Tegucigalpa. 13 agosto 2010. La Coordinadora de Sindicatos Bananeros y Agroindustriales de Honduras (Cosibah), denunció que la empresa melonera Suragroh debe a sus trabajadores miles de Lempiras por salario mínimo, en una carta enviada al representante mundial, Jon Tugwell, de la transnacional frutera Fyffes.
Reclaman los trabajadores que la empresa melonera, Sur Agrícola de Honduras (Suragroh), en un encuentro en la ciudad de Tela, el 23 de julio, informó a los medios de comunicación que ha obtenido ganancias por 50 millones de dólares, y en tres días de conferencias, la empresa no habló de la deuda laboral, y “menos de compensar el esfuerzo por haberles hecho ganar esa cantidad de dólares”.
Suragroh no reconoce el salario mínimo legal. Según revela Cosibah, los trabajadores sólo reciben de pago diario, 57 lempiras con 14 centavos, si comparado con el salario mínimo actual, que es de 135 lempiras con 17 centavos por la jornada de ocho horas, le quitan 48 lempiras a cada uno.
La Asociación Servicios de Promoción Laboral (Aseprola), que trabaja por la defensa y la promoción de los derechos laborales en Centro América indicó, en diciembre de 2009, que “según los mismos empresarios” de Suragroh, “sus utilidades se han aumentado en más de cien por ciento”.
Suragroh fue comprada en el 2009, por la Fyffes, una de las mayores transnacionales productora, importadora y distribuidora de frutas tropicales en Europa, con sede en Dublín, Irlanda.
Los trabajadores creyeron que su condición sociolaboral mejoraría, porque la transnacional Fyffes, propietaria de Suragroh, se promociona como empresa socialmente responsable, respetuosa de los derechos humanos y es donante de Unicef para combatir la malaria en Mozambique, según ellos informan.
Los trabajadores han denunciado, internacionalmente, que cuando Suragroh es inspeccionada por la Secretaria de Trabajo, prefiere pagar la multa que la ley establece, antes que el salario mínimo y cumplir con los demás derechos laborales.
Hasta la fecha, son varias las multas de 90 mil lempiras que Suragroh ha pagado, le exponen los trabajadores a Jon Tugwell, representante mundial de Fyffes.
Cuestionan a Suragroh como “la más violadora de los derechos laborales en Honduras”, porque ésta dice tener responsabilidad social corporativa, y “en irrespeto a los derechos laborales y convenios internacionales existentes, los trabajadores no tienen seguro social”.
Aseprola, señala que Suragroh ha venido violentando los derechos socio laborales y humanos a más de cinco mil trabajadores, al no incorporarlos al Seguro Social, no pagarles horas extras, el décimo tercer mes, el decimocuarto mes, bono educativo, pago doble por trabajo los domingos, entre otros beneficios, señala.
Fuente: ResistenciaHonduras.net
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