Operación Milagro: Ejemplo de solidaridad
DORINDO JAYAN CORTEZ
“Desilusión”. Este fue el sentimiento que nos embargó al leer la noticia, en La Estrella de Panamá , sobre la eliminación de Operación Milagro, acuerdo de solidaridad internacional, mediante el cual los gobiernos de Cuba y Panamá dan tratamiento oftalmológico a la población pobre panameña. Campesinos, citadinos, pacientes de estratos medios, en algunos casos, salvaron o mejoraron su visión. Cataratas, tirillos, cirugías láser para glaucomas, estas dificultades, sin costo, fueron atendidas por médicos cubanos. El traslado y hospedaje en Veraguas eran totalmente gratuitos (las primeras atenciones fueron dadas en Cuba).
Cuando un programa como éste, realizado en Honduras, intentó ser eliminarlo la población enfurecida en manifestaciones de apoyo a las misiones de Cuba, es decir, a las tareas médicas llevadas a cabo, se opusieron —cercando el aeropuerto, incluso, logrando que el gobierno golpista de Micheletti diera pasos atrás. Ello se entiende como un acto de agradecimiento de la población que, sin programas como esos, estaría huérfana de atención. En Panamá no ha ocurrido lo mismo, pero no cabe duda de que la eliminación de tan importante programa deja una amarga sensación de desilusión que ojalá sea positivamente suplantada.
En Colón, solo en esta área del país, según hemos conocidos, no menos de tres mil colonenses recibieron sin ningún costo monetario los beneficios de tan bonito programa. Incluso, los beneficiarios ya curados formaron un Comité de Apoyo para ayudar a aquellos que, residiendo en lugares de difícil acceso, necesitaban de otras facilidades y así no perdieran la oportunidad ofrecida desde la Operación Milagro. La solidaridad entre países ha motivado la solidaridad entre los particulares, lo que es ejemplar y digno de reconocer.
El Ministerio de Salud, en la nota de prensa, informa que la Operación Milagro será reemplazada por el programa “ Visión 20 — 20 ”, y que, según dicen, no solo incluirá la parte preventiva, sino equipos para operación. Ojalá, que así sea. No debe privarse a la población pobre de iniciativas que sí son respuestas concretas a un mal de salud.
El Ministro de Salud ha reconocido la efectividad de Operación Milagro, dice que fue “ un trabajo muy bueno, de mucho éxito ” —no entendemos, entonces, por qué su eliminación, y al agradecer al gobierno cubano ese gesto, un gesto desprendido —agregamos nosotros, de solidarizarse con la salud, no con traernos armas, manifiestan haber solicitado, de ser necesario, mantener otro tipo de asesorías de parte de Cuba, país con la cual se mantiene excelente relación. Creemos que el aporte que hemos recibido de la hermana nación caribeña debe reconocerse en su justa dimensión. Cuba, con sus limitaciones económicas y bloqueo, aún así, sigue llevando adelante este tipo de apoyo de solidaridad humana con los pueblos latinoamericanos.
Estoy seguro de que los miles de beneficiarios, los que hoy miran el día y la noche, que abren sus ojos y captan el panorama en todo su esplendor, estarán de acuerdo en que el pueblo de Cuba, a través de su gobierno, merece nuestro reconocimiento, a los médicos que dispensaron las atenciones, en fin, hay que honrar las cosas buenas y exaltarlas. Y que veamos, con luces largas, con la proyección de una vista sana, como la tienen ahora miles de panameños y panameñas que fueron tratados, el significado del aporte que con sacrificio nos han dispensado.
Cuando un programa como éste, realizado en Honduras, intentó ser eliminarlo la población enfurecida en manifestaciones de apoyo a las misiones de Cuba, es decir, a las tareas médicas llevadas a cabo, se opusieron —cercando el aeropuerto, incluso, logrando que el gobierno golpista de Micheletti diera pasos atrás. Ello se entiende como un acto de agradecimiento de la población que, sin programas como esos, estaría huérfana de atención. En Panamá no ha ocurrido lo mismo, pero no cabe duda de que la eliminación de tan importante programa deja una amarga sensación de desilusión que ojalá sea positivamente suplantada.
En Colón, solo en esta área del país, según hemos conocidos, no menos de tres mil colonenses recibieron sin ningún costo monetario los beneficios de tan bonito programa. Incluso, los beneficiarios ya curados formaron un Comité de Apoyo para ayudar a aquellos que, residiendo en lugares de difícil acceso, necesitaban de otras facilidades y así no perdieran la oportunidad ofrecida desde la Operación Milagro. La solidaridad entre países ha motivado la solidaridad entre los particulares, lo que es ejemplar y digno de reconocer.
El Ministerio de Salud, en la nota de prensa, informa que la Operación Milagro será reemplazada por el programa “ Visión 20 — 20 ”, y que, según dicen, no solo incluirá la parte preventiva, sino equipos para operación. Ojalá, que así sea. No debe privarse a la población pobre de iniciativas que sí son respuestas concretas a un mal de salud.
El Ministro de Salud ha reconocido la efectividad de Operación Milagro, dice que fue “ un trabajo muy bueno, de mucho éxito ” —no entendemos, entonces, por qué su eliminación, y al agradecer al gobierno cubano ese gesto, un gesto desprendido —agregamos nosotros, de solidarizarse con la salud, no con traernos armas, manifiestan haber solicitado, de ser necesario, mantener otro tipo de asesorías de parte de Cuba, país con la cual se mantiene excelente relación. Creemos que el aporte que hemos recibido de la hermana nación caribeña debe reconocerse en su justa dimensión. Cuba, con sus limitaciones económicas y bloqueo, aún así, sigue llevando adelante este tipo de apoyo de solidaridad humana con los pueblos latinoamericanos.
Estoy seguro de que los miles de beneficiarios, los que hoy miran el día y la noche, que abren sus ojos y captan el panorama en todo su esplendor, estarán de acuerdo en que el pueblo de Cuba, a través de su gobierno, merece nuestro reconocimiento, a los médicos que dispensaron las atenciones, en fin, hay que honrar las cosas buenas y exaltarlas. Y que veamos, con luces largas, con la proyección de una vista sana, como la tienen ahora miles de panameños y panameñas que fueron tratados, el significado del aporte que con sacrificio nos han dispensado.
Fuente: laestrella.com.pa
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