Red Morazánica de Información
Tegucigalpa, 11 Octubre 2010. La Coordinadora General del Comité de Familiares Detenidos Desaparecidos (Cofadeh), afirmó que el régimen de Porfirio Lobo que se instaló en Honduras, “es factor de desestabilización y apoyarlo es suicida”, en el discurso que pronunció en nombre de la Plataforma de Derechos Humanos, durante la ceremonia del premio internacional Letelier-Moffitt.
Oliva manifestó, la “alegría de la Plataforma de Derechos Humanos” por formar parte de la lista de honor del Premio Letelier-Moffitt; y reconoció la responsabilidad que, al mismo tiempo, adquieren “en los momentos más críticos que vivimos en Honduras”.
Pidió un minuto de aplausos sonoros para los mártires caídos en el país a consecuencia del golpe de Estado “para romper ese silencio del pasado y del presente, en homenaje a la libertad y a la vida”.
Exaltó que, “Este también es un acto inspirado y motivado en las víctimas de violaciones graves a los derechos humanos en Honduras, caídas en el silencio sepulcral de la impunidad más abyecta de toda la historia nacional”.
La representante de La Plataforma, expuso que la nación hondureña vive un contexto crítico generalizado, debido a “la crisis política que instaló un régimen ilegal e ilegítimo en medio del Golpe y lo convirtió en golpismo; la económica, que expande la pobreza estructural y profundiza la miseria de la gente; la social, que rompe tejidos y confianzas en medio de la violencia”.
En ese ámbito, las mujeres y las juventudes, urbana y la rural, en su diversidad, de manera “selectiva y sistemática”, sufren “crímenes de odio, violencia de género e intolerancia, en formas nunca antes vistas”.
Los periodistas “mueren por reportar las operaciones de bandas de narcotraficantes, acciones de las fuerzas golpistas militares y paramilitares, o las operaciones de inversionistas violentos”, agregó.
Reprochó las “limitaciones, amenazas, persecuciones y ataques en diversas formas” que todas las defensorías de derechos humanos en Honduras sufren, “por cumplir nuestros deberes”.
Aseguró que “en Honduras la institucionalidad rota por la impunidad, la corrupción y la violencia nos amenaza la libertad y la vida a todas y a todos”.
El golpismo “impone la fuerza policial y militar”, para ejercer represión que “causa víctimas todos los días”, denunció también, la oradora por la Plataforma.
Las detenciones arbitrarias, las persecuciones selectivas y las ejecuciones sumarias a integrantes de la Resistencia Nacional, “no son comparables” a ningún período anterior, contrastó.
Bertha Oliva prevé que el estado hondureño se encamina hacia “rupturas mayores, sin confianza, ni credibilidad en el sistema político y electoral, entre la incertidumbre y la desesperación”; y “las elites no logran anticipar aun, la seria amenaza de la desigualdad que construyen”.
Recriminó que la apuesta de reconciliación con diálogo,” por encima de los cadáveres, sin importarles la sangre derramada”, apoyada por actores externos lleva a que el país avance hacia momento críticos.
Y consideró que “No puede haber estabilidad real”, sin que sea removida la estructura golpista que se instaló en del Estado, y “los responsables de las atrocidades”, sea sancionados.
Oliva puntualizó que, “La verdad y la justicia son condiciones innegociables para la estabilización política de Honduras”; y que acumular la mentira y la impunidad, como ocurrió con la guerra sucia de los años ochentas, “es aumentar el peso de la lápida que caerá sobre nuestras conciencias”.
La vocera de la Plataforma, dijo finalizar su discurso “con la determinación de las juventudes que construyen correlación de fuerzas hacia una Asamblea Nacional Constituyente inevitable que genere un nuevo contrato social, una nueva Constitución refundacional del país más rico de la región”.
El galardón Letelier-Moffitt fue otorgado a la Plataforma de derechos humanos en Honduras, por el Instituto de Estudios Políticos de Washington (Institute for Policy Studies, IPS), en la Trigésima Cuarta (34) Edición Anual de Derechos Humanos, realizada la noche del miércoles 13 de octubre en el National Press Club, en Washington.
Tegucigalpa, 11 Octubre 2010. La Coordinadora General del Comité de Familiares Detenidos Desaparecidos (Cofadeh), afirmó que el régimen de Porfirio Lobo que se instaló en Honduras, “es factor de desestabilización y apoyarlo es suicida”, en el discurso que pronunció en nombre de la Plataforma de Derechos Humanos, durante la ceremonia del premio internacional Letelier-Moffitt.
Oliva manifestó, la “alegría de la Plataforma de Derechos Humanos” por formar parte de la lista de honor del Premio Letelier-Moffitt; y reconoció la responsabilidad que, al mismo tiempo, adquieren “en los momentos más críticos que vivimos en Honduras”.
Pidió un minuto de aplausos sonoros para los mártires caídos en el país a consecuencia del golpe de Estado “para romper ese silencio del pasado y del presente, en homenaje a la libertad y a la vida”.
Exaltó que, “Este también es un acto inspirado y motivado en las víctimas de violaciones graves a los derechos humanos en Honduras, caídas en el silencio sepulcral de la impunidad más abyecta de toda la historia nacional”.
La representante de La Plataforma, expuso que la nación hondureña vive un contexto crítico generalizado, debido a “la crisis política que instaló un régimen ilegal e ilegítimo en medio del Golpe y lo convirtió en golpismo; la económica, que expande la pobreza estructural y profundiza la miseria de la gente; la social, que rompe tejidos y confianzas en medio de la violencia”.
En ese ámbito, las mujeres y las juventudes, urbana y la rural, en su diversidad, de manera “selectiva y sistemática”, sufren “crímenes de odio, violencia de género e intolerancia, en formas nunca antes vistas”.
Los periodistas “mueren por reportar las operaciones de bandas de narcotraficantes, acciones de las fuerzas golpistas militares y paramilitares, o las operaciones de inversionistas violentos”, agregó.
Reprochó las “limitaciones, amenazas, persecuciones y ataques en diversas formas” que todas las defensorías de derechos humanos en Honduras sufren, “por cumplir nuestros deberes”.
Aseguró que “en Honduras la institucionalidad rota por la impunidad, la corrupción y la violencia nos amenaza la libertad y la vida a todas y a todos”.
El golpismo “impone la fuerza policial y militar”, para ejercer represión que “causa víctimas todos los días”, denunció también, la oradora por la Plataforma.
Las detenciones arbitrarias, las persecuciones selectivas y las ejecuciones sumarias a integrantes de la Resistencia Nacional, “no son comparables” a ningún período anterior, contrastó.
Bertha Oliva prevé que el estado hondureño se encamina hacia “rupturas mayores, sin confianza, ni credibilidad en el sistema político y electoral, entre la incertidumbre y la desesperación”; y “las elites no logran anticipar aun, la seria amenaza de la desigualdad que construyen”.
Recriminó que la apuesta de reconciliación con diálogo,” por encima de los cadáveres, sin importarles la sangre derramada”, apoyada por actores externos lleva a que el país avance hacia momento críticos.
Y consideró que “No puede haber estabilidad real”, sin que sea removida la estructura golpista que se instaló en del Estado, y “los responsables de las atrocidades”, sea sancionados.
Oliva puntualizó que, “La verdad y la justicia son condiciones innegociables para la estabilización política de Honduras”; y que acumular la mentira y la impunidad, como ocurrió con la guerra sucia de los años ochentas, “es aumentar el peso de la lápida que caerá sobre nuestras conciencias”.
La vocera de la Plataforma, dijo finalizar su discurso “con la determinación de las juventudes que construyen correlación de fuerzas hacia una Asamblea Nacional Constituyente inevitable que genere un nuevo contrato social, una nueva Constitución refundacional del país más rico de la región”.
El galardón Letelier-Moffitt fue otorgado a la Plataforma de derechos humanos en Honduras, por el Instituto de Estudios Políticos de Washington (Institute for Policy Studies, IPS), en la Trigésima Cuarta (34) Edición Anual de Derechos Humanos, realizada la noche del miércoles 13 de octubre en el National Press Club, en Washington.
EL premio Letelier-Moffitt se dio alas organizaciones de los derechos humanos por su lucha para defender los derechos básicos y la justicia después de lo sucedido el 28 de junio de 2009.El primer paso para la reconciliación es el diálogo. Lo que se busca es un verdadero cambio, escuchar las opiniones de diferentes sectores del país para que juntos se pueda organizar una estrategia para salir adelante como país.
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