Unos 20 militares ingresaron a la vivienda de Emerson Martínez, el 28 de noviembre, en la colonia El Sitio de la capital, un día antes de las espurias elecciones y procedieron a encañonar a su esposa que tiene siete meses de embarazo, a sus suegros y a dos niños de siete y ocho años , que se encontraban en la casa, todos fueron colocados en la sala, mientras los uniformados procedían a registrar todo y a apropiarse de dinero, tarjeta de banco, papeles de un celular, entre otras cosas de propiedad del afectado.
Emerson es un joven líder del Frente Nacional de Resistencia que coordinó el comité de Seguridad y Disciplina y se sumó a las acciones que esta organización lleva a cabo desde el 28 de junio en que militares sacaron por la fuerza del país después de allanar su vivienda, al presidente constitucional Manuel Zelaya Rosales, como parte de las acciones del golpe de Estado en su contra.
Martínez señaló que aunque logró salir con vida, aún su casa es vigilada por dos agentes de la DNIC que permanecen en motocicletas sin placas y el miedo a encontrarse esta vez con la muerte, hace que ni siquiera salga a comprar a la pulpería porque pueden matarlo haciendo pasar su asesinato como una acción de la delincuencia común o involucrarlo con tráfico de drogas para justificar la acción.
La acción del 28 de noviembre fue en conjunto con policías de la DNIC que usaron unos cinco vehículos para la operación, tres carros tipo turismo, un Toyota doble cabina, sin placas y una patrulla de ese cuerpo de investigación a la cual le taparon el número y no tenía placas.
Relató que al subirlo a la patrulla le pusieron una capucha con gas pimienta que le provocó ardor en su piel al grado de que pensaba que la misma se le desprendería de su cara.
Me trasladaron a la DNIC de Villa Adela, donde me hicieron vejámenes de todo tipo, me sacaron una uña con un palo de concreto, me pegaron en lo dedos y en el costado mientras me preguntaban por jóvenes líderes de la resistencia sobre los que mostraban sus fotos, y sobre la colocación de artefactos explosivos en diferentes partes de la capital, denunció a l vez que señaló que sus torturadores fueron cinco agentes de esa entidad policial.
“Nunca se quitaron sus capuchas hasta que dejaron de golpearme, el que me sacó la uña no se quitó esa capucha y en el cuarto de tortura estaba un muchacho a quien yo conozco y que también es líder de la resistencia, sus familiares me dijeron que a él le fue peor que a mí, las torturas que le aplicaron fueron más terribles”, señaló.
Para Emerson esa fue una de las peores experiencias que ha pasado en su vida, el temor que corre su vida tiene en zozobra a su familia quien también ha sido amenazada por estos agentes de policía, “ yo me estoy bajo amenazas, me están persiguiendo en motos y carros sin placas, no sé con qué intenciones porque desde el momento en que me dejan libres es porque no debo nada, no sé con qué intenciones tienen vigilancia permanente en mi vivienda donde llegan dos agentes de la DNI en motos sin placas, nunca he tenido ningún problema con la justicia ni he estado en alguna pandilla para que a mí me suceda esto.”
A la par de la represión contra él y su familia, deben enfrentar los traumas que ha dejado esta situación en especial en los dos niños pequeños, “ellos no pueden ver un militar porque le tienen miedo, han quedado orinándose en la cama, a raíz del terror , no pueden dormir en la noche porque si escuchan un ruido sienten mucho miedo, mi familia está muy afectada porque estamos viendo cómo están desapareciendo a las personas.”
La valoración que Emerson hace de esta situación es que el gobierno de facto a través de los cuerpos de seguridad pretende bajarle la moral a la resistencia.
El día 28 cuando el golpe de Estado me integré a las acciones contra el golpe, aunque al principio me caía mal el presidente Zelaya porque yo iba con Pepe cuando él le ganó las elecciones, pero a raíz de las reformas que fue haciendo me fueron convenciendo y estaba dispuesto a ir a votar a la cuarta urna.
Pero las pocas informaciones que circularon sobre el golpe de Estado le generaron gran indignación y dolor porque ama a su país y se sintió identificado con la resistencia.
De allí la necesidad según él de la Asamblea Nacional Constituyente, la cual es la puerta de entrada de varios cambios que necesita Honduras, entre ellos la eliminación de las Fuerzas Armadas, por innecesarias y por constituir un gasto innecesario para la patria; una policía civil pero formada con derechos y principios humanos, no una policía que torture a las personas.
Para Emerson son los jóvenes los que deben integrar la Asamblea Nacional Constituyente porque son líderes de los barrios y colonias a los que mata y desaparece la policía. “La Asamblea Nacional Constituyente va por la sangre de los mártires como Isis Obed, Wendy, Pedro Magdiel, todos son jóvenes y su sangre no puede quedar impune”.
La DNIC fue creada por la presión de la sociedad hondureña y en especial de las organizaciones de derechos humanos para que se desmantelara la Dirección Nacional de Investigaciones a cargo de torturadores que fueron los encargados de torturar a centenares de personas que pasaron por esa dependencia estatal, muchos no lograron salir con vida y forman parte de los más de 184 desaparecidos en el país.
Pero en la DNIC poco a poco se fueron colando los torturadores y los violadores de los derechos humanos que se capacitaron en la Escuela de las Américas en diferentes formas de torturas, las cuales aplican a los y las detenidas. Hoy no existe mucha diferencia entre los temidos agentes de investigación de los 80 y los de ahora.
Se necesita una urgente reestructuración y depuración de esta policía que no está cumpliendo con los objetivos para los cuales fue creada sino que simplemente es una extensión de la represiva DNI, violentando con ello el derecho a la integridad de las personas que llegan en calidad de detenidas.
Fuente: Defensores en línea
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