El Estado de Honduras afronta fuertes críticas en el ámbito nacional e internacional porque hasta ahora no se ha deducido responsabilidad penal a los autores intelectuales y materiales del golpe de Estado el 28 de junio del año pasado, y las consecuentes violaciones sistemáticas de los derechos humanos contra miles de hondureños opuestos al crimen constitucional.
Washington, EE. UU. La organización internacional de derechos humanos Human Rights Watch advierte sobre los ataques que en Honduras están padeciendo los opositores al golpe que derrocó en junio del año pasado al entonces Presidente Manuel Zelaya.
Human Rights Watch ha dicho que al menos tres personas han sido asesinadas y otras ocho encarceladas en lo que parecen ser ataques con motivaciones políticas durante el último mes. La mayoría de las víctimas eran miembros del Frente Nacional de Resistencia, que se opuso al golpe y boicoteó la votación en la que se eligió al actual Presidente hondureño, Porfirio Lobo.
Human, institución con enorme influencia en Estados Unidos y en el mundo no es la primera vez que se pronuncia acerca de este tema, el pasado 16 de febrero denunció que “activistas antigolpistas hondureños siguen enfrentando violaciones a los derechos humanos”.
Siguen apareciendo denuncias procedentes de Honduras -sentenció- de que los opositores al golpe de Estado continúan enfrentando graves violaciones a los derechos humanos, incluso después de la elección del Presidente Porfirio Lobo.
Según el sitio web World War Four Report, Julio Funes Benítez, líder local de la organización antigolpista Frente Nacional de Resistencia, fue asesinado a balazos. También fue secuestrado, Hermes Reyes, trabajador de la cultura e integrante del Movimiento Amplio por la Dignidad y la Justicia (organización que surgió hace dos años después que varios fiscales se declararon en huelga de hambre durante 38 días demandándole al Poder Judicial hondureño aplicar la ley a los corruptos y corruptas que detentan el poder político y económico, y cuya impunidad reproduce la pobreza y la miseria en la mayoría de hondureños).
Reyes fue interceptado por tres presuntos paramilitares armados y golpeado y torturado antes de ser liberado horas después. A estos hechos, se suma el caso en que atacantes irrumpieron en la casa de Porfirio Ponce, vicepresidente del sindicato de trabajadores de la bebida y líder del Frente Nacional de Resistencia.
Asimismo, dos hombres y dos mujeres, miembros de la resistencia civil, fueron secuestrados y retenidos durante tres días. Los cuatro fueron golpeados y las mujeres, además, violadas. Según se informa, los captores dijeron que el ataque era “un saludo de Pepe”, el sobrenombre del Presidente Lobo.
Fuente: ellibertador.hn - redsolhonduras.blogspot.com
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