miércoles, 23 de septiembre de 2009

HURACÁN

La demoledora dictadura,

es peor que un terremoto

un huracán,

una peste:

no tiene indicios

de piedad.

Cómo es tan evidente

matarnos con sus metrallas y toletes,

con sus gases

y sus torturas:

nos aplica el hambre,

la sed,

la indefensión

ante las enfermedades.

Toque de queda

día y noche

para reprimir el levantamiento

que está barrio por barrio.

Honduras es sinónimo de cárcel

y sus carceleros

hienas sustitutas.

En el ínterin,

los golpistas tienen las alacenas

repletas,

los policías a la orden,

el ejército en un despliegue nacional

y toda la droga disponibles

para enervar a sus mastines

de exterior humano.

Y las víctimas,

en este toque de queda

que vamos burlando

a costa de la vida,

esperamos, esperamos

creyendo,

que allá afuera,

hay una humanidad

que no nos dejará solos

cuando el cruel Moloch,

sonriente,

cínico,

profesional de la muerte,

bebe nuestra sangre

y dicen que diga a CNN

que no,

que aquí los victimarios

andan de asueto

y que los gritos

que los golpes apagan,

son alabanzas,

ovaciones

al gorila interino que está encaramado

en la mata,

porque la democracia, es así.

Candelario Reyes García

87 días de resistencia.

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