miércoles, 28 de julio de 2010

Creí que la universidad me mandaba a eliminar

Dina Meza
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Aníbal Cáceres

Un presagio pasó por su mente aquel viernes cuando marcaba su salida de la universidad, pensé que ese era mi último día y que me tocaba el turno de morir por defender los derechos de los trabajadores, relató Aníbal Cáceres, un obrero del Sindicato de Trabajadores de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras.

Su relato se refiere a una captura ilegal de que fue víctima por cuatro agentes de la Dirección Nacional de Investigación Criminal, DNIC, el 23 de julio pasado, se le apostaron a sus espaldas y sin dar explicaciones le torcieron las manos hacia atrás colocándole unas chachas para inmovilizarlo, luego lo llevaron hasta un vehículo verde, doble cabina y sin placas.

“Pensé que me estaban secuestrando y que había orden de la universidad de matarme por la forma cómo lo hicieron sin identificarse y apuntándome, me dije será que me llegó el día”, dijo mientras recordaba los momentos de tensión que vivió ese día.

Aníbal es un sindicalista muy comprometido, sus accionar traspasa los portones de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, UNAH, donde es miembro del Sindicato de Trabajadores de la UNAH, SITRAUNAH, él está muy activo en el Frente Nacional de Resistencia, “la rectora lo tiene en la mira desde que lo vio”, dijo una de sus colegas del sindicato cuando esperaba su libración en las afueras de la Policía Metropolitana Uno.
Sus captores le dijeron que eran policías hasta que lo subieron al carro desconocido, pero se guardaron la parte más importante, informarle a Aníbal el motivo de su detención, él lo supo hasta que un fiscal le abrió un expediente donde se señalaba que estaba acusado de coacción por la UNAH.

Aunque la captura se produjo el viernes 23 de julio a las tres y media de la tarde, su salida de prisión se dio hasta el sábado 24 después de las cinco de la tarde, o sea a la par de violentarle el debido proceso permaneció más de 24 horas detenido, violentando con ello sus derechos tal como lo señala la Ley.

La aboga Tula Hernández, apoderada legal del SITRAUNAH señaló que al sindicalista se le violentaron sus derechos ya que fue detenido por agentes de la DNIC sin una orden de captura.

“Se le dejó libre bajo ciertas anomalías entre ellas que los fiscales se negaron a leer todo el auto de libertad que es un derecho que el imputado tiene para saber cuáles son razones que tienen los fiscales para no llevarlo a los tribunales, con eso queda demostrado que las autoridades universitarias no tenían argumentos para denunciarlo y promover su captura”, dijo al programa radial del COFADEH “Voces contra el Olvido”, la noche del sábado 24 de julio.

Estas anormalidades son toda una cadena de violación de derechos que se inicia por los laborales los que están siendo judicializados, contraviniendo los convenios internacionales que protegen los mismos.

Bertha Oliva, Coordinadora General del COFADEH señaló que se está ante un orden de cosas que pretende inmovilizar, el cual pasa por la criminalización a la protesta social, lo cual debe advertirse al mundo por la situación grave que está viviendo el país.

“Para nosotros la detención de Aníbal fue algo ilegal, fue una detención arbitraria, ese es Abuso de Autoridad que emana por quienes han dado la orden de que lo detengan, estos actos en nada abonan para el país, evidencia que no hay gobernabilidad y se impone la fuerza”, denunció la defensora de los derechos humanos.

No podemos vivir con gente torturada en postas policiales o exiliados y decir que las cosas se están normalizando, hay acciones de persecución claramente identificadas contra defensores y defensoras, como es el caso de Kenia Oliva, procuradora del COFADEH, continuó.

El SITRAUNAH tiene que enfrentar cada día una nueva acción de represión por parte de la rectora Julieta Castellanos, quien ha llegado al extremo de violentar la dignidad de los y las trabajadoras, “me mandaron un mensajito por el celular donde decía que fuera al banco para retirar mi salario, pero cuando llegué allí la cajera me dijo: si le acreditaron pero cero, cero de lempiras”, dijo Sonia una empleada que hace varios menos no recibo su salario y que la burla la llevó a una cama del Hospital Escuela donde permanece interna porque la acción le provocó un derrame cerebral.

Fuente: Defensoresenlinea.com

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