viernes, 3 de junio de 2011

La OEA, un organismo moribundo

Los Necios:

Tal como lo previó el Departamento de Estado, Honduras vuelve al seno de la OEA y el régimen continuar del Golpe de Estado militar, que derrocó al Presidente Manuel Zelaya, goza ahora de reconocimiento internacional.

Porfirio Lobo, incompetente líder del partido más conservador de Honduras, celebra con bombos y platillos su pírrica victoria, hablando inmediatamente de “perdón y olvido” de “dar vuelta a la página”, como si la amnesia histórica de los pueblos fuera la ruta de los cambios sociales y el desarrollo.

La OEA, un organismo moribundo, intenta congraciarse con las oligarquías y volver a tener el poder del silencio frente a las injusticias que siempre tuvo. En su agonía sin embargo, unas voces dignas se elevan y destacan: Venezuela se reserva la verificación de las condiciones planteadas en la Mediación por el Frente Nacional de Resistencia Popular, y Ecuador prefiere no confiar “ni tantico así… Nada” en las artimañas de Hillary Clinton; condena el golpe y ratifica su deseo de ver a todos los criminales en la cárcel, haciendo especial alusión al agente de la CIA y ex Jefe del Ejército de Honduras Romeo Vásquez Velásquez.

Al parecer, para ventaja nuestra, El Departamento de Estado continua creyendo que desconocer el FNRP es equivalente a que no exista. No obstante, la articulación nacional e internacional del Frente con las principales causas y luchas de los pueblos del mundo representan justamente el inicio de la caída del Imperialismo norteamericano.

Sí, es la Asamblea Nacional Constituyente por lo que el pueblo ha luchado, pero no para reformar, ni para refrescar, ni para refundar el sistema capitalista en Honduras; sino para transformar las relaciones de dominación de la oligarquía y su servilismo con el imperio norteamericano, por una sociedad esencialmente justa: Sin clases sociales.

El reconocimiento del FNRP como fuerza política con capacidad de participar en procesos electorales no es tampoco una dádiva del régimen golpista, es una conquista legítima de la lucha popular, como legítima será su constante presencia en la calle para continuar con la protesta en contra de los arrebatos del poder y las injusticias.

Los Derechos Humanos no los resolverá tampoco la mediación, sino el señalamiento permanente de quienes asesinaron a nuestros hermanos y hermanas, oligarcas que desean seguir acumulando mediante el robo y la violencia impune las riquezas socialmente producidas, las riquezas del pueblo que son únicamente producto del trabajo de l@s trabajadores.

La historia del pueblo hondureño se seguirá escribiendo en las calles y también en las urnas, dónde el pueblo cree espacios y la oligarquía ya no pueda controlarnos. La lucha ha sido de resistencia pero también de liberación.



¡Venceremos!

¡Necedad!



OPLN

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