...Es, por desgracia, *el mismo que puede hacer que el gobierno de Nicaragua también la reconozca* porque no es otro que *Daniel Ortega, presidente del Frente Sandinista para la Liberación Nacional (FSLN)* y a su vez *presidente del gobierno nicaragüense*.
Durante el año pasado, tres meses antes de que se celebrasen las elecciones organizadas por la dictadura que por entonces dirigía Roberto Micheletti, Daniel Ortega dijo sobre ellas que, “*son elecciones espurias, sobre las que ya ha dejado claro la comunidad internacional que no se van a reconocer esos resultados*”. Es más, unos días antes dijo que “los golpistas aseguran que se van a llevar a cabo elecciones, pero estamos claros que con este proceso, de orden político lo que se quiere es legitimar el golpe” y representando a los países del ALBA sostuvo que ninguno de sus integrantes reconocerían los resultados de las elecciones. Pues bien, hace unos días Daniel Ortega abrazó a esos resultados y los legitimó estampando su firma en unos acuerdos en los que se hacía referencia a Porfirio “Pepe” Lobo Sosa como presidente de Honduras.
Daniel Ortega está muy interesado en que Honduras vuelva al Sistema de la Integración Centroamericana (SICA), coincidiendo con la Unión Europea, que espera que sus negociaciones con el SICA vuelvan a su cauce después del paripé que los países centroamericanos hicieron al desconocer la dictadura para reconocerla cuando ésta se lavó la cara con unas fraudulentas elecciones.
El país centroamericano que más ha tardado en reconocer la dictadura ha sido Nicaragua, alentada por la Unión Europea que espera firmar unos *Tratados de Libre Comercio que tan bien le sientan a las empresas privadas y a los gobiernos que ponen la mano*, pero tan mal a los pueblos que sufren en sus carnes el pago de la deuda que se forma al tener que devolver lo prestado con intereses y por la privatización de los servicios que cubren sus necesidades básicas.
Esta receta neoliberal que representan los Tratados de Libre Comercio son los que recomienda el Fondo Monetario Internacional y son los mismos que mantienen en la miseria a los ciudadanos y ciudadanas de Latinoamérica. De hecho, la pobreza sólo baja en los países de la región que han rechazado estos tratados.
Puede *que sea este TLC el motivo por el cual el Gobierno de Nicaragua haya reconocido la dictadura hondureña*, ya que sus argumentos a favor de la integración centroamericana no se sostienen. Y no lo hacen porque él mismo rechazaba reconocer al régimen hondureño por los crímenes realizados contra su pueblo y por la forma tan violenta e ilegal de instalarse en el poder.
¿Acaso querrá Ortega una integración con regímenes totalitarios que practican el terrorismo de estado como política gubernamental? ¿Apuesta Daniel Ortega por una integración en base a unos preceptos capitalistas? *Estar rodeado de países con sistemas capitalistas no era antes un problema en el anterior gobierno sandinista, ahora que los procesos revolucionarios lideran Latinoamérica*, ¿es cuando Ortega se acobarda y traga?
Es, cuanto más, sospechoso que el líder sandinista haya hecho tanto hincapié en queHonduras vuelva a integrar el SICA cuando la Unión Europea está ansiosa por lo mismo para firmar acuerdos de libre comercio.
Días después de recibir junto a su esposa y con honores al golpista Lobo, Ortega perdió la vergüenza y faltó al respeto de muchos compañeros y compañeras sosteniendo durante una reunión de partidos de izquierda centroamericanos que sólo se reunió con Lobo para “abordar el tema del Golfo de Fonseca, sacamos unos acuerdos, ya que ahí hemos tenido una situación que se nos venía tensionando militarmente (…) era importante buscar una forma de desactivar ese conflicto, porque, después de Honduras, ¿qué queda? Bueno, venir sobre Nicaragua, aquí en Centroamérica eso es lo que queda”. No obstante, cuando sacó unos acuerdos que según él mismo atañen a Nicaragua y Honduras, tuvo que reconocer forzosamente a Pepe Lobo como el representante de Honduras, su presidente. No pueden solucionar unos problemas de ese calibre con quien no ostenta democráticamente el poder ejecutivo, aunque esté al frente del gobierno de un país.
Pero Daniel Ortega insiste y firma una declaración donde define a Honduras como un “régimen de facto” y apoya al Frente Nacional de Resistencia Popular. Mientras, firma con ese “régimen de facto” acuerdos con su país.
Al hacer esto, *Daniel Ortega ha violado las declaraciones del ALBA, en las que se especifica claramente que ninguno de sus países miembros reconocerá a Pepe Lobo como presidente de Honduras*.
Fuente: tercerainformacion.es
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