jueves, 19 de agosto de 2010

Magisterio: Impresionante demostración de fuerza y unidad popular


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Marcha el pueblo por las calles de esta ciudad. Un mar humano de hondureños conscientes y en rebeldía le demuestran a la oligarquía y a su fantoche, la fuerza de sus convicciones y la potencia de una unidad inquebrantable.

Felicito Agustín*

Tegucigalpa Marcha el pueblo por las calles de esta ciudad. Un mar humano de hondureños conscientes y en rebeldía le demuestran a la oligarquía y a su fantoche, la fuerza de sus convicciones y la potencia de una unidad inquebrantable.

Un ejemplo extraordinario de comprensión exacta del momento histórico, de responsabilidad patriótica, de un despertar que comienza a ponerle fin a una era infame, con un pueblo que asume en sus propias manos la construcción de su destino.

Juega con fuego el régimen oligárquico, con los motores de los aviones encendidos, pretende alargar la existencia de un status quo inviable que a la vista de todos, agoniza. No le importa lo que su estupidez puede provocar, incluso, están dispuestos a bañar con sangre la Patria con tal de salvaguardar sus privilegios obscenos, un sistema explotador y un Estado hecho a la medida de sus corruptas ambiciones.

Para eso tienen a sus Fuerzas Armadas, guardia pretoriana del Estado fascista, siempre dispuesta a masacrar al pueblo que reclama, que resiste, que lucha por su liberación. Brutalmente reprimen en Choloma al pueblo desarmado.

La crisis política y social está en punto de ebullición. El descontento se exacerba en todo Honduras, a tal punto que el espurio Lobo Sosa ante la complejidad del contexto interno, se inventa una realidad ficticia en la que lo central son unos agujeros en el boulevard de las Fuerzas Armadas.

El régimen ilegítimo no puede administrar la crisis, no la puede gestionar ni la puede gobernar, y en lugar de enfrentarla lo que hace es imaginar que la crisis no existe. La soslaya.

Pero la realidad se impone. Obreros, campesinos, maestros, estudiantes, el FNRP todo, mujeres y hombres, marchando juntos y unidos le gritan al régimen que palangristas* como Renato Álvarez y Edgardo Melgar son insuficientes para contener la lucha popular. Que El Heraldo ya no puede manipular la verdad a su antojo y esconder la realidad como le plazca.

Vivimos los tiempos del pueblo de Honduras, las calles así­ lo confirman, un pueblo que rebelde, consciente de que llegó su momento, y convencido de que su lucha es justa y necesaria, no descansará un segundo hasta dar el salto cualitativo que lo llevará de esa calle que ahora es suya, al poder de la nación para edificar la Patria digna, justa, incluyente y solidaria. La Patria nueva, la Patria de todos.

*Palangrista: En lenguaje periodístico, pago ilícito que se hace a un periódico o a un periodista por publicar una información que afecta o beneficia los intereses de alguien.

Fuente: ellibertador.hn


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