domingo, 28 de marzo de 2010

Vispera

En la víspera de la Semana Mayor o Semana Santa se han dado en nuestro país acontecimientos que sugieren un aprovechamiento de este paréntesis religioso para sorprender a la ciudadanía. En cierto modo, ésta es una pauta común entre los políticos del patio.

Efectivamente, en el interregno de la Semana Mayor –mejor si se trata de un “feriadón”— nuestros políticos en el poder se dedican a preparar muchas de sus jugadas, mientras la mayoría de la gente, sin sospechar la celada, se divierte en los diversos lugares de recreo para luego regresar, exhaustos y con los bolsillos vacíos, a la dura realidad cotidiana.

En esta ocasión --sin duda extraordinaria por el comienzo de un gobierno, por la crisis política y económica que nos abate y por el desbordamiento de la criminalidad— parece anticiparse una maniobra política de largo alcance y que requiere de la distracción general para implementarla, debido a sus diversos componentes explosivos.

Nos referimos a la presentación en el congreso nacional de varios proyectos de leyes de naturaleza económica y fiscal, tales como la Ley del Presupuesto General de Egresos e Ingresos de la República de 2010, la Ley de Fortalecimiento de los Ingresos, Equidad Social y Racionalización del Gasto Público, mejor conocida como “trancazo fiscal”, y la Ley de Emergencia Fiscal y Financiera.

También se ha producido un hecho insólito en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) al ser capturados todos los miembros de la Junta Directiva del Sindicato, el SITRAUNAH, y recluidos en la Penitenciaría Nacional bajo la acusación, por parte del Ministerio Público, por los delitos de sedición, usurpación y coacción por el cierre y ocupación ilegal de edificios universitarios.

En el caso de la UNAH es evidente la intención de deshacer el sindicato, recurriendo a una elaborada estrategia de intransigencia para no sentarse a la mesa de negociación, orquestando, al mismo tiempo, una tupida acción mediática para desacreditar la acción sindical y validar comportamientos dictatoriales en el gobierno de la Universidad.

Si prestamos suficiente atención a todos estos hechos y a los posibles designios solapados de entrarle a la destitución masiva de empleados públicos, fácilmente nos percataríamos de que todo va concatenado en el marco de una política previamente establecida.

No creemos, sin embargo, que el largo “descanso” de Semana Santa será suficiente para adormecer la mente colectiva frente a estos hechos, y, por el contrario, suponemos que el retorno a la realidad cotidiana, post-calvario, será de mucha agitación, controversia, y enfrentamiento político-social.

Esto si tomamos en cuenta que los efectos de ese cóctel de leyes y de agresión sindical, donde no ha habido intentos de intermediación y de consenso, conlleva señales muy fuertes contra la clase media y la clase trabajadora, insoportables en las condiciones críticas prevalecientes en la ya trágica realidad hondureña.

Fuente: tiempo.hn














.

No hay comentarios:

Publicar un comentario