domingo, 18 de octubre de 2009

Zelaya y el ALBA marcan los pasos a seguir contra el golpe de estado en Honduras

Por Gonzalo Sánchez
TerceraInformación


El presidente legítimo de Honduras, Manuel Zelaya, considera que la actuación de Micheletti en este diálogo para buscar una salida pacífica al golpe de Estado es una "burla y una bofetada" al "pueblo Hondureño y a la Comunidad Internacional", ya que según Zelaya, Micheletti sólo busca la "dilación para sostenerse arbitrariamente en el poder".

El presidente Zelaya expresa que no va a permitir que muera la democracia de su país, ya que como el mismo dice en el comunicado de la Presidencia legítima de Honduras, no va a permitir que los presidentes sean elegidos por los militares y no por el pueblo, y afirma que no va a reconocer el golpe de Estado porque eso significaría, "perder los derechos del pueblo".

El presidente Zelaya también se ha sumado a las denuncias del Frente Nacional de Resistencia contra el Golpe de Estado sobre la intención de los golpistas de legitimarse en el poder mediante unas elecciones que para Zelaya no es otra cosa que "un gran fraude político-electoral."

Debido a ello, como forma de terminar con la dictadura, Zelaya ha llamado a una reunión con los cancilleres de la OEA para incrementar las sanciones comerciales y económicas que ahoguen a la dictadura. También el presidente legítimo de los hondureños ha hecho un llamado a los dos únicos candidatos presidenciales que se han mostrado contra el golpe de Estado, César Ham y Carlos H. Reyes para que denuncien el fraude electoral que supondrían estas elecciones.

Al Frente y al pueblo les ha comunicado que se organicen para seguir este llamado contra las elecciones fraudulentas.

Mientras tanto en Cochabamba, Bolivia, se está celebrando la VII Cumbre de la Alternativa Bolivariana para las Americas (ALBA) en la que Honduras ha participado como miembro pleno, representada por la canciller Hondureña Patricia Rodas, la cual ha señalado que el diálogo con los golpistas ya está roto.

El ALBA que fue el primer bloque continental que recibió al presidente Zelaya después del golpe y en apenas unas horas reunió a todos los países miembros que acordaron una serie de medidas contra los golpistas que más tarde fueron imitadas en igual o menor medida por otras instituciones internacionales como la OEA o la ONU.

El ALBA que en aquella ocasión movilizó al resto de países convocando las reuniones de los organismos multinacionales de los que eran parte, han decido volver a hacerlo, "En una ofensiva diplomática, los estados miembros del ALBA, como integrantes plenos de los organismos regionales e Internacionales: ONU, OEA, UNASUR, GRUPO DE RIO, SICA procederán a convocar reuniones extraordinarias e inmediatas de los mismos, para presentar la situación de Honduras y promover la adopción de acciones contra el régimen golpista en el marco de este mandato."

Entre otras iniciativas que los países del ALBA han acordado destacan:

- No reconocer ningún proceso electoral realizado bajo el régimen golpista, ni ningún resultado del mismo.

- No permitir el ingreso o permanencia en el territorio de todos los países miembros de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América de los principales responsables del Golpe de Estado en Honduras.

- Aplicar sanciones económicas y comerciales en contra del régimen golpista adoptadas por parte de los países miembros según corresponda.

- Encomendar al Grupo de Trabajo en Temas de Derecho Internacional, Autodeterminación, Respeto a la Soberanía y Derechos Humanos del ALBA, el estudio de acciones ante instancias de justicia internacional y otras, en contra de los principales responsables del golpe de Estado en Honduras.

En defensa de la democracia hondureña los países del ALBA se han mostrado en permanente alterta por "el respeto de los derechos y libertades, fundamentalmente el derecho soberano a elegir democráticamente sus autoridades, y su derecho al ejercicio del poder constituyente".

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