domingo, 2 de mayo de 2010

"La UE es un armazón institucional al servicio de las multinacionales"

Manoel Santos *

(Altermundo-Rebelion).- Activista en la médula de numerosas luchas de los movimientos sociales, nadie como Tom Kucharz para repasar punto por punto las consecuencias que tuvieron, tienen y pueden tener las políticas de la Unión Europea en los campos económico, social y ambiental. En resumen, no hay por donde cogerlas.

Kucharz es coordinador del área de agroecología y soberanía alimentaria de Ecologistas en Acción, así como investigador en temas de justicia ambiental y globalización. Participa de muchas campañas y redes de movimientos sociales, como “¿Quien debe la quien?”, “Nuestro mundo no está en venta”, la red birregional “Enlazando Alternativas” o “Seattle to Brussels”. Muchas de sus referencias bibliográficas y artículos se pueden consultar en: http://www.gloobal.net/iepala/gloobal/fichas/ficha.php?entidad=Personas&id=9231&opcion=trayectoria#ficha_gloobal

P. Más de cien organizaciones se están moviendo y articulando durante la presidencia española de la UE. ¿Cuáles son las principales denuncias?

R. Organizamos una campaña de contestación desde los movimientos y colectivos de diferente índole político-social, para contrarrestar las mentiras y la propaganda en los medios de comunicación, pero sobre todo para demostrar que las que generaron la crisis fueron las políticas neoliberales de la UE, apoyadas por partidos como el de José Luís Rodríguez Zapatero. Ellos son los responsables de la crisis y nosotros no la vamos a pagar. También estamos coordinados con otras redes del resto de Europa y de América Latina. La UE demostró ser un entramado institucional antidemocrático al servicio de las multinacionales y de las élites de los estados miembros. Sirva de ejemplo la orientación econonomicista y contraria a los derechos sociales básicos del Tratado de Lisboa, aprobado sin consultar a la ciudadanía. La UE no duda en privatizar los servicios públicos, en rebajar las condiciones laborales y en facilitar los despidos y la destrucción de empleo, como demuestra la doctrina de la "flexiseguridad". Igualmente, defiende con todo su aparato diplomático las estrategias comerciales abusivas de las empresas europeas en países del Sur, con los mal llamados "Acuerdos de Asociación", una forma de neocolonialismo y expolio, tanto de la naturaleza como de las poblaciones del Sur. También denunciamos la política migratoria, en cuyas fronteras mueren millares de personas cada año al intentar entrar a la UE "sin papeles". Con distintas directivas aprobadas se pretende hacer de la UE una fortaleza donde el dinero y los bienes puedan moverse libremente, mientras que a los migrantes les ponen barreras que violan los derechos humanos. Igualmente, el discurso ambientalista de la UE es poco más que papel mojado. La falta de voluntad política de la UE, uno de los mayores responsables en la emisión de gases de efecto invernadero, y su criminal actitud de evadir responsabilidades, coloca la lucha contra el cambio climático en un punto prioritario de los movimientos sociales. Además de los fracasos de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático en Bonn y Copenhague, sabemos que la UE, China y EEUU no tienen voluntad política para llegar a un acuerdo en la próxima Conferencia de las Partes (COP-16) en México a finales de año. Ya hablan de 2012. Este nuevo aplazamiento es inaceptable y escandaloso, sobre todo porque los paquetes multibillonarios de los gobiernos para rescatar bancos, las ayudas a la compra de automóviles o el incremento del gasto militar señalan que no es una cuestión de falta de recursos económicos.

P. ¿En que marco se convoca la Cumbre de los Pueblos "Enlazando Alternativas"?

R. Es la cuarta vez que organizamos una contracumbre paralela a la de jefes de Estado y de Gobierno de la UE y América Latina y El Caribe (ALC), que tiene lugar cada dos años. Esta vez queremos hacer énfasis en lo que supone la crisis económica y la responsabilidad de la UE. Se están viendo ajustes económicos estructurales en Grecia, un aumento del paro en toda la UE y la pobreza afecta a 84 millones de personas; hay un mundo rural con una fuerte crisis, donde cada minuto desaparece una explotación agraria; hay graves problemas ambientales… Tenemos también fuertes preocupaciones frente a la cumbre de mayo entre los jefes de Estado, porque está legitimando el golpe de estado en Honduras y los graves crímenes de lesa humanidad del Gobierno colombiano.

P. ¿Por que tiene especial importancia la Cumbre entre la UE, América Latina y el Caribe?

R. La firma de tratados de libre comercio (TLC) entre la UE y Perú y Colombia por una parte, así como con Centroamérica por la otra, son para el Gobierno español uno de los "objetivos prioritarios" para dicha Cumbre, que es el mayor acontecimiento durante la Presidencia española del Consejo de la UE. El Gobierno español propugna una política exterior basada exclusivamente en la "defensa del interés europeo". Los movimientos sociales y la sociedad civil organizada y antagonista tenemos la responsabilidad de dar una señal contundente contra estos TLC. No se pueden mantener relaciones comerciales con países que violan los derechos humanos. Además, los TLC crean condiciones de inversión que ayudan a perpetuar la violencia, como en el caso del desplazamiento masivo de la población de las tierras que luego se convierten en megaproyectos agroindustriales. En la política exterior de la UE, especialmente en los casos de Honduras y Colombia, priman los acuerdos comerciales por encima de los Derechos Humanos, vulnerándose el artículo 103 de la Carta de Naciones Unidas. Especialmente indignante es el caso de Colombia. El conjunto de organizaciones de Derechos Humanos, ONG y sindicatos europeos y colombianos pidieron en reiteradas ocasiones a instituciones de la UE que no apoyen el TLC con Colombia. Los asesinatos políticos, desapariciones forzadas, genocidio, masacres, desplazamientos masivos y torturas, auspiciadas desde las más altas posiciones del Estado colombiano, incluyendo el presidente Álvaro Uribe Vélez, se incrementaron en los últimos años.

P. ¿Y en Honduras?

R. La reanudación de las negociaciones para un TLC entre la UE y Centroamérica, que incluiría a Honduras, y el reconocimiento precipitado del gobierno de Porfirio Lobo es una señal muy preocupante, que ignora el hecho de que Lobo nunca condenó el golpe de Estado y las violaciones de derechos humanos. El Ejecutivo español y la UE legitiman el llamado "golpe perfecto" y "absuelven" a los militares que secuestraron y expulsaron al presidente constitucional Manuel Zelaya. Tras meses de violaciones, persecuciones, torturas, asesinatos y la restricciones de la libertad de expresión, las elecciones hondureñas –con una participación estimada en torno al 30-35%– constituyeron el núcleo de la estrategia para legitimar el golpe.

P. ¿Que impactos tendrían esos TLC?

R. En el campo, en Europa y en Latinoamérica, la creciente liberalización del comercio mundial y la continua desregulación de los mercados agroalimentarios provoca que la permanencia de los pequeños productores sea cada vez más difícil y el abandono del campo cada vez más frecuente. La UE está sacrificando la agricultura familiar sostenible y en consecuencia la garantía de una alimentación sana, diversa y segura. En el territorio laboral debemos resaltar que Latinoamérica ya experimentó unas pérdidas de empleo como resultado de la liberalización comercial, incrementando el desempleo de 7,6 millones a 18,1 millones de personas en la década de los ‘90. Las propias evaluaciones de impacto oficiales de la UE estiman "grandes pérdidas de empleo" como consecuencia de las negociaciones comerciales bilaterales, como por ejemplo en el caso del TLC entre la UE y Mercosur. Con la liberalización de las inversiones se fortalecerán los monopolios empresariales, destruyendo fuentes de trabajo, y se reforzará el modelo basado en la extracción de recursos naturales, perpetuando las causas estructurales de pobreza y desempleo. Entre otros muchos impactos destaca la violación del derecho de acceso a la alimentación, al agua potable y a los servicios públicos básicos como la educación y la sanidad y, particularmente, el aumento considerable del precio de los medicamentos y las dificultades de acceso a éstos por los más desfavorecidos.

P. ¿Puedes hablarnos del Tribunal Permanente de los Pueblos que tendrá lugar en Madrid?

R. Esta nueva instancia del Tribunal, la tercera a nivel birregional, será una de las actividades centrales en el marco del Encuentro "Enlazando Alternativas IV" (EA4). Pretende darles visibilidad a los movimientos sociales y a las luchas ciudadanas en respuesta a las violaciones de los derechos humanos de las empresas trasnacionales, coordinar las luchas y las dinámicas de resistencia, y avanzar en la estrategia y en la construcción de una agenda para desmantelar su poder político y económico. La sesión del TPP de Madrid será un momento para visibilizar el trabajo acumulado en los anteriores, en Viena (2006) y Lima (2008). En esta ocasión se vio necesario focalizar no sólo en las multinacionales sino también en las instituciones, políticas y actores de la UE que incrementan el poder e impunidad de las trasnacionales. La UE, sus Estados y en particular el Consejo Europeo y la Comisión Europea, fueron acusados en las diferentes sesiones del Tribunal en Viena y Lima, de construir un marco legislativo, económico y financiero que les permite a las multinacionales actuar violando los derechos humanos. El Tratado de Lisboa permitirá reforzar esas políticas. Por todo ello se estructuró el tribunal en 3 dimensiones: la complicidad de la UE, el Estado español y sus políticas con las multinacionales europeas en ALC; los impactos de las multinacionales sobre los derechos de los pueblos; y las recomendaciones para un nuevo marco normativo de las trasnacionales.

P. ¿Y cuál es la alternativa que presentan los movimientos sociales?

R. Es hora de exigir responsabilidades a los actores que provocaron esta crisis: la banca, las multinacionales, las finanzas y sus instituciones internacionales, con la complicidad de gobiernos y partidos políticos que los apoyaron. Y de presionar a las cúpulas sindicales para que les den un giro radical a sus estrategias, para ponerse por fin al lado de la ciudadanía y de los trabajadores. Es hora de movilizarnos por arrebatarles el poder económico a las finanzas (socialización de la banca, erradicación de los paraísos fiscales, control social de los mercados financieros); por garantizar condiciones laborales dignas (no a las políticas de destrucción de empleo como los ERE, reparto del trabajo a través de la reducción drástica de la jornada de trabajo sin rebaja salarial, contra el recorte de las pensiones); por la defensa y la ampliación de los servicios públicos y por la reversión de los servicios públicos ya privatizados; para que la vivienda deje de ser una inversión especulativa y retome su función social; para detener la sobreexplotación de los recursos naturales y energéticos y frenar el cambio climático; por la reducción drástica de las injusticias y desigualdades sociales en el Norte y en las relaciones Norte-Sur: menos crecimiento y más reparto (renta básica de ciudadanía, sistema tributario progresivo y redistribuidor de la riqueza, abolición de la deuda externa de los países empobrecidos, fin de los TLC, de las políticas de liberalización del comercio de bienes y servicios y del expolio de las multinacionales; por la igualdad efectiva de derechos y oportunidades de todas las personas, sea cual sea su origen, cultura, nacionalidad, religión o sexo; y también por un mundo en el que las personas escojan su futuro sin estar presionadas por las estructuras patriarcales.

P. ¿A que llamáis "Consenso de Bruselas" y que paralelismos tendría con el “Consenso de Washington”?

R. Las empresas trasnacionales europeas y sus contrapartes en el mundo operan en una arquitectura política, económica y jurídica de impunidad puesta en marcha por instrumentos como el Tratado de Lisboa, la estrategia comercial y de inversión "Europa Global: competir en el mundo", los TLC y los tratados bilaterales de inversión. Igualmente, las políticas del Banco Mundial, el FMI y la OMC, en las que participan los gobiernos europeos, allanaron el camino para las operaciones depredadoras de las trasnacionales. Esto lo llamamos el Consenso de Bruselas, haciendo un paralelismo con el Consenso de Washington de los años ‘90, que tuvo como consecuencia fuertes ajustes estructurales y una onda de privatizaciones en América Latina, con el aumento del desempleo, la pobreza y la violencia. El Consenso de Bruselas también tiene que ver con el plan de rescate a Grecia de la UE, que someterá la población a fortísimos ajustes presupuestarios y limitará la soberanía helena con draconianas medidas económicas impuestas por la UE.

P. ¿El gran objetivo de la Presidencia española es la Estrategia Europa 2020?

R. La Presidencia empezó proponiéndose dos objetivos incompatibles: salir de la crisis y apostar por el crecimiento económico. La prioridad es la recuperación económica y la aprobación de la estrategia "Europa 2020". Esta va a sustituir a la Estrategia de Lisboa, que finaliza este año, y tiene un objetivo claro: el crecimiento, en vez de la sostenibilidad ambiental y la equidad social. El aumento continuo de la actividad económica es imprescindible para que el sistema capitalista funcione, pero es incompatible con la lucha contra la pobreza. Un caso paradigmático es el de Irlanda. Entre 1994 y 2000, el PIB creció de manera constante y notable. Se convirtió en el "Dragón Celta". Pero, en paralelo, se incrementaron en número las horas dedicadas al empleo por persona, el porcentaje de personas que se declaraban insatisfechas con su vida, las diferencias sociales, los suicidios, el consumo de alcohol y el paro. Estos datos son extrapolables a la UE, donde en los años de bonanza económica se dio un incremento de las desigualdades sociales y la bajada del salario real. Además, el objetivo de que 20 millones de las personas que se encuentran bajo el umbral de la pobreza en la UE salgan de esta situación, recogido en la redacción previa de la Estrategia 2020, fue finalmente eliminado.

P. ¿El decrecimiento sería una salida?

TK-. Claro que sí. Resulta evidente que ya excedimos los límites del planeta: consumimos recursos a una velocidad mayor de su capacidad de regeneración y producimos basura a un ritmo imposible de asumir por los ecosistemas. Y vivimos en una sociedad con crecientes desigualdades. Tenemos que evolucionar hacia una economía que no necesite crecer continuamente. Así, en los países sobredesarrollados, como el nuestro, en lugar de incrementar constantemente el consumo de energía y recursos, tendremos que decrecer en su uso. Una Economía Sostenible debería basarse en el respeto a los límites de los ecosistemas y considerar la progresiva reducción de la explotación de recursos naturales, especialmente los no renovables; la reducción de la huella ecológica y de la emisión de contaminantes; la reducción del consumo y la mínima generación de residuos; los principios de precaución y de quien contamina paga; una política fiscal verde real.

P. ¿Y frente a las políticas de la "Europa fortaleza" en materia migratoria?

R. Libertad de movimiento para todos y el derecho a vivir dónde cada persona elija. Derogar la Directiva de Retorno –o de la Vergüenza– y la política de cierre de fronteras avalada por el Acuerdo de Schengen. Darle plenos derechos a la población inmigrante. Le exigimos a la UE medidas eficaces frente a la extensión del racismo y la xenofobia. Y debemos luchar para derogar los dispositivos de intervención de la agencia para el control de fronteras, Frontex.

P. En Galicia, concretamente en Vigo, habrá una reunión informal de ministros de pesca el 4-5 de mayo. ¿Que me dices de la Política Europea de Pesca?

R. El 80% de las poblaciones de peces sobre las que se dispone información están explotadas o sobreexplotadas. Aproximadamente la mitad del comercio internacional de pesca tiene su origen en los países del Sur, mientras que más del 72% está destinado sólo a Japón, EEUU y la UE, que es importadora neta de productos pesqueros. El agotamiento de las aguas de la UE por la sobrepesca llevó la pesca industrial a las costas africanas. Como consecuencia, durante los últimos años, la UE formalizó acuerdos de pesca con países de África, Pacífico y el Caribe (ACP) que permiten la captura de varias especies para asegurar el aprovisionamiento de la flota, en detrimento de las condiciones sociales y económicas de esos países y del ambiente. La combinación de acuerdos de libre comercio con subvenciones y ayudas a la penetración de las empresas europeas –especialmente las españolas– de pesca en África , destruye las condiciones de vida y las economías de esas poblaciones. La Política Común de Pesca precisa de una profunda reforma que permita alejarnos de la actual sobrepesca y dilapidación de los recursos de nuestros caladeros. Tenemos que avanzar en la gestión integrada de las zonas litorales y en la conservación de hábitats marinos y costeros; favorecer la reestructuración del sector turístico en los países en los que está fundamentado en el sector urbanístico con una alta depredación de recursos y generación de residuos, desarrollar la estrategia marina europea con una visión de conservación, gestión y explotación implícita en cada uno de los espacios marinos protegidos.

P. La UE influye en la mayoría de nuestras legislaciones. Con todo, la ciudadanía muestra un desinterés absoluto por lo que acontece en Bruselas. ¿Culpa de los gobiernos?

R. Por supuesto. Los gobiernos potencian el desinterés, la falta de información y socavan la democracia. Eso fue evidente cuando se negoció y aprobó el Tratado de Lisboa, sin ningún debate público, difusión informativa o derecho de opinión y consulta. Para que la población se interese por nuestras campañas contra las políticas de la UE, tenemos que relacionar sus vidas cotidianas con los impactos que tienen las políticas. Y tenemos que ofrecer alternativas que conecten directamente con las necesidades de la población, como implantar una renta básica universal, para atajar las crecientes desigualdades en el seno de la UE, al tiempo de redistribuir las grandes fortunas entre la población, garantizar los servicios básicos y que estos sigan siendo públicos.

* Biólogo, experto en Ecosistemas y recursos biológicos y director de Altermundo http://www.altermundo.org NOTA: Traducido del gallego original para Rebelión. Existe una versión muy ampliada de esta entrevista en idioma gallego: http://www.altermundo.org/content/view/3187/1/

Fuente: Bolpress

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