Amig@s de Los Necios:
Miguel Facussé es ladrón, asesino, narcotraficante, depredador del medio ambiente y golpista. El pueblo también lo sabe y desde el golpe de estado militar llama a las cosas por su nombre, el ascenso de la lucha de clases es, por tanto, inevitable. El máximo exponente de la moral de la oligarquía hondureña, ejemplo a seguir de las diez familias más adineradas de Honduras que controlan el 90% de la economía del país, encuentran en él la esperanza del mal que triunfa, del mal que prevalece, del que mal que no fracasa. Se equivocan.
Hace casi 40 años no superaba el nivel de un empresario promedio pero con su destreza de empresario nacional no tardó en descubrir las formulas sagradas de acumulación originaria de capitales de la oligarquía nacional: el robo al Estado, la sobreexplotación de los trabajadores y su vinculación directa al narcotráfico. Hoy es el hombre más rico del país, aunque tambalea en su soledad y su soberbia.
Diez mil empleados, camiones de distribución y carteles prefabricados en apoyo a su persona, marchan una mañana de la semana pasada por las calles de Tegucigalpa, su lema es “trabajo” pero en realidad defienden al Capital. Haciendo gala de su desesperación Facussé obliga a todos los trabajadores de sus empresas a viajar a la capital para hacer una demostración de… ¿fuerza? Empleados comentan de las amenazas de despido y sanciones en caso de faltar al compromiso con el patrono. Otros, engañados, asistieron a la cita y al marchar por una causa ajena reafirmaron su sentimiento de Resistencia.
Los crímenes del máximo exponente del sistema capitalista en Honduras se convierten en una síntesis de las necesidades del cambio; el progreso y el desarrollo social es necesariamente la negación de su figura, de su existencia.
Facussé hace un llamado a la oligarquía y pide apoyo a Llorens. Necesita derrotar nuevamente la propia ley burguesa y se prepara para el asesinato, el crimen y la barbarie. No obstante las cosas han cambiado en Honduras en los últimos tiempos, el Frente Nacional de Resistencia Popular está con los campesinos.
A su vez, el Bajo Aguán prepara la defensa de la vida, de las tierras que por trabajo le corresponden, preparan la defensa de los Derechos Humanos fundamentales, el derecho a la alimentación, a la supervivencia. Facussé prepara su chequera para que toda injusticia sea legalizada, prepara al ejército nacional para que toda intervención militar pueda justificarse en la prensa golpista nacional y extranjera, prepara la opinión pública para actuar en contra de miles de campesinos que comenten el crimen de tener dignidad.
La tensión se aumenta y los pronósticos se tiñen de rojo. La confrontación violenta por la justicia social continuará en la zona del atlántico hondureño en la medida que el golpismo no ceda en su egoísmo monumental. El pueblo ya no se detiene, la Nueva Sociedad es parte de su esperanza diaria, los sacrificios no son parte de sus consideraciones.
¡Venceremos!
¡Necedad!
OPLN
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