El sacerdote episcopal destacado en la ciudad de New York, Rigoberto Avila Nativí, sobrino del desaparecido dirigente popular Tomás Nativí, dijo a defensoresenlinea.com que el pueblo hondureño necesita una nueva Constitución.
Después de haber leído varias veces la Constitución hondureña realmente creo que nosotros los hondureños tenemos que tener una nueva constitución, el pueblo tiene que enmarcarse en un mundo nuevo, no vivir en una Constitución de un pasado, que ha sido copia de copias.
“Sino que debe ser una constitución que realmente nazca de los sectores que realmente necesitan, por ejemplo donde haya participación de los sindicalistas, participación de los jóvenes, de los negros, de los gays, de los maestros, amas de casa de todos los sectores populares, en fin toda la sociedad involucrada en un nuevo proceso”, detalló el religioso.
Avila Nativí añadió que la experiencia latinoamericana nos dice que e continente ha comenzado a despertar, a ser más independiente, ya no ser dependiente de las potencias extranjeras y realmente estamos viendo a los gobiernos nacionales no con una sociedad chauvinista sino que realmente nacionales en cuanto ven las necesidades de sus propios países.
“No es a través de la represión que los países desarrollan, los procesos de transformación ayuda los pueblos a mirar hacia el futuro y lo que tenemos en Honduras es algo que el pueblo está viendo hacia el futuro y que el proceso latinoamericano es parte de ese apoyo”, sostuvo Avila Nativí.
Consultado en relación al despertar masivo del pueblo en las calles exigiendo al retorno al orden constitucional y una nueva constitución, el padre Avila Nativí expresó que “para mí nunca esperé que el pueblo hondureño fuese a tener esta gran capacidad de movilización y que estos años de silencio no fueron en vano.
Avila Nativí dijo que la serie de violaciones a los derechos humanos cometidas a partir del golpe de Estado en Honduras le hicieron recordar el triste pasado de los ochenta, en donde agentes del Estado persiguieron, secuestraron, torturaron y desaparecieron a unas 200 personas, entre ellas a su propio hermano Tomás Nativí.
El sacerdore acompaña una delegación estadounidense compuesta por defensores de derechos humanos, feministas y trabajadores de Estados Unidos, que vienen a verificar la situación de los derechos humanos en Honduras.
Fuente: www.defensoresenlinea.com
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