facto está imponiendo un estado de sitio.
"Ayer (domingo) asesinaron con disparos a jóvenes que estaban manifestando pacíficamente. En Honduras no puede perpetuarse ni el sistema de golpes ni el regreso de los militares a los golpes de Estado", enfatizó.
"El crimen que cometieron ayer (domingo) tienen que pagarlo", apuntó Zelaya.
Con respecto a las elecciones generales pautadas para el 29 de noviembre en su país, Zelaya reiteró que "todo lo que este gobierno haga para este proceso se convierte en nulo. Los candidatos deben estar muy preocupados porque están aislados, el mundo no los acompaña" en estos comicios.
"Yo sólo propuse una cuarta urna. Nunca he hablado de reelección porque esta figura no existe en Honduras. Les pido que respeten la voz de la gente que es la voz que nos puede salvar".
Más temprano, en otra comparecencia ante la prensa, Zelaya manifestó que no revelará la fecha en la que regresará a su país a fin "de evitar el boicot de los golpistas", luego de que el pasado domingo el mandatario intentó regresar a su país y las autoridades de facto impidieron que su nave aterrizara.
Desde la capital de Nicaragua (Managua) el mandatario puntualizó que regresará "en algún momento a Honduras" pero no informará la fecha en que lo hará".
"Ayer (domingo) hice los intentos, lógicamente mi error fue avisarles, porque me pusieron retenes, al Ejército, francotiradores y empezaron a asesinar gente. Ahora no voy a avisar", indicó y agregó que regresará como "presidente electo y en funciones de los hondureños".
Explicó que en Honduras la Constitución establece que ningún hondureño puede ser expatriado, y menos si es el Presidente de la República.
"Voy a empezar a entrar a Honduras y hacer lo que siempre he hecho: manifestaciones públicas, democráticas, abiertas y amplias", sostuvo.
Asimismo, indicó que mientras regresa a su país estará en "muchos lugares en forma permanente, hasta que reintegremos y garanticemos el retorno del régimen electo por la voluntad del pueblo".
Por otra parte, el mandatario hondureño confirmó que viajará esta noche a la capital de Estados Unidos (Washington) para reunirse con la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton.
El presidente explicó que en esas reuniones hablarán del cumplimiento de las resoluciones de las Naciones Unidas y de la Organización de Estados Americanos (OEA) "sobre lo que mandan los preceptos de la Carta Democrática para el Sistema Interamericano, que tiene que ver con el respeto a los regímenes surgidos de la voluntad popular".
También analizarán las sanciones que regímenes que no han sido electos democráticamente deben recibir de parte de la comunidad internacional con el objetivo de que estos sucesos no se vuelvan a repetir.
"La interrupción por la fuerza de un gobierno electo por la voluntad del pueblo es una violación a todos los principios de los derechos democráticos de los pueblos", afirmó.
Agregó que el esfuerzo que hace el pueblo hondureño, que lo apoya, no "va a ser en vano y aquellos que han cometido crímenes pagarán su condena".
"Que el pueblo sepa que todo está en función de pelear por una lucha histórica de la Humanidad, que es rescatar siempre sus derechos humanos, sus derechos sociales y políticos", aseveró.
Manuel Zelaya reafirmó que está en contra de la violencia y no acepta la injerencia de las armas, en ese sentido dijo que "la violencia no se justifica ni para luchar por causas justas".
Insistió en que cree en las acciones pacíficas de los pueblos entre ellas la desobediencia civil, las huelgas, las concentraciones y las marchas que son derechos consagrados en la Constitución hondureña.
Zelaya llegó la noche del pasado domingo a Managua procedente de El Salvador, luego de que se impidiera aterrizar el avión que lo trasladó al aeropuerto Internacional de Toncontín en Tegucigalpa. El mandatario viajaba acompañado de una comisión, encabezada por el presidente de la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Miguel D'Escoto.
El presidente hondureño fue detenido y expulsado del país por los militares que el pasado 28 de junio lo secuestraron en su vivienda y activaron un golpe de Estado. Ese mismo día el Congreso hondureño lo destituyó y nombró en su lugar al hasta entonces titular del Legislativo, Roberto Micheletti.
Fuente: www.telesurtv.net
"Faltan horas para que el gobierno tenga que retirarse y restituir al legítimo presidente del país", aseguró Zelaya, quien conversó con medios internacionales antes de partir a Estados Unidos, donde este martes será recibido por la canciller de la nación, Hillary Clinton.
Añadió que el gobierno de facto está imponiendo un estado de sitio.
"Ayer (domingo) asesinaron con disparos a jóvenes que estaban manifestando pacíficamente. En Honduras no puede perpetuarse ni el sistema de golpes ni el regreso de los militares a los golpes de Estado", enfatizó.
"El crimen que cometieron ayer (domingo) tienen que pagarlo", apuntó Zelaya.
Con respecto a las elecciones generales pautadas para el 29 de noviembre en su país, Zelaya reiteró que "todo lo que este gobierno haga para este proceso se convierte en nulo. Los candidatos deben estar muy preocupados porque están aislados, el mundo no los acompaña" en estos comicios.
"Yo sólo propuse una cuarta urna. Nunca he hablado de reelección porque esta figura no existe en Honduras. Les pido que respeten la voz de la gente que es la voz que nos puede salvar".
Más temprano, en otra comparecencia ante la prensa, Zelaya manifestó que no revelará la fecha en la que regresará a su país a fin "de evitar el boicot de los golpistas", luego de que el pasado domingo el mandatario intentó regresar a su país y las autoridades de facto impidieron que su nave aterrizara.
Desde la capital de Nicaragua (Managua) el mandatario puntualizó que regresará "en algún momento a Honduras" pero no informará la fecha en que lo hará".
"Ayer (domingo) hice los intentos, lógicamente mi error fue avisarles, porque me pusieron retenes, al Ejército, francotiradores y empezaron a asesinar gente. Ahora no voy a avisar", indicó y agregó que regresará como "presidente electo y en funciones de los hondureños".
Explicó que en Honduras la Constitución establece que ningún hondureño puede ser expatriado, y menos si es el Presidente de la República.
"Voy a empezar a entrar a Honduras y hacer lo que siempre he hecho: manifestaciones públicas, democráticas, abiertas y amplias", sostuvo.
Asimismo, indicó que mientras regresa a su país estará en "muchos lugares en forma permanente, hasta que reintegremos y garanticemos el retorno del régimen electo por la voluntad del pueblo".
Por otra parte, el mandatario hondureño confirmó que viajará esta noche a la capital de Estados Unidos (Washington) para reunirse con la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton.
El presidente explicó que en esas reuniones hablarán del cumplimiento de las resoluciones de las Naciones Unidas y de la Organización de Estados Americanos (OEA) "sobre lo que mandan los preceptos de la Carta Democrática para el Sistema Interamericano, que tiene que ver con el respeto a los regímenes surgidos de la voluntad popular".
También analizarán las sanciones que regímenes que no han sido electos democráticamente deben recibir de parte de la comunidad internacional con el objetivo de que estos sucesos no se vuelvan a repetir.
"La interrupción por la fuerza de un gobierno electo por la voluntad del pueblo es una violación a todos los principios de los derechos democráticos de los pueblos", afirmó.
Agregó que el esfuerzo que hace el pueblo hondureño, que lo apoya, no "va a ser en vano y aquellos que han cometido crímenes pagarán su condena".
"Que el pueblo sepa que todo está en función de pelear por una lucha histórica de la Humanidad, que es rescatar siempre sus derechos humanos, sus derechos sociales y políticos", aseveró.
Manuel Zelaya reafirmó que está en contra de la violencia y no acepta la injerencia de las armas, en ese sentido dijo que "la violencia no se justifica ni para luchar por causas justas".
Insistió en que cree en las acciones pacíficas de los pueblos entre ellas la desobediencia civil, las huelgas, las concentraciones y las marchas que son derechos consagrados en la Constitución hondureña.
Zelaya llegó la noche del pasado domingo a Managua procedente de El Salvador, luego de que se impidiera aterrizar el avión que lo trasladó al aeropuerto Internacional de Toncontín en Tegucigalpa. El mandatario viajaba acompañado de una comisión, encabezada por el presidente de la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Miguel D'Escoto.
El presidente hondureño fue detenido y expulsado del país por los militares que el pasado 28 de junio lo secuestraron en su vivienda y activaron un golpe de Estado. Ese mismo día el Congreso hondureño lo destituyó y nombró en su lugar al hasta entonces titular del Legislativo, Roberto Micheletti.
Fuente: www.telesurtv.net
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