Oscar Amaya Armijo
Hugo Llorens, proconsul del imperio, continúa mintiendo. Ahora dice que Mel era "errático e imprudente". Para este hombre del pentágono, se es coherente y mesurado, cuando se apoya incondicionalmente las políticas neocoloniales de dominación de Estados Unidos.
Quienes se opnen a esas politicas -segun él- forman partes de los "ejes del mal" que conspiran contra el sacrosanto andamiaje del imperialismo. Erran, son unos locos, unos desquiciados, esos hombres del planeta, que como Mel, se enfrentan con hidalgía a las nefastas políticas de esterminio que USA practica contra la humanidad de este planeta.
Llorens, un latino que suda como gringo, ignora que en Honduras, casi todos se oponen a la dominación neocolonial de USA en este país y en el resto del mundo. Los hondureños ya no se "acomodan" con facilidad a los guiones venidos desde las apoltronadas oficinas de la CIA y el Pentágono ¡Qué harà Llorens contra 4 millones de hondureños erráticos e imprudentes! Aqui, se cuentan con los dedos los lameculos de los gringos, ahora se circunscriben a diez oligarcas y sus más cercanos bufones.
Con Mel ya no podíamos hablar, era impredecible, se atreve a censurar el proconsul; por esto tuvo la culpa de que le fraguaramo el golpe de Estado. Así lo piensa en su estructura profunda y, luego, con un cinismo sin par, agrega que esa defenestración de Mel fue ilegal, como que si no fuera archisabido en Honduras que Llorens estuvo en el epicentro de la conspiración y, por lo tanto, artífice de aquella ilegalidad.
Ahora resulta que se es cuerdo y coherente cuando se apoya la locura genocida del gobierno que representa Llorens. Hay que ser partidariso de las matanzas que históricamente los gringos han perpetrado en los paises que han osado oponerse a sus políticas de exterminio humano y destrucción del planeta.
Para Llorens Mel estaba loco porque se opuso a las transnacionales del combustible, por su festinado afán de convertir Palmerola de base militar en aeropuerto civil, por soñar en una politíca latinoamericana alejada del imperio, por apoyar a los paises del ALBA y ONASUR, por aspirar a ser un país independiente, por aprovechar los recursos naturales para usufructo exclusivo de los hondureños. Estas eran las locuras de Mel que ofendían a Llorens, el cínico.
Por estas razones Hugo Llorens conspiró contra Mel, hasta que logró el cometido de fraguar el golpe, asestarlo y expulsar del pais al legítimo presidente. No cabe la menor duda
que este hombre del imperio está embarrado hasta la coronilla en este asunto.
Debe estar enterado, Llorens, de que ahora los locos, erráticos e imprudentes suman millones en Honduras, razón por la cual, ya no tiene con quién dialogar ni hablar como antes, como cuando los vendepatrias obedecían sin verguenza alguna.
Hugo Llorens, proconsul del imperio, continúa mintiendo. Ahora dice que Mel era "errático e imprudente". Para este hombre del pentágono, se es coherente y mesurado, cuando se apoya incondicionalmente las políticas neocoloniales de dominación de Estados Unidos.
Quienes se opnen a esas politicas -segun él- forman partes de los "ejes del mal" que conspiran contra el sacrosanto andamiaje del imperialismo. Erran, son unos locos, unos desquiciados, esos hombres del planeta, que como Mel, se enfrentan con hidalgía a las nefastas políticas de esterminio que USA practica contra la humanidad de este planeta.
Llorens, un latino que suda como gringo, ignora que en Honduras, casi todos se oponen a la dominación neocolonial de USA en este país y en el resto del mundo. Los hondureños ya no se "acomodan" con facilidad a los guiones venidos desde las apoltronadas oficinas de la CIA y el Pentágono ¡Qué harà Llorens contra 4 millones de hondureños erráticos e imprudentes! Aqui, se cuentan con los dedos los lameculos de los gringos, ahora se circunscriben a diez oligarcas y sus más cercanos bufones.
Con Mel ya no podíamos hablar, era impredecible, se atreve a censurar el proconsul; por esto tuvo la culpa de que le fraguaramo el golpe de Estado. Así lo piensa en su estructura profunda y, luego, con un cinismo sin par, agrega que esa defenestración de Mel fue ilegal, como que si no fuera archisabido en Honduras que Llorens estuvo en el epicentro de la conspiración y, por lo tanto, artífice de aquella ilegalidad.
Ahora resulta que se es cuerdo y coherente cuando se apoya la locura genocida del gobierno que representa Llorens. Hay que ser partidariso de las matanzas que históricamente los gringos han perpetrado en los paises que han osado oponerse a sus políticas de exterminio humano y destrucción del planeta.
Para Llorens Mel estaba loco porque se opuso a las transnacionales del combustible, por su festinado afán de convertir Palmerola de base militar en aeropuerto civil, por soñar en una politíca latinoamericana alejada del imperio, por apoyar a los paises del ALBA y ONASUR, por aspirar a ser un país independiente, por aprovechar los recursos naturales para usufructo exclusivo de los hondureños. Estas eran las locuras de Mel que ofendían a Llorens, el cínico.
Por estas razones Hugo Llorens conspiró contra Mel, hasta que logró el cometido de fraguar el golpe, asestarlo y expulsar del pais al legítimo presidente. No cabe la menor duda
que este hombre del imperio está embarrado hasta la coronilla en este asunto.
Debe estar enterado, Llorens, de que ahora los locos, erráticos e imprudentes suman millones en Honduras, razón por la cual, ya no tiene con quién dialogar ni hablar como antes, como cuando los vendepatrias obedecían sin verguenza alguna.
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