Traducido del inglés para Rebelión por Andrés Prado |
El tour de Hillary Clinton por Latinoamérica está resultando tan exitoso como la visita de George W. Bush en 2005, cuando terminó marchándose de Argentina un día antes de lo planeado simplemente para largarse cuanto antes del país. La principal diferencia reside en que a ella no la reciben con protestas y disturbios. Puede estar agradecida por ello a la imagen que su jefe, el Presidente Obama, ha conseguido mantener en la región, a pesar de su continuismo en las políticas de su predecesor.
Pero ella ha resultado ser más torpe diplomáticamente que Bush, quien al menos reconoció que había serios problemas y supo qué no tenía que decir. “La crisis hondureña ha sido conducida hacia una exitosa conclusión.”, dijo Clinton en Buenos Aires, añadiendo que “se consiguió sin violencia”.
Esto es como echar sal en la herida de sus anfitriones pues ellos ven el derrocamiento del Presidente Mel Zelaya el pasado junio, y el subsiguiente esfuerzo por parte de los Estados Unidos por legitimar la dictadura allí impuesta, no solamente como un fracaso sino como una amenaza a la democracia en toda la región.
Lo que ha dicho también es indignante dados los asesinatos políticos, palizas, arrestos masivos y torturas que el gobierno golpista usó para mantener el poder y reprimir al movimiento pro democracia. Lo peor de todo es que se siguen cometiendo esos crímenes.
Hoy (5 de Marzo N.d.T) nueve miembros del Congreso de los EE.UU. –incluyendo a algunos demócratas en posiciones de liderazgo en el Congreso– han escrito a la Secretaria Clinton y a la Casa Blanca acerca de esta violencia. Sus palabras son las siguientes:
“Desde la toma de posesión del Presidente Lobo han sido atacados varios de los principales oponentes al golpe. El 3 de febrero Vanessa Zepeda, enfermera y organizadora sindical que ya había recibido anteriormente amenazas de muerte ligadas a su activismo dentro del movimiento de resistencia, fue estrangulada y su cuerpo fue arrojado desde un vehículo en Tegucigalpa. El 15 de febrero Julio Funes Benítez , miembro del sindicato SITRASANAA y miembro activo del Movimiento Nacional de Resistencia, fue disparado fuera de su casa, lo que le causó la muerte, por pistoleros desconocidos montados en una motocicleta. Y más recientemente Claudia Brizuela, una activista de la oposición, fue asesinada en su casa el 24 de febrero. Desgraciadamente estos son sólo tres de los numerosos ataques contra activistas y contra sus familias…”
La Secretaria Clinton se reunirá el viernes con “Pepe” Lobo de Honduras, que fue elegido presidente después de una campaña marcada por los cierres de medios de comunicación y la represión policial de la disidencia. La Organización de Estados Americanos y la Unión Europea rechazaron enviar observadores a las elecciones.
Los miembros del Congreso también pidieron a Clinton que, en su reunión con Lobo, “mande un fuerte y claro mensaje de que los derechos humanos en Honduras serán un componente crítico para próximas decisiones relativas a la normalización de relaciones, así como a la reanudación de la ayuda financiera.”
Ésta es la tercera carta que Clinton recibe del Congreso sobre los derechos humanos en Honduras. El 7 de agosto y el 25 de septiembre, miembros del propio partido demócrata de Hillary Clinton en el Congreso la escribieron para protestar acerca de los abusos sobre los derechos humanos que se estaban cometiendo en Honduras y la imposibilidad de celebrar elecciones libres bajo esas condiciones. No obtuvieron ni siquiera una respuesta automática hasta el 28 de enero, más de cuatro meses después de que se enviara la segunda carta. Éste es un nivel poco común de falta de respeto hacia los representantes electos de tu propio partido político.
Parece que lo único que les preocupaba a estos “Guerreros Fríos” era quitarse de en medio a un presidente socialdemócrata de un país pequeño y pobre.
Clinton continuó en Brasil su estrategia a lo Guerra Fría lanzando algunos insultos gratuitos contra Venezuela. Que es como asistir a una fiesta y decirle al anfitrión lo poco que te gustan sus amigos. Después de las denuncias rituales sobre Venezuela, Clinton dijo: “Desearíamos que Venezuela mirase más al sur de su territorio, a Brasil y a Chile y a otros modelos de países con éxito.”
El Ministro de Asuntos Exteriores de Brasil, Celso Amorim, respondió con diplomacia pero no hubo ambigüedad alguna en la repulsa a los insultos de ésta. Dijo que estaba de acuerdo en “una cosa” que Clinton dijo, “que Venezuela debería mirar más hacia el Sur más… y por ello hemos invitado a Venezuela a que se una a MERCOSUR como miembro de pleno derecho.” Los aliados de la derecha que tiene la señora Clinton en el parlamento de Paraguay –remanentes de la dictadura de ese país y de 60 años de gobierno de un único partido– están actualmente haciendo que se detenga la inclusión de Venezuela en este bloque de comercio sudamericano. Esto no es lo que ella quería escuchar de Brasil.
Los brasileños también rechazaron los esfuerzos bastante poco diplomáticos de Clinton para presionarlos con la intención de que se unieran a la llamada de Washington para imponer nuevas sanciones sobre Irán. “No es prudente poner a Irán contra la pared”, dijo el Presidente brasileño Lula da Silva. “Lo prudente es entablar negociaciones.”
“Simplemente no nos inclinaremos ante un consenso que va desarrollándose si no estamos de acuerdo” dijo Amorim en una rueda de prensa con Clinton.
La Secretaria Clinton hizo una concesión a Argentina pidiendo al Reino Unido que se siente a discutir con el gobierno argentino su disputa sobre las Islas Malvinas. Pero parece improbable que Washington haga algo para conseguir que esto ocurra.
Por ahora, el próximo examen crucial será Honduras: ¿continuará Clinton con los esfuerzos de Washington por blanquear la represión del gobierno hondureño? ¿O escuchará al resto del hemisferio, así como a los miembros de su propio partido demócrata en el Congreso, e insistirá en algunas concesiones en lo relativo a los derechos humanos, incluyendo la vuelta de Mel Zelaya a su país (como los brasileños también destacaron)? Esta historia puede que no consiga interesar mucho a los medios de los EE.UU. pero Latinoamérica estará atenta.
Mark Weisbrot es codirector del Centro para el Estudio de la Economía y la Política en Washington DC. Obtuvo su PhD en económicas en la Universidad de Michigan. Ha escrito numerosos ensayos sobre políticas económicas (Latinoamérica e internacional) y es coautor con Dean Baker de “Social Security: The Phony Crisis” (University of Chicago Press, 2000) y presidente de Just Foreign Policy.
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