Tegucigalpa. 14 Agosto de 2010. El teniente coronel, Cristóbal Antonio Vargas, de la Fuerza Aérea de Honduras (FAH), fue culpado públicamente, ayer, de amenazas a muerte e intento de asesinato, por la señora Iris Lorena Molina Hernández, y por su esposo, José Adalberto Mejía, quien es director del Hospital de Santa Bárbara.
Molina Hernández, denunció en Globo TV, que desde el 28 de junio de 2009, en que se inició el golpe de Estado que defenestró al presidente Manuel Zelaya, en Honduras, ella ha sido víctima permanente del “acoso del Coronel Vargas y de la esposa de éste, Victoria Yaneth de Vargas”.
El oficial Vargas, vive en una casa que alquila contiguo a la de Iris Molina, ubicada en el Bulevar Romero Larios, en Comayagua, y llegó irritado a la vivienda propiedad de la familia ofendida “exigiéndole que apagara la Radio Globo”.
Molina le respondió al Coronel, que ella estaba en su casa y “no puede venir a decirme [él] cómo, cuándo y qué debo escuchar”, relató la agraviada.
El uno de agosto de 2010, el teniente coronel Vargas volvió a plantarse frente a la casa de los Molina Mejía, como a las nueve y 45 de la noche, gritándoles que salieran y haciendo varios disparos -aparentemente al aire- con su arma de reglamento, según denunció Iris Molina.
El coronel Vargas, la misma noche, “mandó a los hijos [de él] a recoger los casquillos de bala, para que no hubiera evidencias”, amplió la denunciante.
Sin embargo, Iris Molina describió que “se pueden contar doce disparos que quedaron incrustados en la pared del costado y en la del frente de la casa”, de la familia hostigada.
“Al día siguiente, nos mantuvo acorralados [el oficial], todo el día”, no los dejaba salir de la casa denunció Molina.
Y explicó que ella y su esposo, han llamado a la Policía y pusieron la denuncia a la Dirección General de Investigación Criminal (DGIC), pero sospechan que no quieren apurar el asunto por tratarse de un alto oficial.
Los esposos explicaron que también reciben ayuda del Comité para los Derechos Humanos en Honduras (Codeh), a quien ellos pusieron la denuncia en Comayagua.
El presidente del Codeh, Andrés Pavón, explicó que “logramos que la Policía atendiera el caso, y la DGIC ha estado tratando del caso, nosotros pedimos una protección urgente a la Asociación Mundial de Derechos Humanos y a la Organización Mundial Contra la Tortura”.
Pavón agregó que “si el Estado no responde”, eso servirá para “mostrar que es porque hay una institucionalidad” que sostiene esa violación a los derechos humanos.
“La declaración dice, que escucharan [la familia] Radio Globo le molestaba ‘terriblemente’ al militar”, contó Pavón.
El Coronel llega gritando que la va mandar a matar.
El miércoles 11 de agosto de 2010, hace dos noches, el teniente coronel Vargas llegó a la casa, otra vez, a gritarle “que si no la mataba él, la iba a mandar a matar”, acusó Molina.
Reveló que Vargas también la ha seguido: “Una vez cuando me baje del bus apareció y se paró [el coronel] como a dos cuadras, y entonces cuando llegó, puso el carro de frente a mi casa”.
El coronel Vargas, también apostó un contingente militar de frente al hogar de los Mejía Molina, mientras otro resguardo de militares sacaban unas cosas, o hacían un trabajo en la casa de Vargas.
Manifestó estar preocupada porque tienen dos hijos menores y la mayor parte del tiempo ella está sola, porque su esposo trabaja en Santa Bárbara.
Los esposos Iris Lorena Hernández y José Adalberto Mejía, responsabilizaron al teniente coronel Cristóbal Antonio Vargas de cualquier atentado contra ellos o contra su familia.
El vocero de las Fueras Armadas, coronel Benjamín Oliva, recogió la denuncia y dijo que investigaría los hechos, y primero determinaría a qué fuero corresponde el caso, porque “no sería un acto institucional, sino personal” de Vargas, dijo.
Molina le respondió que “si es un acto personal, no institucional, con mucha más razón [Vargas] debe ser juzgado por su acción criminal”.
Fuente: ResistenciaHonduras.net
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