Roberto Quesada, Diario Tiempo, 11 de enero de 2010
“Ganamos justicia más rápidamente si hacemos justicia a la parte contraria”: Mahatma Gandhi
Opinar en Honduras se ha convertido en antesala del infierno, hay quienes leen sin interpretar y oyen sin escuchar, con esa radicalización es difícil consensuar para encontrar el camino a la convivencia pacífica, misma que debe de tener su plataforma en la justicia social. No ha terminado de expresar una persona una idea o un criterio cuando ya es víctima de los ladridos de canes amaestrados para intimidar y luego buscar los huesos de la recompensa.
Necesaria aclaración la anterior porque voy a referirme a una entrevista que le hicieran al Lic. Ricardo Maduro, con quien, por cierto, siempre he tenido una buena relación y la vida nos ha hecho coincidir en varias oportunidades. Incluso, lo he defendido cuando ha sido víctima del látigo viperino de algún adversario político, como cuando una persona del Partido Liberal, ahora parte golpista, intentando que yo hiciera eco de lo que me confiaba, me contó que el asesinato del hijo de don Ricardo obedecía a un ajuste de cuentas entre la mafia… No terminé de escuchar a esta persona cuando le contradije y reprendí, cómo era posible no respetar el dolor de un padre y querer de allí extraer agua para su molino político.
En otra oportunidad fue cuando un conocido periodista me invitó a su programa, con el entendido de que el tema que trataríamos era el presidente Maduro, dando mi opinión sobre lo que éste había hecho. Como yo no sabía a qué se refería, le pregunté. Y me contestó: “¿Cómo que no sabés, abandonó por una semana la presidencia para ir a Italia a ver a su novia Aguas… Entonces riéndome, respondí: “El es el presidente, puede delegar funciones, hay tecnología para comunicarse y además es importante para cualquier país tener a un presidente enamorado”. Allí se acabó la invitación y el periodista me dijo: “Como vos sos igual que él de… (tunante, digámoslo así para evitar el coloquialismo catracho que usó el periodista), por eso te parece que no es nada grave”.
En el momento existe un sector del país, sobre todo el implicado en el golpe, que pretende salirse de la crisis con la negación de la negación. Tratan de fabricar que lo sucedido es parte del pasado e intentan mostrar una idílica Honduras (algunos/as se enojan conmigo porque les enfatizo cómo hablar de reconciliación con un presidente constitucional preso, uno de facto que no quiere irse y otro electo que está entre presiones del poder golpista y de esa inmensa masa popular conocida como Resistencia). Desgraciadamente la realidad les contradice, la situación de violencia en Honduras recrudece, es el caso de la muerte de la hija de la periodista Carol Cabrera por la delincuencia común o el reciente secuestro del hijo del periodista Eduardo Maldonado (y esto no lo leí en medios opuestos al golpe de Estado militar sino que en La Tribuna y El Heraldo). Y, por supuesto, sin olvidar el alto número de asesinatos a opositores al golpe de Estado militar y al gobierno de facto, asimismo los asaltos a casas de habitación, palizas, amenazas, etc. Nadie que realmente quiera a Honduras debe hacerse el ciego ante esta realidad.
La semana pasada escuchaba una entrevista realizada a don Ricardo Maduro, y una de sus respuestas me extrañó sobremanera, pues él es una persona muy inteligente, que ya ha pasado por la experiencia de ser presidente, no pude creer que él se refirió con desdén a las relaciones internacionales de Honduras, que Honduras no necesita de esas relaciones y que puede subsistir por sí misma, e hizo énfasis en el campesinado, refiriéndose lógicamente a la producción agrícola. Si hubiese venido de otra persona no le hago ni caso, pero sí de don Ricardo que es un hombre de mundo.
Hagamos una hipótesis con bastante tinte de ficción: los Estados Unidos es aislado por el mundo entero. Dicen que es la única potencia y el país más rico de la tierra. Los primeros días quizá ni se den cuenta de que están aislados, pero al paso del tiempo esa cantidad de aerolíneas varadas en los aeropuertos, sin enviar ni recibir vuelos internacionales. Los barcos detenidos en los puertos, la frontera con México y Canadá vacía y sola como vestido de novia tres décadas después. No existen más llamadas internacionales. Fedex, Ups y todas las agencias de envíos limitadas al intercambio nacional. Las armas detenidas en sus fábricas… Por supuesto que la potencia colapsaría en poco tiempo. Nadie, ni siquiera los Estados Unidos, puede vivir en la soledad absoluta.
Don Ricardo enfatiza en los campesinos para vivir en ese ensueño en donde prescindimos del mundo, 48 horas después de que él dijera eso, comandos armados de la policía y el ejército, así como paramilitares, desalojan a fuerza de balas y garrotes a más de seiscientas familias campesinas en el Bajo Aguán. Estos campesinos sólo añoran tierras que históricamente les pertenecen para trabajar, cultivar, alimentar al florecer la producción la vida de otras y otros. Entonces se desmorona esa utopía del amigo Maduro: el campesinado no puede sostener la economía nacional puesto que carece de tierras.
A lo largo y ancho de Honduras uno puede ver cantidad de tierras haciendo nada, que sirven apenas para sostener el rótulo de Propiedad privada. Entonces a esa solución que propone don Ricardo hay que darle otra solución, eso nos conduce a que urge en Honduras reformas que conduzcan a la equidad. Si es que realmente estamos pensando en una Honduras mejor en donde ricos y no tan pobres (pues la idea que anuncia Pepe Lobo es que la prioridad será favorecer a los pobres, por tanto es de suponer que desaparecerá la pobreza extrema), pues debe dejarse a un lado esa sordera político-ideológica y asumir la triste realidad de que somos un país pequeño, en crisis, y que esa utopía de que podemos vivir por sí mismos sin la asistencia internacional es una flor que nació marchita.
La multitudinaria manifestación de la Resistencia el 7 de enero hace más que evidente que nadie en su sano juicio puede ignorar esta nueva fuerza política. Continuar ignorándola es conducir en noche de tormenta por la autopista de la ingobernabilidad.
Nadie en el mundo quiere ya respaldar rompimientos abruptos de la constitucionalidad e institucionalidad, esta es una de esas pocas verdades irrefutables por las que no debe de respaldarse bajo ninguna circunstancia el golpe de Estado militar, tal como el perpetrado contra el presidente constitucional Manuel Zelaya Rosales, por llamar a una Consulta Popular no vinculante, porque si cuando el presidente Maduro dejó la presidencia por una semana para irse a Italia, el Congreso hubiese urdido un golpe técnico o de Estado en su contra, sin lugar a dudas de que hubiésemos defendido apasionadamente a Maduro en ese momento, porque defenderlo habría significado defender la constitucionalidad, la voluntad del soberano pueblo y, de paso, el amor.
Roberto Quesada,
Maduro piensa que vendiendo chatarra en jestereo, asi salvara a honduras, aqui estamos , bien fregados o bien jodidos como dicen en Honduras, muchos quedaron y otros ya estamos en vias de quedar sin trabajo, pero para los narizones, y panzones, los dueños de Honduras, aqui todo esta normal, como dice noti nada de radio progreso aqui no pasa nada, total si tenemos un nuevo heroe, que le planten su estatua que aqui mucha falta hacen los Urinarios publicos...yo por mi parte me apunto, porque seran largas las filas para hacerlo en los pies del dictador.
ResponderEliminarSi quieres conocer la conducta de Cain,,,acuerdate de micheleti "gorileti " bain
ResponderEliminarCuanto tiemmpo caminando,desde cuando caminando........voy buscando libertad, ojala encuentre camino para seguir caminando.
ResponderEliminarEs dificil encontrar en la sombra claridad, cuando el sol que nos alumbra descolora la verdad.
Desde cuando me habre ido..desde cuando caminando