Las células terroristas fundadas por el anticastrista Luis Posada Carriles en Centroamérica están activas desde 2009, reveló hoy la prensa salvadoreña, que cita informes de inteligencia locales y cubanos.
“Las células están activas y nunca dejaron de estarlo”, dijeron dos agentes cubanos que hablaron con el rotativo La Prensa Gráfica bajo la condición del anonimato.
Indicaron que la actividad de estos grupos, encargados de perpetrar varios atentados dinamiteros en Cuba en 1987, siguió la “lógica de calma estratégica: los reclutas pasaron a una especie de retiro temporal hasta que hubiese un nuevo llamado de los jefes, los financistas”.
Las células creadas por Posada Carriles se incubaron “bajo el amparo de diferentes administraciones gubernamentales en Honduras, Guatemala y El Salvador”, agregó el informe, y añadió que en ese entonces el precio por entrar a Cuba y colocar explosivos era de 20.000 dólares y que a los salvadoreños les ofrecían 1.500 dólares.
La versión señaló que este aparato tiene “una fórmula similar” a la de Al Qaeda, al usar “células clandestinas formadas por pocas personas, independientes las unas de las otras, que pueden estar dormidas durante años y se activan cuando una nueva misión las requiere”.
Según la investigación, el 30 de mayo de 2009, en la víspera de la toma de posesión del presidente Mauricio Funes, se celebró una reunión en San Salvador, en la que participaron dos cubanoestadounidenses que entregaban dinero a las células que funcionaban en Guatemala, y el salvadoreño Francisco Chávez Abarca, detenido el pasado 1 de julio en Venezuela y llevado a Cuba.
La Prensa Gráfica detalló que los informes de la inteligencia salvadoreña advierten que el hecho de que en esa reunión estuvieran Chávez Abarca y “viejos socios” de Posada Carrilles parece darle la razón a los agentes cubanos, identificados como Fraile y Pericle.
Los informes señalan, asimismo, que la intención del grupo de Chávez Abarca “era hacerse con un misil SAM7 que se supone se encuentra en el país”, y que, según las fuentes, fue hallado en manos de un presunto narcotraficante radicado en Miami, al que el matutino identifica como George Nayor.
El canciller venezolano, Nicolás Maduro, ha señalado que Chávez Abarca forma parte del grupo de “terroristas” que el Servicio Central de Información (CIA) de EE.UU. “preparó y financió” para actuar principalmente en Centroamérica bajo el mando de Posada Carriles.
El anticastrista, de 82 años y ex agente de la CIA, está acusado por Venezuela y Cuba de ser el responsable, entre otros delitos, de hacer estallar en pleno vuelo un DC-8 de Cubana de Aviación el 6 de octubre de 1976, acción en la que murieron sus 73 ocupantes, y de atentados contra instalaciones turísticas de la isla.
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