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TeleSUR
OEA abordará debate sobre elecciones ilegítimas hondureñas y no restitución de Zelaya
Ante el aislamiento de gobiernos como los de Estados Unidos, Colombia, Costa Rica, Panamá y Perú, que reconocen al vencedor de una ilegítimas elecciones, así como por la negativa del Congreso de facto hondureño para restituir en su cargo al presidente constitucional, Manuel Zelaya, la Organización de Estados Americanos (OEA) tiene la difícil tarea de debatir este viernes sobre la crisis política que vive el país centroamericano.
Amos puntos se evaluarán en una sesión extraordinaria que realizarán loss 34 países miembros activos de la OEA, cuyo Consejo Permanente ya ha emitido una serie de llamados para que, junto a Zelaya, sea restituido el orden democrático en Honduras.
En la sesión, que se iniciará a las 20:00 GMT, el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, presentará un informe sobre las elecciones ilegítimas en Honduras, de las que salió virtual ganador Porfirio Lobo, y sobre el voto del miércoles del Congreso Nacional, cuando 111 de los 128 diputados rechazaron la restitución de Zelaya.
Sin embargo, mientras la OEA ha insistido sobre la importancia de que se restaure el orden democrático y constitucional en Honduras, algunos de sus miembros difieren sobre la ilegitimidad de las elecciones del pasado domingo y el necesario desconocimiento de su resultado.
Estados Unidos, Colombia, Costa Rica, Panamá y Perú, en claro aislamiento de la comunidad internacional, defienden las elecciones por considerarlas "necesarias" para solucionar la crisis, legitimando con ello el golpe de Estado militar del que fue víctima Zelaya el pasado 28 de junio, en pleno mandato para el que fue electo por la mayoría de los hondureños.
Entretanto, Argentina, Bolivia, Brasil, Cuba, Ecuador, Guatemala, Nicaragua, Paraguay, Uruguay y Venezuela las consideran ilegítimas y han exhortado a que Zelaya sea restituido como jefe de Estado legítimo del país centroamericano.
En ese sentido, se prevé que en la sesión extraordinaria de hoy surjan dos bandos, uno liderado por Estados Unidos y el otro encabezado por Brasil y el bloque de los países de la Alianza Bolivariana para los pueblos de nuestra América (ALBA).
El pasado miércoles, el Congreso de facto de Honduras rechazó la posibilidad de que el legítimo presidente de ese país sea restituido en su cargo, medida que fue catalogada por Zelaya como la legitimación del delito que representa un golpe de Estado militar contra la institucionalidad democrática de su país.
Zelaya sostuvo que los diputados que votaron el miércoles en contra de su restitución perdieron la vergüenza, mientras la oligarquía golpista celebra "porque ha sometido a Honduras una vez más".
"Se siguen cayendo las máscaras en el país", declaró el legítimo presidente de la nación centroamericana.
"Su resultado avergüenza a esta nación, históricamente serán juzgados", agregó Zelaya.
Además, el pasado domingo se llevó a cabo un proceso electoral marcado por el rechazo de la población hondureña, que no acudió a votar masivamente. En la elección, organizada por un régimen golpista, triunfó Porfirio Lobo.
Con ello se ha impuesto al pueblo hondureño el resultado de un comicio ilegítimo y, con Lobo, un gobernante no electo por la mayoría, condición de la que sí gozó Zelaya antes de que fuese brutalmente apartado del poder por parte de los golpistas.
Según sea el caso, del rechazo o aval de ese proceso que se produzca este viernes en el seno de la OEA, surgirá la buena o mala postura de ese organismo como foro hemisférico respecto a la democracia, reiteradamente vulnerada por el régimen de facto hondureño desde el pasado 28 de junio.
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