Dina Meza
Las amenazas se encaminan contra todo el colectivo de Radio Uno
Desde la planificación del asesinato de Arnulfo Aguilar, Director de Radio Uno, amenazas a analistas de la emisora, intervención de las llamadas de los oyentes para después amenazarlos, así como los cortes constantes de energía eléctrica y los registros permanentes de vehículos y documentos personales del personal de la radio, indican un acoso permanente para desestabilizar este medio de comunicación y obligarlos al cierre.
Esta denuncia fue interpuesta ante el Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras este 17 de marzo, cuando una delegación llegó a las instalaciones de esta radio para verificar sobre este caso.
Radio Uno tiene medidas cautelares otorgadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, CIDH. El Estado debió implementarlas de inmediato, pero hasta la fecha no se ha hecho este paso importante para salvaguardar tanto la vida de todas las personas que ejercen su Derecho a Libertad de Expresión, como el Derecho de Información que tiene la audiencia de esa emisora.
Defensoresenlinea.com, conversó con Aguilar, quien detalló todo tipo de amenazas de que son víctima y adelantó que la represión se va a agravar en cuando esté el mundial porque la gente va a estar distraída.
En ese sentido denunció que tiene información precisa de la planificación desde los cuerpos represivos del Estado de su muerte, “me informaron que mi muerte está muy bien planificada, temo que en medio de todos estos crímenes que está ocurriendo contra diferentes comunicadores sociales del país.
Según Aguilar Radio Uno ha recibido una serie de amenazas, que van desde llamadas telefónicas de un grupo de respuesta muy bien montado por los grupos de poder.
Las amenazas se encaminan contra todo el colectivo de Radio Uno, un voluntariado de hombres y mujeres comprometidos por una Honduras diferentes, el acoso constante ha llevado a que algunos de ellos se retiren o atenúen sus mensajes por el temor a que atenten contra su vida, “esto es grave porque la intención es quebrantar la voluntad de la radio, pero sí impacta en las personas que vienen iniciando la actividad en la radio y que con suma facilidad caen”, dijo Aguilar.
No tenemos un AK-47 nuestra postura es pacífica
Nosotros no tenemos un arma AK- 47 en las manos, nuestra postura es una postura pacífica, de análisis ante las distintas situaciones de nuestro país, dijo Oswaldo Martínez que forma parte del colectivo de Radio Uno.
El participa con mis análisis, canta canciones que le ha compuesto a la resistencia ó al presidente Zelaya., es una especie de tertulia entre análisis de la realidad nacional y cantos, además de los planteamientos políticos, denuncias de la población, una forma de que el pueblo ejerza su derecho a Libertad de Expresión.
“He recibido amenazas constantes por el teléfono donde me dicen “mirá si no te callas hijo de puta te vamos a pegar un balazo en la cabeza, para qué le está cantando canciones a Mel, vos y Mel los vamos a mandar a las cañeras, ya tenemos vigilada tu casa, ya sabemos cómo te movilizás, en qué carro andás, conocemos el barrio donde vivís , te tenemos chequeado el número de la placa”, en efecto la placa me la dan y coincide con el número de la mi vehículo”, denunció Martínez.
Hace dos semanas, las amenazas fueron más constantes, nos preocupamos mucho y lo paradójico de esto es que cuando bajé de Radio Uno me dijeron “ya te vas, te vas cagado verdad cabrón”, eso es señal de que nos están vigilando, no solo a mí sino a la otra gente. No recibimos ningún salario de la radio sino que lo que estamos en resistencia, como periodista nuestra misión es acompañar a la gente en esta lucha.
Para Martínez las amenazas vienen de los enemigos del pueblo, de los enemigos de Mel Zelaya, de los enemigos del movimiento popular organizado de este país. De los enemigos de los derechos humanos, de instituciones como el COFADEH.
Para él el objetivo es callar aquellas voces que no se callan, aquellas voces que se atreven a denunciar las violaciones a los derechos humanos, aquellas voces que están al lado de la gente más humilde, a través de un micrófono. Las quieren callar con la amenaza, con la diatriba, con los asesinatos.
Las diferencias con la represión de los ochenta son pequeñas, pero las semejanzas son iguales o peores porque en aquel tiempo había como una definición política ideológica de los bandos en pugna, ahora no.
Hay personas que no están políticamente con ningún movimiento político e inician un programa de radio sin ninguna experiencia periodística y dicen que están contra el golpe de Estado y de repente sicarios llegan a la casa de una de ellas y les dicen que les van a pegar un tiro en la cabeza.
Es la continuación de la impunidad de los 80. Las violaciones a los derechos humanos llegan al extremo, por ejemplo yo trabajo en una compañía de Cable de El progreso con un programa, un noticiero llamado “Progreso de Noche” y entonces nos mandaron a decir: “si no se calla le vamos a suspender el permiso no solo el permiso de operación del canal sino el permiso de operación de la compañía de cable”, denunció Martínez.
Como periodistas debemos continuar en la lucha porque aquí hay dos alternativas: continuar o callarse, nosotros vamos a continuar. Independiente de cualquier cosa, vamos a seguir siendo aquellas voces que todavía están al aire defendiendo las conquistas y las aspiraciones de este pueblo.
Intervienen llamadas de oyentes y después los amenazan
En relación a este tema el director de Radio Uno dijo que por ejemplo un oyente de Radio Uno hace un buen planteamiento y en cuestión de segundos retornan su llamada a su casa y esta persona nunca más vuelve a hablar por la radio, pues fue amenazado.
“Y eso no se queda allí, el chat de la radio a diario tenemos que estar vaneando porque entran inexplicablemente al chat usuarios que no son identificados y que podría tratarse de militares de la 105 Brigada que vigilan desde ese espacio.
Mostró algunos mensajes que son enviados desde la web al celular de la emisora, “mara sinceramente como llaman a la violencia ustedes y después andan llorando, el único culpable de todo esto es Mel Zelaya”.
Con la intención de confundir a la opinión pública le enviaron este mensaje “es increíble que hayan periodistas como ud. no hay diferencia entre ud. Y Micheletti, son igualitos”.
Pero otro de los datos preocupantes que relató Arnulfo Aguilar es que el 3-16 se identificó plenamente en la Radio al mandar materiales a la radio.
Una política de Estado contra la Radio
Radio Uno recibió mínimo siete bombardeos, “allí tenemos nosotros las cápsulas de las bombas, la tanqueta estuvo estacionada mucho tiempo acá. El vice alcalde de San Pedro Sula Eduardo Bueso Hernández vino a dejarles en un carro comidas rápidas y a abrazarse con los policías que mantuvieron sitiada la Estación, después de que Mel Zelaya ingresó aquel 21 de septiembre”, dijo.
Pero hizo una relación entre 2009 y estos meses que han pasado de 2010 y manifestó que ahora se han afinado las formas para atacarles y amenazarles, “en las horas de la noche nos han pedido documentos y registrado el carro frente a la radio, hemos tratado de ser flexibles y les hemos permitido que registre el carro, pero estamos totalmente desprotegidos en seguridad a pesar que tenemos medidas cautelares”.
“Se han dado momentos en que estamos en pleno vigor de una información como el caso del Aguán y de repente hay un bajón de energía eléctrica. El día que asesinaron a Claudia Brizuela hubo un ventarrón, se fue la energía pero en todos lados llegó la energía menos a la cuadra de Radio Uno, al día siguiente cortaron la energía de acá.
Los ataquen se deben a la posición de la emisora que no ha cambiado un tan solo punto. Es una radio muy bien contactada. “Conocemos todas las interioridades del sistema mediático. Esta es una Escuela de Locutores, conocemos las personas y nos adelantamos a lo que ellos van a realizar. La marcha de los periodistas ha sido patrocinada por los que dieron el golpe”.
Fuente: Defensores en línea
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