martes, 18 de mayo de 2010

Guatemala; ¡Bienvenido, señor golpista!

"El mundo al revés premia al revés: recompensa la falta de escrúpulos y alimenta el canibalismo." Eduardo Galeano ¿Cómo se le da la bienvenida a un golpista? Los señores empresarios que pertenecen a la Fundación para el Desarrollo de Guatemala (Fundesa), dan cátedra del asunto. En plena sintonía con su particular visión sobre la construcción de la democracia, habían preparado la charla "El despertar de Honduras a través de un liderazgo unificado", que sería dictada ni más ni menos que por Roberto Micheletti, máximo representante del golpe de Estado que los militares, la mayoría de los partidos políticos y los empresarios del vecino país dieron en contra del presidente constitucional y democráticamente electo, Manuel Zelaya.

No es que los empresarios guatemaltecos desconozcan los hechos ocurridos en Honduras a partir de junio de 2009 cuando a punta de pistola Zelaya fue arrojado hacia Costa Rica. No ignoran tampoco que en mancuerna con los partidos políticos más recalcitrantes, Roberto Micheletti leyó una carta falsa ante el pleno del Congreso hondureño en donde supuestamente el presidente recién expulsado presentaba su renuncia al cargo. Los empresarios de Fundesa saben muy bien de los muertos que dejó el golpe, de los medios de comunicación clausurados porque denunciaron la violencia y la represión, de la renuencia de Micheletti por conformar un gobierno de unidad que permitiera el retorno de Zelaya a Honduras y de la ilegitimidad del proceso electoral en donde Porfirio Lobo resultó electo presidente.

La postura del empresariado guatemalteco respecto al golpe de Estado en Honduras fue clara desde el inicio. Recordemos que en agosto de 2009 una veintena de empresarios agremiados en el CACIF fueron en romería a Tegucigalpa a rendir homenaje a Micheletti. "Nos ha dado el ejemplo que la libertad es primero, la democracia, y las instituciones", dijo uno de los integrantes de la Cámara del Agro en la peculiar reunión, en donde además, estaban los representantes del sector empresarial hondureño. Además, pese a que entonces el gobierno guatemalteco tenía una postura más decente respecto al golpe de Estado, estos representantes del dinero prometieron participar como observadores en el proceso electoral. Cumplieron su palabra, fueron los primeros en exigir al presidente Álvaro Colom que reconociera los resultados.

Desde entonces, pusieron en marcha sus "tanques de pensamiento". Sus intelectuales orgánicos que tienen espacios de opinión en los medios de comunicación y los centros de investigación y análisis integrados por egresados de la Universidad Francisco Marroquín emprendieron el esfuerzo por modificar los términos para referirse al suceso. Así, el golpe de Estado terminó siendo un "ejemplo de democracia"; Roberto Micheletti dejó de ser "golpista" para convertirse en el "presidente interino" y su gobierno no fue de "facto" sino "provisional".

Una vez más los empresarios demuestran que no le apuestan a la democracia y, a pesar del discurso de progreso que siempre tienen en la punta de la lengua, hacen de todo para frenar el desarrollo del país: se niegan a una Reforma Fiscal integral, a la democratización de la tenencia de la tierra y a una justa distribución de la riqueza, al esclarecimiento de las violaciones a los derechos humanos durante el conflicto armado interno y a la participación ciudadana. Como siempre, lo que les importa es la ganancia.

Lamentable también que el presidente Álvaro Colom les haga eco. Por un lado exige las disculpas de quienes lo señalaron de asesino y quisieron verlo fuera del gobierno hace un año, y por el otro, se ha convertido en el principal portavoz de la causa de Porfirio Lobo por la integración de Honduras en los organismos internacionales.

¿Cómo se legitima un golpe de Estado? En Guatemala dan cátedra.

Fuente: lahora.com.gt





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