Por Miguel Ángel Albizures - Guatemala, 7 de julio de 2009
“Mel” Zelaya no es de izquierda. Es neoliberal.
De plano, en América Latina tiene que nacer una nueva generación que no haya mamado de los pechos de las oligarquías ni de las fuerzas armadas de las décadas de los sesenta, setenta y ochenta para crecer libre de prejuicios, de mañas, de componendas, de obstinación por el poder y el dinero. Antes, los ministros de la Defensa se turnaban en el poder y servían a sus amos, luego se dieron cuenta que la tajada que les quedaba era muy pequeña y empezaron a convertirse en socios.
Manuel Zelaya, nadie puede decir que es de izquierda, es un neoliberal que osó hacer algunos cambios en la situación económico social de Honduras: Aumentó el salario este año en un sesenta por ciento para el área rural y eso es imperdonable, pues los empresarios habían solicitado “que se congelaran los salarios en el 2009 mientras pasa la crisis”, cualquier parecido con Guatemala es una pura coincidencia. Pero Zelaya fue un abusivo, les respondió: “Usted puede contratar una persona, pero no le puede decir que coma sólo dos tiempos, no puede ser así”, la amenaza no se hizo esperar, “si hay aumento realizaremos despidos masivos”, pero nuevamente se le fue la mano y les dijo “No se debe permitir que se contrate gente a un costo menor del acceso a los alimentos”, pues el precio de la canasta básica estaba subiendo aceleradamente y el poder adquisitivo por los suelos. Por esas fechas, finales del 2008, el Presidente de la Cámara de Comercio e Industria advirtió: “Con esta medida gubernamental el país caerá en una crisis social muy difícil de superar”.
Zelaya no es de izquierda, no está contra la oligarquía, pero ha sido sensible a los problemas sociales que permanecen, pues cambiar la situación de miseria que se vive en Honduras como en otros países del continente, requiere de cambios profundos que los liberales no los van realizar, ni las oligarquías y sus pares los van a permitir. Sin embargo, después vino la adhesión de Honduras al Alba y los convenios con Petrocaribe que afecta a grandes transnacionales. No sería raro que a partir de estos hechos, el golpe “legal” con las bayonetas por delante, se empezara a fraguar, pues las reformas para la reelección, son simplemente la excusa ya que la conformación de una constituyente sería posterior a las elecciones. ¿Quienes son los que están en contra de los gobiernos de Bolivia, Ecuador, Chile, Argentina, Paraguay y por supuesto Venezuela? Todos los sabemos y por eso la importancia de oponerse a las formas “legales” de hundir la bayoneta en el corazón de los pueblos, de los más pobres.
Fuente: www.elperiodico.com.gt
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