Palmerolo
Paisano borrico:
Ayer fue día de FERIADO en España, un país que ha dejado en su mayoría de población de ser católico y los curas ya sólo son una antigua imagen del franquismo, ayer, se dio feriado, por ser día de la Concepción ¡Qué paradoja! Pero en ese descansito un amigo argentino me invitó a pasar la tarde en su casa y pudimos ver algunos documentales de Honduras ¡Interesante! Me sirvió para ver cómo es vista, cuando alcanza a ser visible, Honduras.
Honduras es invisible, y sólo un asomo de sospecha de país cuando sucede un fenómeno natural, golpe de estado, quizá a lo mejor, cuando lo visita un Jeque de la Droga o de la Guerra, o de la Moda, que casi es lo mismo. En el 98, yo recuerdo, llegué de Europa a Honduras, un día antes del huracán Mitch. En mi estadía de un mes me fue difícil explicar a varios europeos donde quedaba Honduras, y que no era un país africano (Aunque ahora lo dudo, no por una cuestión de geografía precisamente). Pero el Huracán la hizo visible días después en los medios electrónicos del mundo. Luego volvió a la invisibilidad, hasta diez años después con el fenómeno mich-eletti, una especie de bomba H golpista, que no ha destruido infraestructura, pero que ha matado personas, violado, desaparecido, golpeado, torturado, secuestrado y encarcelado, en una cadena interminable, de un crimen que nace con la mentira y que continúa haciendo nudos de sistematización de ese golpe, a manera de una cadena cuyas repercusiones finales aún nos son desconocidas. Pudieran a lo mejor aliarse un día al fenómeno del recalentamiento global, o de la crisis de los mercados y paralizarnos a todos en minutos como a los habitantes de Pompeya, o de Hiroshima. Ayer, día de La Concepción, viendo un documental que fue trasmitido por un canal de televisión aquí en España. Hecho por un reportero vasco, harto reconocido porque estuvo en la guerra de Irak donde se hizo famoso, caí en la cuenta, como un país invisible, cuando aparentemente se hace visible, los medios de masas se encargan de presentarlo, no como una realidad, sino como un espejismo. Una visión enfermiza de disfuncionalidad mental. Un espejismo que no es visible, porque no es un fenómeno físico del desierto, sino un síntoma de inanición del que se ha atrevido a aventurarse a un riesgo de muerte. Es casi una antesala de la muerte misma de no suceder un milagro. En mi estadía de un poco más de un mes en Costa Rica, mientras editaba el libro: Poesía de Contragolpe, me fue duro comprobar que en un 98% de la gente con la que hablé, tenían la opinión del periódico la Nación: que el Golpe en Honduras era contra Chávez, y que no era Golpe, que “Zelaya había querido quedarse en el poder” Y que quienes lo defendían era gente pagada con petrodólares de Venezuela. La palabra Resistencia, no está en ese catálogo periodístico, sino sólo la palabra “zelayismo” a manera de pequeño grupo de enervados seguidores y provocadores contra el orden normal de vida.
Tampoco la palabra secuestro y destierro de un Presidente conocen de esa tinta. Y aquí en España, la opinión no es nada diferente. Y ayer con ese documental me expliqué, por qué. El reportero vasco, en mención, hace un recorrido minucioso por Honduras y presenta dos caras de la moneda, pero la lente, por cierto, denota cierta medida de moneda, que ajusta la narrativa de las imágenes a una suerte de borrosidad de conjunto con el argumento verbal, que se reduce a exponer, que el golpe, es un tema de la confrontación de dos oligarcas de derechas, uno refugiado en La Embajada del Brasil, y el otro, en el Bunker llamado “casa presidencial”. Las imágenes narran una refriega de calle casi folklórica, entre cientos de policías y equivalente número de protestantes fáciles de dispersar, como en una jugarreta de chicos de calle contra tiranuelos de garrotes sin usar. Los policías, especie de monitos del régimen de una banana país hechos para reprimir al mando de oficiales muy profesionales, disciplinados, pero temerosos de ser asesinados y agredidos por las resorteras (hondas para lanzar piedras) que han sido decomisadas a los manifestantes (especie de palestino de otra Intifada sin nombre en el corazón de América, convertido en portaviones norteamericano, que le ha dado por tener Constitución propia) Y los manifestantes, son puestos como huelguistas, grupos inconscientes, casi vagabundos, que hacen negocio cantando canciones montunas y vendiendo camisetas y CD como parte del Folk de un negocio de calle, y que no saben ni por qué son chavistas, y no se sabe en realidad si mueren por causa de los gases de las bombas que les son lanzadas. Que hoy luchan sin armas, pero que mañana podrían usarlas. Nunca aparece la causa ni la realidad del golpe. Sólo escenarios de un argumento difuso en el que los personajes centrales de las entrevistas, son: JR Martínez, Jorge Yescas, Micheletti, Romeo, Pepe Lobo, y dos o tres del lado de la Resistencia que nunca exponen ni un concepto claro, apenas trabalenguas en el que ilustran que sí, que Chávez y el Che, anda por allí, entre la refriega. Y cosa curiosa, el único precandidato entrevistado es Pepe, que, dice: Aquí no hay golpe, y la única oposición que existe, es contra Zelaya. El dictador y el jefe de la fuerzas armadas parecen dos “buenitos simpáticos” de una cadena de mando contra un Zelaya que nunca logra verse en claro, pero que no hay duda, es el malo al que no hay que referirse, sino sólo dicho en boca de los que le hacen oposición. En todo se destaca el espíritu demonizado de Chávez. Y uno se pregunta, no ¿cómo es que esto sucede así en los medios, o por qué?, si no ¿Cuánto, cuánta? ¿Cuánta plata cambia de bolsillo? ¿Cuánta plata se invertirá en el futuro para aplastar la verdad con la mentira? ¿Cuánta gente deberá morir y cuánto los pueblos deberán de reducirse a polvo antes de que el recalentamiento global nos absorba a todos junto con las trampas de un sistema de mentiras? Palmerolo, no es el problema la invisibilidad, el problema es la imbecilidad en que nos quieren reducir en el mundo. Es que los medios tienen dueños, y no son precisamente los pobres de la tierra. Y es que la inteligencia tiene cadenas, muy efectivas, en las que la mayoría, sólo sumamos como encadenados, mentales, emocionales y físicamente en apariencia, libres. En todo, si te digo, me preocupa el gran silencio de los intelectuales de renombre en el mundo, y me pregunto ¿Será que son también víctimas de los espejismos? O acaso de los espejitos de Colón, que fue a cambiar por oro, cuando sus viajes por la Indias Occidentales? No sé si tus rebuznos y mi voz un día sean escuchadas, quizá la falta de fama y de poder nos sepulte a ambos en las arenas de este suerte de desierto del mundo neoliberal de TLC, drogas, consumismo, tráfico de armas y ajustes de una economía global en crisis. Pero no podemos callar, yo, deseo que me pongas al tanto, cuando encuentres la bota con la que me prometiste dialogar, ante la falta de una constitución, hoy que se ha roto la que la el departamento de estado gringo dispuso en los ochenta para Honduras, y que mis cartas te lleguen y te den ánimo y argumento para que dialoguemos.
Tu amigo Poeta.
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