El Tío Chungo se fué dejandonos un legado para cultivar La Esperanza a traves de La Fé. Su altarcito tiene la velitas que nos encargó y ahora los peregrinos de La Resistencia lo van ampliando creando un entorno de fervor patriota que enraiza la lucha por lograr la patria liberada.
El Tio Chungo nació con La Pastoral de la pobreza iluminada por Medellín y los tantos martires de La Iglesia Latinoamericana: El Tío Chungo fué Celebrador de la Palabra de Dios.
Alcanzó su mayoría de edad con la Reforma Agraria; sus luchas lo llevaron a conocer el sistema presidiario del país en donde convivió por 6 meses en compañía de varios hermanos que reivindicaba su pedazo de tierra.
Lo Tomaron los años ochenta educando, como el padre Lupe, sobre los Derechos Humanos y enseñandole a sus hijos con el ejemplo. Escuchando la Radio Venceremos y soñando conque Honduras no era un Paraíso de Pobres.
Con solo el Segundo Grado cursado, se ilustraba con lo mejor de la literatura revolucionaria que compartía con su sobrino Enrique y Julio Martínez.
Amaba Cuba por semejante grandeza de construir una Patria para todos y con puro esfuerzo fué a una Jornada de Trabajo Y Solidaridad con Cuba en donde conoció a La Revolución por dentro y regreso con la emoción de construir aquí lo que Cuba pudo.
El tío Chungo no murió, sigue alli junto a su altarcito. Cultivando la Fe de La Resistencia para "que no muriera la Esperanza"
Fuente: contragolpe.over-blog.es
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