“De un plumazo Obama podría rectificar la injusticia contra los Cinco”, afirma abogado en Washington
Por Gabriela Guerra Rey, Prensa Latina
A raíz de algunas de las últimas expresiones de la política injerencista de Estados Unidos en América Latina y del doble rasero utilizado por Washington en el tema del terrorismo, Prensa Latina entrevistó al prestigioso abogado José Pertierra.
Este jurista, con bufete está en Washington DC, representa a Venezuela en la solicitud de extradición del terrorista internacional Luis Posada Carriles, prófugo de la justicia venezolana que lo condenó por el asesinato de 73 personas perecidas durante un atentado a un avión comercial frente a la costa de Barbados.
Prensa Latina (PL)- Cual es su opinión sobre la proyección actual de Estados Unidos sobre América Latina, a raíz de la utilización de bases militares en Colombia por parte del Pentágono, las pretensiones de emplear otros enclaves en Panamá y el golpe de Estado en Honduras.
José Pertierra (JP)- La instalación de bases militares en Colombia de parte de Estados Unidos es una provocación y una amenaza a los movimientos democráticos de América Latina.
Es parte de una política desgastada, porque las naciones de Nuestra América ya no son repúblicas bananeras.
Los gobiernos de (Hugo) Chávez en Venezuela, (Rafael) Correa en Ecuador, Evo (Morales) en Bolivia, (Mauricio) Funes en El Salvador, (Cristina Fernández) de Kichner en Argentina, y muchos otros más, no toleran la injerencia norteamericana.
No se tragan el cuento de que la lucha contra el narcotráfico es el propósito de las bases y saben que lo que busca el Pentágono es fortalecer un enclave imperial en el continente para contrarrestar la voluntad política de los pueblos.
El golpe de estado en Honduras es un golpe no solamente al gobierno de (Manuel) Zelaya, sino a todos los gobiernos democráticos de la región. Pero el tiro les saldrá por la culata, porque el resultado del golpe ha sido fortalecer la base social progresista en Honduras y en toda América Latina.
La Honduras y la América que saldrán de esto serán muy diferentes y mucho más radicalizadas que anteriormente. Pero el golpe también ha sido contra el presidente (Barack) Obama de parte de la extrema derecha de Estados Unidos.
El propósito es debilitarlo y forzarlo a que tome decisiones políticas incómodas en medio de los otros problemas que enfrenta: las guerras de Iraq y Afganistán, la crisis en la economía y el proyecto de salud nacional.
Fíjese en la presión que ejercen a favor de los golpistas los congresistas cubano-americanos de Miami: Ileana Ros-Lehtinen, Lincoln Diaz-Balart y Mario Diaz-Balart.
Esos amigos del terrorista Luis Posada Carriles, fueron a Tegucigalpa recientemente para brindarle apoyo a Micheletti en nombre de “la democracia”.
Sólo la extrema derecha del Congreso estadounidense apoya al golpe, pero estos pocos presionan al presidente y estacan el nombramiento de ciertos ayudantes claves de Obama debido a la posición que expresan hacia Honduras.
Obama tendrá que ponerse duro, y cumplir con sus promesas electorales. No puede darse el lujo de apoyar a Zelaya y hacerle caso a los congresistas cubano-americanos.
Tiene que escoger y llevar hasta sus consecuencias el respaldo público que le ha dado a la restauración del presidente Zelaya como el único presidente legítimo de Honduras. Sin la inmediata restauración del gobierno del presidente Zelaya, las elecciones hondureñas de noviembre son ilegítimas.
PL- ¿Cree que puede ocurrir otro golpe similar, que puede volver al continente la era de las dictaduras apoyadas por Estados Unidos?
JP- Otro golpe similar siempre es una posibilidad, pero el continente difícilmente regresará a la época de las dictaduras militares de anteayer.
El continente es otro y sus pueblos tienen conciencia ya.
PL- El gobierno Venezolano se ha visto asediado en estos meses por amenazas cada vez más continuas, ¿qué más pueden intentar Washington contra ese país y su presidente?
JP- Hay sectores dentro del Pentágono, del Departamento de Estado y del Congreso de Estados Unidos que les encantaría debilitar al presidente Chávez políticamente, pero aunque ellos quieran Chávez no se va.
El pueblo venezolano apoya la gesta de la revolución bolivariana. Lo demuestra cada vez que vota por el Presidente y por el PSUV (Partido Socialista Unido de Venezuela). Saben que el de Chávez es un gobierno cuya meta es liberar a los pobres de Venezuela.
Esa frase martiana “con los pobres de la tierra quiero yo mi suerte echar, el arroyo de la sierra me complace más que el mar” es el lema del presidente Chávez y de la revolución bolivariana.
Por única vez en su historia Venezuela tiene un gobierno que aboga por los derechos y por el bienestar de los pobres de esa tierra. Los enfermos tienen acceso a los médicos. No importa si no tienen dinero.
Los analfabetos de ayer, hoy saben leer y escribir. No importa lo pobres que han sido. Las decisiones del país se toman en Miraflores y no en la Casa Blanca. El pueblo venezolano comprende eso, y por eso apoya al presidente Chávez. La derecha no puede con esa realidad.
PL- Sobre el caso del terrorista Posada Carriles, podría precisarnos ¿en qué estado está la solicitud de extradición, qué más puede hacer Venezuela para exigir su deportación?
JP- Venezuela pide la extradición de Posada Carriles. Nos basamos en el tratado de extradición entre los dos países ratificado en 1922, la Convención para la protección de pasajeros en la aviación civil, ratificada en 1973 y la Convención para la protección de las víctimas de acciones cometidas con explosivos.
Posada tiene 73 cargos de homicidio pendientes en Caracas. Es un fugitivo de la justicia, porque se fugó de una cárcel venezolana en 1985 y hay una orden de arresto contra él en Caracas.
El gobierno de Estados Unidos manipula el sistema jurídico para entorpecer y demorar la extradición del terrorista. El propósito de la ley es hacer justicia, respetar la dignidad e integridad humana, proteger a las víctimas, a los vulnerables.
La ley no debiese ser manipulada cínicamente, como hizo el gobierno de (George W.) Bush con el caso de Posada Carriles y como hicieron (William) Clinton y Bush en el caso de los Cinco antiterroristas cubanos (Ramón Labañino, Antonio Guerrero, Fernando González, René González y Gerardo Hernández).
Ahora le toca al Presidente Obama rectificar esa manipulación.
¿Tendrá la voluntad y el coraje de hacer lo que la ley y la justicia requieren?
Solo el tiempo nos dirá. El presidente Obama tiene la potestad jurídica para encarcelar a Posada, para enjuiciarlo por terrorista para iniciar el proceso de extradición.
Tiene también la potestad para liberar a los Cinco. Esto se llama clemencia ejecutiva. Está autorizada por la propia Constitución de Estados Unidos y le da explícitamente al Presidente el poder de otorgar una clemencia ejecutiva.
De un plumazo resuelve el problema y comienza el proceso de rectificar la injusticia.
¿Tendrá Obama la voluntad política y el coraje para hacerlo? No lo sé, pero sé que nos corresponde a nosotros forzarle la mano para que lo haga.
Sin presión política éso no se logra. No tiene que extraditar a Posada y liberar a los Cinco para complacer a Venezuela o a Cuba. No tiene que ver con las relaciones que Washington tenga o no tenga con ciertos países del hemisferio.
Estados Unidos están obligados legalmente a extraditar o a procesar a Posada Carriles por asesino, por terrorista. No hacer una pantomima legal y procesarlo simplemente por mentiroso y darle un castigo simbólico. Eso no engaña a nadie. Los pueblos no se engañan tan fácilmente.
Los Cinco fueron condenados en una ciudad colmada de hostilidad contra Cuba: Miami. Sólo en Miami, pudiesen condenar a cinco cubanos sin evidencia alguna.
Nuestra meta es educar al pueblo estadounidense que aún no se ha enterado que Estados Unidos mantiene cinco luchadores anti-terroristas presos y varios terroristas libres en Miami.
Esto de las re-sentencias es parte de la injusticia. Tony (Antonio Guerrero) no se merece cadena perpetua, pero tampoco se merece 22 años de cárcel. Es inocente. No fue a Estados Unidos a espiar. Fue a prevenir el terrorismo contra Cuba.
Se merece la gratitud de Estados Unidos, las disculpas por el sufrimiento que le han causado y una condecoración: the Presidential Medal of Freedom (la medalla presidencial de la libertad) que otorga el Presidente a los que promueven la libertad y la democracia.
Nadie se merece más esa medalla que los Cinco.
Aparte de procesar a Posada Carriles por asesinato, y liberar a los Cinco, el presidente Obama necesita (por el bien de su propio país) también lanzar una investigación seria sobre la manipulación del sistema judicial estadounidense de parte de la Casa Blanca, el FBI y el Departamento de Justicia.
Una manipulación que fue hecha simplemente para proteger a este terrorista que tiene mucho que contar sobre su relación con la CIA, con los Bushes y con la guerra sucia en América Latina, y sobre cinco valientes cubanos que fueron a Estados Unidos a prevenir el terrorismo que perpetraban contra Cuba los grupos terroristas de Miami (alentados por la CIA).
Es urgente que convoque una comisión para investigar los delitos cometidos por los funcionarios gubernamentales, los fiscales y los agentes de la inteligencia de Estados Unidos al manipular el sistema judicial norteamericano para proteger a Posada Carriles y encarcelar a los Cinco.
Después de concluida la investigación, habría que procesar a los culpables.
¿Tendrá el Presidente Obama la voluntad y el coraje para eso?
No lo sé.
Pero si no extradita a Posada Carriles y libera a los Cinco, las leyes del país, la constitución que las sostiene y el sistema judicial de Estados Unidos quedan desenmascarados como un cascarón sin justicia.
(PL)- He leído recientemente sobre los planes de Estados Unidos. para poner en práctica en Venezuela una operación Peter Pan u otra fórmula similar. ¿Puede comentar el tema, las causas, y los hechos que así lo revelan; y sus consideraciones sobre las consecuencias que una conspiración de esa naturaleza podría acarrear para la sociedad venezolana?
(JP)- Fue una trampa de la CIA.
La operación Pedro Pan fue un proyecto cultivado, cosechado, y cocinado por la agencia de inteligencia de los Estados Unidos, la CIA, en el año de 1960.
Tenía el propósito de aterrorizar a los padres cubanos, especialmente a los de clase media, para que éstos pensaran que los “comunistas” les iban a quitar la patria potestad de los hijos.
La idea de la CIA era estimular el pánico y la oposición a la revolución cubana.
La CIA reclutó a la jerarquía de la Iglesia Católica para que respaldara esa operación.
Con la ayuda de un monseñor llamado Walsh, montaron un plan para llevarse a los niños de la isla y enviarlos a los Estados Unidos.
Divulgaron a través de la radio de Miami la noticia de una nueva ley que les quitaría la patria potestad a los padres para entregársela al estado.
La noticia, por supuesto, era falsa.
Más de 14 mil niños cubanos participaron, sin voluntad propia, en la Operación Pedro Pan.
Aunque la ONU le pidió a los Estados Unidos que el éxodo de niños fuera acompañado con los padres, el gobierno estadounidense prefirió que la emigración fuera de niños exclusivamente.
Eventualmente, muchos de los padres se reunieron con sus hijos en Estados Unidos, pero pasaron muchos años y muchos sufrimientos antes de esa reunificación.
Los niños se criaron en casa ajenas, con extraños que muchas veces los explotaban y no los querían.
No en balde muchas de estas criaturas se sintieron abandonadas. Todavía cargan con las llagas de ese abandono.
Para muchos de los Pedro Pans que yo conozco fue el periodo más traumático de sus vidas. Los marcó para siempre.
Como muchos de los proyectos de la CIA, el gobierno los recicla nuevamente cuando les conviene, durante el caso Elián (González) en el año 2000, por ejemplo, regaron la misma mentira que en Cuba los padres no disfrutan de la patria potestad de sus hijos.
Querían justificar el secuestro del niño cubano de seis años que tenían en Miami como trofeo político.
Afortunadamente, el pueblo estadounidense no se tragó ese paquete y la abrumadora mayoría pensaban que el niño debería estar con su padre y no con una parentela lejana, aunque ésta tenga más dinero y viva en Miami.
La Operación Pedro Pan es un ejemplo de la manipulación de la información para tergiversar la verdad para fines políticos.
Fue algo inmoral y dañino que marcó a más de 14 mil inocentes víctimas y sus padres.
En Venezuela, vemos como la historia se repite cínicamente. La reciclan.
Hay ahora una campaña allá, promovida por ciertos sectores de la oposición, que trata de convencer a los venezolanos de clase media que la nueva Ley de Educación les quita la patria potestad a los padres de los niños en Venezuela.
Eso es totalmente falso, la Ley de Educación no tiene absolutamente nada que ver con la patria potestad.
Es simplemente una ley que tiene como propósito estructurar un currículo nacional en Venezuela, algo legítimo que es para el beneficio pedagógico de los muchachos.
(*) La autora es corresponsal de Prensa Latina en México.
Fuente: www.cubadebate.cu
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