“Nos preocupamos que grupos y activistas de la oposición sigan siendo blancos por intimidación y abuso. Organizaciones de derechos humanos nacionales e internacionales reportan amenazas de muerte, secuestros, golpizas y asesinatos de activistas políticas. Hasta la fecha, nadie ha sido juzgado o condenado por estos crímenes”, dice un fragmento de la carta.
La misiva continúa enumerando en detalle los asesinatos que dos sindicalistas y una activista de oposición sufrieron días después que Porfirio Lobo asumiera como mandatario. Vanessa Zepeda, Julio Funes Benítez y Claudia Brizuela, ultimados los días 3, 15 y 24 de febrero respectivamente.
En referencia a lo anterior los congresistas dicen “Desafortunadamente, estos son sólo tres de numerosos ataques dirigidos hacia activistas y sus familias. Estamos alarmados al notar que el Presidente Porfirio Lobo, en vez de buscar solucionar las violaciones serias de derechos que han sido cometidos y siguen ocurriendo en Honduras, ha firmado una amnistía amplia, perdonando los crímenes relacionados con el golpe de estado”.
Los signatarios del documento enviado a la Secretaria de Estado, Hillary Clinton consideran que, para restaurar la confianza en las instituciones democráticas, promover reconciliación política y fortalecer el estado de derecho, “Porfirio Lobo tiene que trabajar para poner fin a los abusos y persecución de líderes de la oposición”, dice textualmente la misiva.
Además, los congresistas aprovechan la coyuntura que la reunión entre Porfirio Lobo y Hillary Clinton a realizarse el día de hoy permite, para pedirle a la Secretaria de Estado que “envíe un mensaje no ambiguo de que la situación de derechos humanos en Honduras será un componente determinante en decisiones futuras sobre la normalización de relaciones y restablecimiento de asistencia financiera”.
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