miércoles, 6 de octubre de 2010

La convocatoria al diálogo por la Asamblea Nacional Constituyente

Joaquín Baldemar Alvarado

Empezaremos diciendo que la convocatoria para dialogar sobre el proceso de la Asamblea Nacional Constituyente significa ni más ni menos un paso al frente para iniciar las bases de discusión en que consiste en primer lugar, el planteamiento del Frente Nacional de Resistencia Popular, sobre la Asamblea Nacional Constituyente, que forzosamente tiene que empezar por elaborar una agenda a discutir, pensando en que el diálogo es un proceso que debe tener características muy definidas, con algunas pre-condiciones para llegar a alcanzar los consensos necesarios.

Creemos que Porfirio Lobo Sosa ha iniciado incorrectamente el proceso, porque primero debió hacer consultas para crear las condiciones del diálogo. La piedra angular para iniciar un diálogo pasa –necesariamente- por el regreso de Manuel Zelaya Rosales, Ex Presidente de la República, Diputado al Parlamento Centroamericano y Coordinador del Frente Nacional de Resistencia Popular, tratar de ignorar estas realidades, es tratar de esconder el sol con un dedo,  dejar a un lado a la persona que sufrió directamente las consecuencias directas del golpe de Estado es la primera desnaturalización del diálogo, no queremos repetir lo que todo mundo sabe acerca de lo que le sucedió a Manuel Zelaya Rosales, incluyendo a la comunidad internacional que lo sabe todo.

Nos parece que Porfirio Pepe Lobo debe crear (que los más seguro es que la tiene) una Comisión de Mediación y Coordinación. El diálogo debe ser franco, directo, sincero, constructivo, confiable y transparente para restituir el respeto entre las partes en conflicto. El diálogo de las partes debe de estar comprometido con la verdad, dotado de una gran voluntad política. El papel de Pepe Lobo debe ser neutral, debe crear un ambiente político y cívico que permita la libertad plena de proponer, discutir y consensuar entre las partes, ofreciendo entre otras cosas un marco jurídico e institucional necesario para que puedan obtener resultados que permitan avanzar al objetivo, él debe de saber que la verdad si no es entera, se convierte en aliada de la falsedad.
El primer paso fundamental es  crear consensos para una agenda de trabajo, decía Arístides Calvani - político socialcristiano venezolano- que “consenso es un acuerdo con el que nadie está totalmente de acuerdo, pero que nadie quiere hacer valer su desacuerdo, porque está convencido que el acuerdo logrado, es lo óptimo alcanzado dentro del desacuerdo”.

Llegar a un buen grado de consenso requiere altas dosis de diálogo, paciencia y tiempo, pero sobre todo, tener la entereza de aceptar que dialogar, no significa sólo escuchar a la otra parte para luego querer imponer su criterio íntegro. Dialogar es un ejercicio comunicativo y deliberativo en ambiente de libertad en el que los actores puedan confiar mutuamente, compartir información y consultas. Se debe crear un clima de discusión inteligente sobre el tema de la Constituyente, considerando la diversidad de pensamiento que hay en el país.

Como no tenemos información de primera mano -suponemos- que Porfirio Lobo Sosa ha de manejar una agenda propia de su cargo y que en algunas cosas que hemos mencionado ha de tener sus arreglos o por lo menos está trabajando en crear algunas condiciones para iniciar tan histórico diálogo. El sabe la responsabilidad que ha asumido con la comunidad internacional a través de la ONU, OEA y otros organismos internacionales, compromiso que tiene que cumplir responsablemente.

Ante la anterior reflexión voy a trasladar al amable lector una anécdota o cuento que tiene que ver con el papel de Porfirio Lobo Sosa en esta encrucijada. Es el cuento de LOS DOS LOBOS.

Empieza diciendo que un viejo cacique de una tribu estaba teniendo una charla con sus nietos acerca de la vida. El viejo cacique les dijo: ¡Una gran pelea está ocurriendo dentro de mí!... ¡es entre dos lobos!!.

Uno de los lobos es maldad, temor, ira, envidia, dolor, rencor, avaricia, arrogancia, culpa, resentimiento, inferioridad, mentiras, orgullo, egolatría, competencia, superioridad.
El otro lobo es bondad, alegría, paz, amor, esperanza, serenidad, humildad, generosidad, honestidad, amistad, benevolencia, empatía, compasión y fe.
Esta misma pelea está ocurriendo detrás de vosotros y dentro de todos los seres de la Tierra.

Lo pensaron por un minuto y uno de los niños preguntó a su abuelo: ¿Y cuál de los dos lobos  crees que ganará, abuelo? 
El viejo cacique respondió simplemente… “El que alimentes”.
Sinceramente creo que Pepe Lobo alimenta al lobo bueno. Así sea para bien de Honduras.

Fuente: tiempo.hn

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