Tegucigalpa, 25 ago (EFE).- Seguidores del presidente Manuel Zelaya recordaron hoy el primer aniversario de la adhesión de Honduras a la Alianza Bolivariana para las Américas (ALBA), una iniciativa del mandatario derrocado que generó mucha polémica en el país.
El dirigente campesino Rafael Alegría, uno de los enlaces de Zelaya en los programas de la ALBA y amigo personal del presidente venezolano, Hugo Chávez, dijo a Efe que el primer año de la adhesión será conmemorado en la manifestación de hoy para exigir la restitución del gobernante derrocado el 28 de junio pasado.
Alegría acusó al Gobierno de Roberto Micheletti, designado presidente por el Congreso tras la destitución de Zelaya, de haber dejado “truncada” la ayuda proveniente de ese organismo capitaneado por Venezuela. Además, aseguró que si Zelaya regresa al poder, la pertenencia de Honduras a la ALBA se reanudará “para seguir favoreciendo al pueblo hondureño”.
La ALBA “trajo muchas esperanzas y apoyo inmediato a los sectores más desposeídos del país, como combustibles con facilidades de pago a través de Petrocaribe, préstamos blandos y la donación de 100 tractores agrícolas que se están utilizando en la siembra de granos básicos”, señaló Alegría. La ALBA permitió una asistencia de 100 millones de dólares para la pequeña y mediana empresa, viviendas para familias de medianos recursos, médicos para la Operación Milagro (exámenes y cirugías de la vista), maestros para combatir el analfabetismo con el programa “yo sí puedo” y otro tipo de ayuda, subrayó Alegría. Hace exactamente un año, Zelaya celebró la adhesión de Honduras a la ALBA en una solemne ceremonia frente a la Casa Presidencial y ante unos 5.000 hondureños, acompañado de sus homólogos de Venezuela (Hugo Chávez), Bolivia (Evo Morales) y Nicaragua (Daniel Ortega).
También participaron, en la denominada “II Cumbre Extraordinaria de Jefes de Estado y de Gobierno” de la ALBA, que no fue anunciada como tal por Zelaya, el entonces vicepresidente de Cuba, Carlos Lage, y delegaciones de varios países latinoamericanos y caribeños.
En su discurso del 25 de agosto en Tegucigalpa, Chávez calificó de “vendepatrias” e “ignorantes” a los hondureños que se oponían a la adhesión de Honduras a la ALBA y les llamó a apoyar a Zelaya, “un presidente que está enfrentando las presiones de los yanquis y de la oligarquía”, dijo.
Un año después, Zelaya está por cumplir dos meses en el exilio tras ser derrocado por los militares y enviado a Costa Rica el 28 de junio pasado, mientras que el nuevo Gobierno hondureño que preside Roberto Micheletti, por designación del Parlamento, analiza la posibilidad de que Honduras se retire de la ALBA. La ALBA como iniciativa latinoamericana fue suscrita el 14 de diciembre de 2004, por Chávez y el entonces presidente de Cuba, Fidel Castro. Luego se sumaron Bolivia, Nicaragua, Dominica, Ecuador, Antigua y Barbuda, y San Vicente y las Granadinas.
Según el acuerdo constitutivo de la ALBA, “se fundamenta en la solidaridad, la cooperación, la complementación y la ayuda mutua, específicamente en los ámbitos de la salud, la educación, la vivienda, la infraestructura y el desarrollo social”.
El fin de la organización es “preservar la independencia, promover el desarrollo con equidad, la preeminencia del respeto irrestricto a la soberanía, la identidad, y el interés nacional”.
Fuente: noticias.com.gt
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