Uno se pregunta de qué hablan estos oligarcas tragicómicos, cuando insultan a Cuba, Venezuela, Ecuador, Bolivia. Cuando incitan a pensar que sólo con sus gobiernos mequetrefes de Washington hay libertad de prensa. Lo que ellos llaman libertad de prensa ya produjo 7 muertes en Honduras desde el Golpe de Estado contra Manuel Zelaya y contra el Pueblo Hondureño.
Sin embargo, con la venia de la logia llamada Sociedad Interamericana de Prensa, sus medios golpistas, xenófobos, discriminatorios y atentatorios contra la paz, la libertad y la justicia, sólo aporrean las marimbas cuando un delincuente travestido de disidente muere en una cárcel cubana. Y, me pregunto: ¿Cuántos periodistas mató la tal de “dictadura cubana” en estos últimos dos años, o en estos últimos cincuenta? ¿Y cuántos otros mataron los “dictadores” como Chávez, Morales y Correa? Ah, pero esos son los que atentan contra la libertad de expresión. Y la oligarquía y las fuerzas de represión de Honduras atentan contra quién, ¿contra el Chapulín Colorado?
Sólo manteniendo al pueblo bajo la total ignorancia, alejado de todo viso de verdad, de toda realidad palpable y comprobable, de toda autoestima y afecto por lo propio, consigue la canalla golpista e imperialista, amilanar los esfuerzos de los trabajadores, de los campesinos y de los indígenas a través de la tipificación de delitos inexistentes, de derechos conculcados, y de verdades amañadas por profesionales de la mentira y serviles colegas.
Parece inverosímil que ejercer una profesión al servicio de la sociedad signifique caminar por el corredor de la muerte, tanto para los periodistas como para los comunicadores sociales. Parece apenas, porque es lo que ocurre en Honduras. Y de manera acentuada.
La regresión a la cual se somete a la sociedad hondureña habrá de desaparecer cuando el Pueblo/Pueblo consolide las bases de la Asamblea Constituyente, es por ello que recrudece el azote a los periodistas, para que no estimulen, de modo alguno (siquiera con la menor información), la participación pacífica en este hecho histórico. La dictadura militar, la imperialista y la mediática, groseras, esquivas, violentas, no medirán esfuerzos por destruir este proyecto, que una vez obtenido reintegrará a Honduras a la convivencia de los países en proceso de independencia definitiva.
Mientras ese momento histórico no llega, el pueblo hondureño y sus periodistas se ven discriminados, perseguidos y ejecutados, como si matando periodistas se matase a la verdad. En los países de América del Sur ha quedado claro desde hace tiempo, que la verdad, con su fuerza infinita reaparece sin pedir permiso, que el olvido no es antídoto para liberar a los asesinos del pueblo, y que lo hecho y dicho captura a sus autores a través de la memoria histórica del pueblo. Un pueblo no puede ser eternamente alienado como los monopolios de la comunicación y sus serviles pretenden. Habrá periodistas, le guste a la oligarquía o no, para relatar su caída, su prisión o sus fugas. La habrá para leer sus sentencias y para recordarle al pueblo estos momentos que jamás serán olvidados, para que no se vuelvan a repetir.
Los Candidatos a Muerte usarán su profesión para esclarecer al pueblo, y sus asesinos usarán su dinero y sus riquezas para pagar las deudas que contrajeron con la historia.
Fuente: honduraselogoali.blogspot.com
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario