Por Carlos Maldonado
A Sylvia Gereda Valenzuela:
Leyendo la columna de Sylvia Gereda Valenzuela de hoy jueves 9 de julio de 2009, “Vergonzoso rol de Insulza en OEA”, en la cual acusa a Miguel Insulza, primero, por no condenar el asesinato de Rodrigo Rosenberg y de más de 6,800 guatemaltecos. Yo me atrevería a decir que esos más de 6,800 ciudadanos realmente no le importan a la señora Gereda, sino son el relleno para no verse tan inhumana. El caballito de batalla no son ellos, sino lo hubieran sido desde mucho tiempo antes. No es en este gobierno donde ha habido muertos en la actual magnitud. El caballito de batalla es Rosenberg que es uno de los suyos.
Pero sigamos desentrañando lo vertido en la columna. Dice la señora Gereda repitiendo lo que dice una organización de esas internacionales, -UnoAmérica- me imagino una ONG que sabrá Dios quien la financia, que “durante el mandato de Insulza, la OEA se ha pervertido y desfigurado, convirtiéndose en una herramienta para apuntalar dictadores y para debilitar los factores democráticos de la región; contrariando su razón de ser y de existir”. Primero, ¿quienes serán esos dictadores? Caigo en la cuenta que, leyendo más adelante, como lo sospeché desde que leí el nombrecito de esa desconocida “organización” hasta ahora, por lo menos para mí, -UnoAmérica- los dictadores no son más que los que pertenecen a la Alianza Bolivariana para las Américas pues, ¡oh, sorpresa!, uno de sus directores, nos señala Gereda, es el escritor Álvaro Vargas Llosa quien según la columnista ha condenado al gobierno de Hugo Chávez por cosas que a dicha fundación le molesta. Son acrimonias propias del escritor que se revuelven con los mandatos del Imperio contra un gobierno cuyo único pecado ha sido desmarcarse de la influencia de Washington y haber dicho unas cuantas verdades que muchos periodistas no se atreven a decir.
Pero dice más adelante Gereda, -¿será portavoz ad honorem de esta organización?- que la OEA en vez de felicitar al presidente Uribe por matar a Raúl Reyes, para ellos el peor criminal del continente americano, le reclamó haber incursionado en territorio ecuatoriano. Creo mi deber, decirle a la señora Gereda que la OEA está para prevenir los conflictos entre naciones americanas no para aplaudir intromisiones en otros que podrían desencadenar, precisamente, en conflictos. Mucho menos, aplaudir muertes que infrinjan uno u otro bando.
Sigue diciendo la columnista que en abril de 2008, “en una audiencia ante el Congreso estadounidense, –contra lo cual me opongo por ser un congreso de un país miembro. Si esta fuera la modalidad, tendría que darse recuento ante los hemiciclos de Brasil, Nicaragua, México, la misma Venezuela, en fin de todos- Insulza negó que Chávez tuviese vínculos con grupos terroristas, pese a sus, ¿evidentes?, nexos con las FARC y con el gobierno forajido de Ahmanidejad. ¿Tiene pruebas UnoAmérica y la señora Gereda sobre estos nexos? Si las tienen hay que presentarlas en las instancias correspondientes pues la lengua larga a veces produce un efecto de boomerang. Por otro lado, le recuerdo a la señora Gereda que el gobierno de Ahmanidejad es un gobierno legítimamente instaurado, por tanto, no puede ser forajido pues ni anda huyendo de la ley ni anda errante. Es un estado soberano y si no les gusta Ahmnidejad a UnoAmérica y a la señora Gereda, no es de nuestra incumbencia ni tendríamos que aguantar los lectores sus agruras en los medios de comunicación. La realidad es esa y no otra.
Ahora bien, pero hay algo serio en la columna en mención. Es la posición golpista que destila la firmante en ella. En la misma dice que el pueblo hondureño sufre por haberse librado de un “presidente golpista”. ¿Los pájaros le tiran a las escopetas, ahora? ¿No?.
Que yo recuerde, los que dieron golpe de estado contra Zelaya, y por eso fue la condena unánime de la comunidad internacional, fueron el grupo de políticos encabezados por Micheletti y el ejército de ese país. Ellos, planificaron y llevaron a cabo el secuestro y expulsión del legítimo presidente electo de Honduras, cortaron servicios básicos y arremetieron contra la población provocando muertos y heridos y disminuyendo las principales garantías constitucionales al pueblo. ¿Son esas acciones humanitarias a favor del sufriente pueblo hondureño? O, ¿se trata de confundir a los lectores diciendo que ese puñado de golpistas representa al pueblo hondureño? Si es así, por qué grandes contingentes de personas, la mayoría pobre y humilde, acuerpan las manifestaciones contra los golpistas. ¿Será que no les salen las cuentas a los de UnoAmérica y la señora Gereda y creen que los golpistas son más? Por lo menos, lo que hemos visto a través de la cobertura total que tiene allá Telesur y otros medios alternativos, ante la incapacidad de CNN en español, es que el pueblo que está en las calles pidiendo la restitución de su legitimo presidente Zelaya es el que está siendo reprimido, el que está siendo golpeado, herido, torturado, desaparecido y muerto. No los golpistas y sus seguidores de blanco.
Por otro lado, si Hugo Chávez amenazó con enviar tropas a Honduras fue porque los golpista en su estupidez, secuestraron y golpearon al embajador de Venezuela, así como a los de Cuba y Venezuela. Eso en lenguaje diplomático es un acto de guerra. Si no confía en mis palabras, pregúntele señora Gereda, a un experto en relaciones internacionales.
Por último, acaba la columna de la señora Gereda, arremetiendo contra el Foro de Sao Paulo creada por Lula y Fidel como la instancia que aglutina a organizaciones de izquierda y que ahora agrupa a 15 presidentes. ¿Es eso un delito? No digo pues, la gente como Gereda se dan baños de democracia pero cuando las personas actúan fuera de los cánones que ellos piensan que son democráticos, por tanto los únicos, hay que, primero, señalarlos. Si esto no resulta, atacarlos en los medios como “tiranos”, “dictadores”, “ogros”, “desfasados”, “forajidos”, “violadores de la libertad”, en fin, muchos y variados epítetos. Aunado a esto, sugerir su bloqueo económico, su asfixia política, su ataque militar, acciones terroristas y dentro de lo mismo, si se mantiene incólume el pueblo agredido, acudir como en el caso de Honduras, por no traer a colación los innumerables ejemplos en Latinoamérica, al golpe de Estado. ¡Y, que viva la democracia de los golpistas! ¿Estos son los que nos tienen que enseñar de democracia a los pueblos? ¿Estos terroristas de las armas y las ideas? ¿Estos intransigentes e intolerables?
En otro parrafito argumenta que “…7 países de la región –ubicados en el Caribe- dependen del petróleo que les envía Venezuela”. Y, ¿que con eso? Cual es el dolor que eso les causa a UnoAmérica y a Gereda. Al contrario, debieran de alegrarse si dicen que están a favor de los pueblos. ¡Que bueno que se los venda Venezuela a preciso preferenciales y con menos costo del flete por estar más cercanos a ella! Realmente con este argumento, se percibe un ardor incoherente. ¿Quién no depende del petróleo en esta era? No hay combustible en el planeta que tenga tan alto grado de consumo como el petróleo. En lugar de estar perdiendo el tiempo apoyando golpes de Estado y provocando conflictos a los pueblos, la UnoAmérica y su portavoz en Guatemala, debieran de sugerir cómo salir de esa dependencia, en paz que es el único clima dentro del cual se pueden plantear estrategias para vivir mejor y más felices. En vez de estar argumentando que “el propio Insulza pertenece al Partido Socialista de Chile” como si esto fuera un delito debieran de poner sus barbas en remojo y darse cuenta que fuera de su burbuja, hay un mundo diferente al de las zonas rosas y los suburbios de lujo donde viven. Fuera hay un mundo de miseria y desigualdad que ellos han creado para poder, según sus creencias, estar lejos de la “chusma”, de esos descalzos y hediondos a sudor que son los que crean la riqueza en sus fábricas y en sus latifundios.
Creo que en lugar de achacarle a Insulza, las “graves actuaciones condenables y pedirle que sea cesado en su cargo”, UnoAmérica y Gereda, debieran de empeñarse en coadyuvar a crear un mundo más humano y digno, pues sus elucubraciones golpistas rayan en lo burdo, absurdo y torpe.
*Economista y Profesor en Historia por la USAC
Fuente: www.albedrio.org
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