Compañeras y compañeros del FNRP:
La nota antecedente -emitida por el CODEH- contiene abundancia de detalles, de modo que me eximo de repetirlos. Este nuevo intento de homicidio de parte de los escuadrones de la muerte es mucho más vil y canalla (pero no sorprendente porque la acción proviene del coprófago que los comanda y del vómito de perro que los integra); quisieron eliminar también a 8 niños, hijos de la víctima de la cobarde agresión, Alexander Antonio Herrera. Parecería increíble, pues esas bestias también tienen hijos, mortales como los nuestros.
Al respecto me permito un comentario que preveo habrá de incomodar a más de uno, pero -como expresó en su momento Manuel Gonzalez Prada- "no esperen de mis labios reticencias, medias palabras, contemporizaciones, ni tiros solapados y cobardes: expreso clara y toscamente las ideas". Al FNR se le plantea un dilema: o se deja matar (¿permitirá que sigan cayendo de uno en uno, los más de 4 millones de Resistentes?) o se convierte en un verdadero partido de combate.
Conviene opinar leal y francamente, para evitar equivocaciones y trazar nuestra línea. Habemos quienes creemos que entre el Frente Nacional de Resistencia Popular y las agrupaciones mercantiles o personalistas no caben alianzas ni transacciones: cuando nos aproximemos a los bandos que se nos oponen, no será para marchar con ellos, si no contra ellos; no para estrechar jamás la mano del espurio ni la de los dueños de la empresa "Farsa S.A."
Se parte en guerra contra enemigos poderosos que miran el país como su legítimo patrimonio, y defenderán la presa con el oro y la astucia, con la fuerza y el crímen. Ellos tienen en el ejército un brazo que tiraniza con el hierro, en el periódico una lengua que mata con la calumnia, en la televisión imágenes engañosas, en la radio testimonios falsos; cuentan con pretorianos a buen sueldo, con vociferadores a buena propina, con escuadrones de asesinos patológicos.
No bastará desplegar la bandera y lanzar el grito para que los adherentes acudan en tropel. Se trata de un pueblo cien veces engañado, que desconfiará mientras los actos no prueben la contundencia del poder del FNRP y la sinceridad de su praxis. Mucho haremos con la letra y la palabra, con el folleto y la conferencia, con la carta familiar, con la conversación íntima, con las comunicaciones vía internet hacia Nuestra América y el mundo; pero mucho más realizaremos mostrando, en primer término, una coherencia absoluta entre lo que se propugna y lo que se hace: Si queremos defender la vida de los Resistentes, hagámoslo.
No le carguemos el trabajo a la CODEH -que físicamente nada puede hacer contra los escuadrones de Porfirio Lobo Sosa-; el FNRP habría de procurar los medios para evitar que nos maten, para proteger a los niños, mujeres y compañeros "con medida cautelar" y promesa de cuidados de CIDH. Ayer mataron a dos periodistas más y sus colegas, pagados por el oficialismo han ocultado la noticia.
¿Vamos a seguir confiando en jueces y juezas parcializadas -como Norma Dina Ortiz- que se burlan no sólo de la justicia si no también de las leyes? Lamentablemente no todos los jueces son honestos como Guillermo López Lone, Tirza Flores Lanza, Luis Alonso Chevez, Elvia Ondina Varela, Mauricio Mateo García, Ramón Enrique Barrios, Ricardo Pineda, Osmán Antonio Fajardo y Fabiola Carcamo, por citar a algunos de los pocos que son incorruptibles.
Cabe, repito, una acción de legítima autodefensa, que no tiene por qué interpretarse como un cambio de ruta en la decisión de ser un Frente pacífico. Pacífico sí, pero no estulto, no débil, no incapaz, no alelado, no tanático, no manco, ni cojo.
¡Viva Honduras! ¡Patria, o Muerte!, ¡Venceremos!
Igor Calvo
INTENTAN ASESINAR MIEMBRO DE LA RESISTENCIA CONTRA EL GOLPE DE ESTADO
Tegucigalpa 23 de marzo, Municipio del distrito Central. El técnico en electricidad, ALEXANDER ANTONIO HERREA de 35 años de edad casado y padre de 8 hijos, todos menores de edad (4, 6, 7, 10, 11, 13, 14 y 15); siendo las siete de la noche se asomó al porche de su casa para proteger visualmente a su esposa que salio a comparar las tortillas para la cena en la populoso residencial Honduras de Tegucigalpa.
Salió en dos oportunidades al porche de su casa, ante la incertidumbre que ha generado la inseguridad para todos aquellos y aquellas que han logrado la suerte de aparecer en un periódico o en un video en actos de heroísmo resistiendo el golpe de estado, este acto de publicidad es una de las características que tienen los casos de muertes sumarias o extralegales contra miembros de la resistencia.
Alexander es uno de ellos, el se quedo en la embajada de Brasil junto al Presidente Zelaya el día 22 de Septiembre día del cruel desalojo ejecutado por militares y policías contra un pobre pueblo desarmado, vejado y vilipendiado con los instrumentos de muerte financiados con fondos públicos pagados con sus impuestos o con la deuda externa; Alexander igual integro las caravanas que desde radio globo salieron con víveres para las personas atrapadas en los retenes militares en el departamento de Danly, durante los ilegales e ilegítimos toques de queda.
Su hijo menor de seis años esta recibiendo hostigamiento en la Escuela Jhon F. Kennedy de la colonia Kennedy de Tegucigalpa, al menor lo acusa una de las maestras, de ser hijo de uno de la Resistencia, habiendo llegado a maltratar físicamente al niño.
Cuando, Alexander salió, por segunda ves, al porche de su casa, personas desconocidas que estaban frente a su vivienda empezaron a dispararle, uno de los disparos le causó una herida en la pierna derecha, los impactos de bala quedaron incrustados en los muebles en paredes, incluso en una refrigeradora que se encuentra en la sala, él salvó su vida al intuir la intención de los agresores y tirándose al suelo en el acto, quedándole acción para apagar las luces, los criminales no ingresaron, no se sabe por que, pero se trasladaron a una loma desde la que se puede ver su casa y desde ahí dispararon sin piedad, sin importar la vida de sus menores hijos que salieron ilesos de la agresión.
En el momento de la agresión llamó a un amigo de la policía quien le gestionó que una patrulla policial llegara frente a su casa y los agentes de la DNI lo trasladaron hasta las oficinas policiales, le tomaron datos, fotografías de su herida y no le llevaron a un hospital a buscar atención médica, lo que tuvo que hacer por su propia cuenta, trasladándose en esas condiciones hasta una clínica donde se le atendió.
Pediremos medidas cautelares a la Comisión Interamericana, mientras que podemos hacer con una víctima más de la represión, tiene 8 hijos, una esposa, una modesta casa que le ha costado parte de su vida como él cuenta.
CODE
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