martes, 8 de junio de 2010

Zelaya advierte que OEA no puede negar tragedia que vive Honduras

 Insulza había considerado la inclusión de Honduras en  la OEA. (Foto: Efe)
Insulza había considerado la inclusión de Honduras en la OEA. (Foto: Efe)

El ex mandatario hondureño informó que no aceptaría el reingreso de este país centroamericano si antes no cesaban las violaciones de los derechos humanos y las persecuciones que han tenido que padecer los activistas que le apoyaron durante y después del golpe de Estado y a los funcionarios que trabajaron bajo su mandato.



El ex presidente de Honduras, Manuel Zelaya, aseguró este lunes que la Organización de Estados Americanos (OEA) no puede negar la tragedia que vive actualmente este país centroamericano, por lo que solicitó al secretario general, José Miguel Insulza, que sea consecuente con el ejemplo que dio al condenar el golpe de Estado del 28 de junio de 2009.

En una misiva enviada a Insulza a través de su vocero, Rasel Tomé, Zelaya respondió al secretario de la OEA quien abogó este domingo por el regreso de Honduras al organismo, suspendido tras la ruptura del orden constitucional por el golpe de Estado de junio de 2009.

"Todos estamos de acuerdo acerca de la conveniencia de un pronto retorno de Honduras a la organización. La única diferencia está en que algunos consideran que ello debe ocurrir sin mayor demora y otros creen que es necesario exigir condiciones adicionales", sostuvo Insulza durante la apertura de la cuadragésima Asamblea General de la OEA, que se celebra en Lima (capital de Perú).

El ex presidente hondureño agregó que no se puede pedir olvido ante lo sucedido.

"No aceptamos que usted niegue la tragedia que hoy vivimos los hondureños. No puede pedirnos a las víctimas que lo que aquí pasó se olvide. Somos un pueblo exigiendo justicia", argumenta.

Zelaya denunció que en Honduras "no se ha restaurado la democracia", donde se han incumplido las resoluciones de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y de la OEA y los golpistas gozan de privilegios y de cargos públicos.

Zelaya recuerda que se continúan ignorando los informes de organizaciones que denuncian violaciones de derechos humanos y se encubre a los responsables del golpe de Estado, que constituyen "una amenaza para las democracias del continente".

Se continúan con "los asesinatos en serie a periodistas, obreros, maestros", recordó Zelaya, quien denuncia además despidos de jueces, la persecución judicial contra los ex funcionarios de su Gobierno y contra los miembros de la oposición y del Frente Nacional de Resistencia contra el golpe de Estado.

Criticó también que la comisión de la verdad, integrada por "golpistas reconocidos", pero no por afectados y víctimas, tiene prohibido investigar la violación a los derechos humanos que se cometen en este país centroamericano.

"Qué verdad puede ser esa, en la que se oculten los crímenes de lesa humanidad", se pregunta.

La carta critica que, en cambio, la amnistía impulsada por el presidente sucesor del régimen de facto, Porfirio Lobo, ha permitido la impunidad de los autores intelectuales del golpe de Estado.

Destacó que "el Gobierno de reconciliación no existe", ya que "se marginó a todas las fuerzas de verdadera oposición", por lo que subraya la necesidad de enjuiciar al fiscal y a los magistrados "por haber sido cómplices del golpe de Estado".

Sobre Zelaya pesa una orden de captura por varios delitos que le imputa el Ministerio Público, entre ellos el supuesto abuso de autoridad y traición a la patria.

En mayo último, Lobo había reiterado que "nadie va a meter preso a Zelaya si regresa al país, porque es hondureño y se le garantizará un trato justo, el de ex presidente de la República". Sin embargo, sostuvo que Zelaya sí tendría que presentarse a los tribunales, en cuanto pise suelo hondureño.

Manuel Zelaya ha afirmado que quiere regresar a su país, a pesar del peligro de ser detenido por la justicia ante los supuestos delitos que se le imputan, y acusó a Estados Unidos de limitarlo porque "protege la impunidad de los golpistas".

Desde el 21 de septiembre de 2009 hasta el 27 de enero pasado, el ex presidente Zelaya estuvo refugiado en la embajada de Brasil, donde permaneció con su esposa y otros cercanos colaboradores. Posteriormente, se trasladó a República Dominicana en compañía del mandatario de ese país caribeño, Leonel Fernández, quien le brindó alojamiento en calidad de huésped distinguido.

Fuente: teleSUR- Efe-Afp/ dag - MM





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