“Cuando lo hicieron con uno de estos mis hermanos más pequeños,
conmigo lo hicieron, dice el Señor”. Mateo 25:40
La Coordinadora Nacional de Pastoral Indígena (CoNaPI), comisión de la Conferencia Episcopal Panameña al servicio de los pueblos indígenas de Panamá, ante los gravísimos hechos acaecidos en Bocas del Toro quiere decir una palabra, una reflexión, sobre todo dirigida a los pueblos ngóbe, buglé, naso, bribri, kuna, enbera y wounaan, a quienes nos debemos.
“Hoy los pueblos indígenas están amenazados en su existencia física, cultural y espiritual; en sus modos de vida; en sus identidades; en su diversidad; en sus territorios y proyectos” ( Doc. Aparecida, 90 ).
1° En julio de 2009 , los señores obispos señalaban problemas existentes en diferentes lugares habitados en su mayoría por indígenas: “ En los últimos meses, se han suscitado reclamos de los pueblos indígenas Naso, Ngöbe y Buglé sobre sus derechos posesorios ancestrales de las tierras que habitan. El pueblo Naso aspira a lograr su Comarca y los pueblos Ngöbe y Buglé a que se respeten sus tierras afectadas por proyectos hidroeléctricos, ganaderos y turísticos.”, y también advertían: “ Ante esta situación, pedimos al Gobierno Nacional que aborde esta problemática con carácter de urgencia para evitar situaciones de violencia en detrimento de la vida y de la dignidad de estos pueblos, que tienen los más altos índices de pobreza.” ( Comunicado de la CEP , 090710, punto II.3 ).
2° A esta situación se añade que, durante los últimos meses, se han aprobado leyes que, de una u otra forma, afectan gravemente a los pueblos indígenas de este territorio (Ley 14, Ley 30, Ley 40, Decreto Ejecutivo 537, etc). Pareciera que se pretende poner un contexto legal para acciones de mayor daño.
3° En Bocas del Toro -en las semanas anteriores-, como respuesta a las acciones de protesta de sindicalistas y población en general, además de insultos y maltratos por parte de altos funcionarios del Gobierno, se dieron también hechos de represión , por parte de la Policía Nacional , ordenados por el ministerio de Seguridad y el gobierno nacional. Dicha represión nos parece ilegal, inmoral e injusta .
4°Tenemos que señalar también que, durante las manifestaciones que se dieron, hubo vandalismo , se destruyó propiedad particular y del Estado, se impidió la libre circulación, se puso en peligro a niños y ancianos, se detuvo la actividad económica, la población sufrió, sobre todo los más débiles.
5° Como consecuencia de todo esto ha habido, por lo menos, dos indígenas asesinados, y hay personas –casi todos ngóbe- que van a quedar ciegos o faltos de un ojo, con el desamparo, la marginación y la problemática que estas situaciones traen. Igualmente, ha habido cientos de heridos (entre población y policías). A esto no se le puede llamar “fallos” o “errores”, son verdaderos crímenes penados por la ley, son pecados graves.
“Nuestro servicio pastoral a la vida plena de los pueblos indígenas exige anunciar a Jesucristo y la Buena Nueva del Reino, denunciar las situaciones de pecado, las estructuras de muerte, la violencia y las injusticias internas y externas, fomentar el diálogo intercultural, interreligioso y ecuménico” ( Doc. Aparecida, 95 ).
6° Si queremos construir el Reino de Dios, con todos y para todos , tenemos que dar pasos en esta dirección: reflexionar, escuchar, dialogar, reconocer los hechos gravísimos cometidos, pedir perdón (no excusas), actuar de manera congruente .
7° Por tanto, hay que reflexionar muy seriamente sobre lo ocurrido : No se trata sólo de una mala explicación de una ley, NO son meros fallos, NO son simples errores. Matar personas, dejar sin vista, son PECADOS graves. Acabar con la propiedad de los otros, también es pecado. Tenemos obligación , sobre todo quien recibe el mandato de todos los panameños, de escuchar, dialogar, pedir perdón por los crímenes cometidos . Más aún, los culpables de estos crímenes deben ser castigados .
8° Si la mayoría de la gente pobre está afectada por leyes injustas/inconsultas , éstas tienen que ser cambiadas /derogadas. El gobierno se debe a la mayoría del país , que le dio el mandato (por eso son mandatarios) para gobernar. Los diputados no mandan sobre la gente, más bien tienen el mandato de legislar en beneficio de las mayorías.
9°Como Iglesia Católica hemos ayudado en la emergencia, hemos apoyado a las víctimas -humanitaria y legalmente-, hemos intentado mediar en el conflicto. Queremos seguir participando , siempre teniendo por delante la justicia, la verdad, el derecho de los más débiles .
10° Construir y desarrollar un país que valore y respete lo multiétnico y lo multicultural no es fácil, pero es nuestra tarea . Esta tarea pasa por acciones que realmente faciliten dicha construcción.
Pedimos que Ngöbö, Chubé, Sboré, Paba Dummad, Ankoré, Ewandam, nuestro Dios, Padre-Madre de todos los pueblos, nos bendiga y nos impulse.
Panamá, 210710.
Félix de Lama A., cmf
Pastoral Indígena Arquidiocesana
Jorge Sarsaneda Del Cid
Secretario CoNaPI
Blas Quinterio V.
Asesor
Fuente: Panamaprofundo.org
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