viernes, 3 de septiembre de 2010

¿Unidad en torno a qué?

PADRE MELO

Ante la llegada de los compatriotas que regresaron en ataúdes procedentes de México, se dejaron oír voces haciendo un llamado a la unidad en estos momentos de consternación. Estamos plenamente de acuerdo sobre la necesidad de la unidad en el país, y estamos de acuerdo en la necesidad de convertir los destrozos de nuestros compatriotas en una oportunidad para establecer puentes, para movernos en la búsqueda de lazos que vinculen y no profundizar las divisiones y confrontaciones.

Sin embargo, ¿de qué unidad estamos hablando? ¿De la unidad en torno a un modelo productor de esas migraciones que nos van dejando tan desgarradoras experiencias como la masacre de Tamaulipas?; ¿De qué unidad estamos hablando? ¿De la unidad en torno a ese modelo productor de desempleo y de abandono del campo?; ¿De qué unidad estamos hablando?, ¿De la unidad en torno a una democracia sostenida por el partido Liberal y el partido Nacional, cuyos principales dirigentes utilizan la política como estricto argumento para controlar el Estado para su bien particular por encima de cualquier bien común?

¿De qué unidad estamos hablando? ¿De la unidad que echa flores a las remesas, pero que desprecia y criminaliza a los compatriotas cuando regresan deportados? La unidad de la que hemos de hablar es la que nos comprometa a fondo con la erradicación de las causas que nos ha convertido en el país centroamericano con mayor expulsión de mano de obra barata hacia los Estados Unidos. Esa unidad sí vale la pena asumir.

Hace apenas unos años, el gobierno de los Estados Unidos levantó un enorme muro para impedir el cruce de nuestros compatriotas por sus fronteras. En esos tiempos, el actual presidente de la República era presidente del Congreso Nacional y luego presidente de su Partido y candidato a la Presidencia. Él bien sabía que ese muro no impediría que cruzaran nuestros compatriotas, sino que haría más dura su travesía y sus vidas quedaban más expuestas a la muerte. Y no dijo nada en su defensa. ¿Qué valor tiene su consternación? ¿Él es quien llamará a esta unidad en torno a atacar a fondo las raíces de este fenómeno migratorio que nos está desangrando?

El fenómeno migratorio es un factor decisivo del desangre del país. El sector más creativo y más dinámico del país se está yendo diariamente del país para aportar al desarrollo de otras naciones, mientras aquí la policía y la justicia los discrimina por desempleados y los criminaliza por ser jóvenes. Y aquí seguimos bajo el convencimiento de que el país debe seguir como si no pasara nada, conducido por el actual sistema de partidos y bajo las decisiones de una reducida camarilla de políticos, profesionales y empresarios. Y desde esa voluntad política de no permitir ningún cambio al modelo, sus voceros llaman a la unidad, mientras aparecen en los medios con el rostro compungido ante los cadáveres que retornan de México.

La unidad de Honduras es fundamental para salvarnos del actual desangre nacional. Pero una unidad en torno a un nuevo pacto social, con plena participación de todos los sectores de la sociedad, para que así abordemos el fenómeno de la migración desde sus causas, y no sólo desde la falsa consternación que provoca lástima, pero no compromisos permanentes y transformadores.

Fuente: tiempo.hn

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