El pueblo de Trinidad hizo gala de ingenio, creatividad y, sobre todo, mucho esfuerzo durante la “Feria Paseo Real de las Chimeneas Gigantes”, evento para el que construyeron y quemaron ocho estructuras dedicadas al presidente depuesto Manuel Zelaya y al Frente Nacional de Resistencia Popular.
En un tramo de unos cuatrocientos metros levantaron las chimeneas “ajedrez político”, creada por Noel Pineda; “patio trasero”, de Denis Caballero; “el caníbal”, de Ramón Alejandro Rivera; “rey golpista”, de Cristian Fajardo; “absoluta corrupción”, de Allan Zelaya y Delmer López; “máquina golpista”, de Armando Pascua y Carlos Amílcar; “el cardenal”, de Yorbin Fernández y “evolución”, de José Luis López.
El punto culminante de la celebración se vivió a eso de las 8:30 de la noche del sábado, cuando el presidente depuesto Manuel Zelaya, vía teléfono, se dirigió al pueblo de Trinidad para agradecerle su apoyo y dio la orden para que iniciara la quema de las figuras, en medio de aplausos y del griterío general. Incluso, algunas señoras lloraron.
DELMER LOPEZ
El promotor del evento cultural, desde hace nueve años, Delmer López, explicó que desde el año pasado habían planificado que la “Feria Paseo Real de las Chimeneas Gigantes” de 2009 estaría dedicada a Zelaya. Sin embargo, tras el golpe de Estado debieron hacer ajustes y construyeron las figuras en base a la realidad política de los últimos meses.
Para levantar cada estructura se organizan grupos de jóvenes voluntarios trinitecos, quienes planifican el evento y en asambleas deciden las chimeneas que realizarán.
Luego, obtienen el financiamiento de organizaciones no gubernamentales, el gobierno municipal de Trinidad, pequeñas empresas y de actividades que los mismos voluntarios realizan. El costo de las chimeneas este año fue de 800 lempiras la más barata (absoluta corrupción) y de aproximadamente 14 mil lempiras la más costosa (el rey golpista), explicó López, quien es el director del grupo de teatro La Siembra.
EXPLICACIONES
Una de las que más llamó la atención fue “patio trasero”, montada sobre una base con la forma de América del Norte, Centro y Sudamérica. Desde el sur emergía amenazador el puño del pueblo mientras metros más arriba el “Tío Sam” trataba de imponerse. Al final un “militar” le metió fuego al puño, pero en respuesta el “pueblo” incendió al gringo.
Seguidamente levantaron una figura que recreaba al presidente interino Roberto Micheletti. Su creador, Ramón Rivera, explicó que lo hizo con una sola oreja, la derecha, porque nunca pudo escuchar al pueblo, con la oreja izquierda.
El “rey golpista” era un enorme gorila, de unos siete metros de alto. “Absoluta corrupción” tenía la forma de una botella de vodka de la marca “Absolute”, pero en lugar de tener la etiqueta del producto ruso mostraba los rostros de algunos ex presidentes hondureños y de personajes mencionados en actos perniciosos contra el pueblo.
La “máquina golpista” era un tanque de guerra, hecho de cartón, alambre y pintura. Representaba a los poderes del Estado, a los partidos políticos y los medios de comunicación patrocinadores del golpe, en un franco contubernio contra el pueblo. En la parte de atrás de la “máquina” había un canal por donde debía salir la “suciedad” derivada de la mescolanza.
TRADICION
El historiador Eliseo Fajardo, quien es originario de Trinidad, explicó que la tradición nace con la celebración de la virgen de la Inmaculada Concepción, quien junto a cientos de judíos debió huir del tirano Herodes, que se disponía a hacer una matanza de niños. Estas personas encendían fogatas para ahuyentar las fieras, el frío y las plagas. En nuestros pueblos de América se acostumbra a recrear la historia haciendo fogatas en las afueras de las casas, donde se toma café, se consumen alimentos y se conversa.
Delmer López, del grupo teatral La Siembra, llevó la costumbre más allá y desde hace nueve años hacen figuras que representan a personas o personajes populares, las cuales son quemadas. Sin embargo, para Fajardo la propuesta debería ir más allá. Primero porque para darle una vida no tan fugaz a las figuras deberían de presentarlas en ferias rodantes en diversos pueblos y ciudades. Luego, crear réplicas pequeñas que podrían ser conservadas en un museo y así su memoria se preservaría.
Fecha: 08/12/2009
Fuente: tiempo.hn - Honduras Laboral
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