Walter Orlando Trochez
El golpe de Estado cívico-militar sucedido en Honduras el 28 de junio pasado ha dado un vuelco brutal a la nueva perspectiva que se había abierto en el siglo XXI en América Latina. En efecto, la región estuvo sellada en los últimos diez años por la instauración de gobiernos de diferentes características cuyo denominador común es que significaron un cambio de rumbo respecto de las políticas neoliberales que alcanzaron su apogeo en la región en la última década del siglo XX. En muchos casos la forma parlamentaria asumida por los gobiernos de la región enmascaró hasta cierto punto la continuidad e identidad de las políticas sociales y económicas del neoliberalismo con las instauradas en la época de las dictaduras militares. La situación en Honduras vuelve a hacer manifiesta esa indisociabilidad entre las políticas sociales y económicas neoliberales y los intereses a cuyo servicio se perpetraron los crímenes de lesa humanidad por gobiernos de facto.
También vuelve a hacer manifiesto un dato más o menos disimulado por la retórica del “consenso” y la “tolerancia” a que se pretendió reducir la noción de democracia en el período subsiguiente a las dictaduras militares y guerras civiles que devastaron la región: no sólo la persistencia sino el rearme de los sectores civiles que recurrieron en otra etapa a las fuerzas armadas y de seguridad para imponer sus intereses, y que ahora combinan hábilmente su adaptación a los procedimientos democráticos con la conocida prepotencia e ilegalidad con que se imponen a poblaciones seminermes, semi cómplices. Sin ir más lejos, no es difícil ver en las fuerzas que sacaron ventaja en las elecciones legislativas en Argentina el mismo 28 de junio el apoyo, en algunos casos explícito, al golpe de Estado en Honduras, y una comunidad de intereses con el empresariado, las corporaciones mediáticas y la Iglesia Catolica y Evangélica que lo promovieron. A nuestros efectos es de destacar el explícito apoyo de la cúpula religiosa de Honduras al golpe cívico militar que el 28 de junio de 2009 impidió la realización de un plebiscito organizado por el gobierno legitomo constitucional y colocó en el Poder Ejecutivo a el Dictador Roberto y Micheletti.
Un comunicado de la Conferencia Episcopal de Honduras, firmado por los once obispos de la Iglesia Católica, justifica con supuestos fundamentos constitucionales el secuestro, la transitoria desaparición y expulsión del país del presidente constitucional: “las instituciones del Estado democrático hondureño están en vigencia y sus ejecutorias en materia jurídico-legal han sido apegadas a derecho…”. Además define la situación actual como “nuevo punto de partida para el diálogo, el consenso y la reconciliación…” Por otra parte, en consonancia con la reacción y declaraciones de los movimientos sociales, especialmente LGTTB, campesinos, indígenas, del país, no se hicieron esperar las reacciones de las distintas organizaciones, Lésbicas, Gay, Bisexuales, Transexuales, Travestis (LGTTB), organizaciones, redes y movimientos juveniles, organizaciones Afrodecendientes,organizaciones de mujeres, activistas y defensores de derechos humanos, organizaciones y redes de derechos humanos condenando el golpe de Estado y llamando a la solidaridad regional e internacional con el Estado de derecho y con las víctimas de la represión del gobierno de facto.
Las organizaciones, redes y movimientos LGTTB en resistencia por ejemplo; condenan “el golpe político militar contra el estado de Honduras con el apoyo financiero de los empresarios de la ultraderecha latinoamericana y norteamericana, la promoción de las corporaciones mediáticas nacionales, la protección del Ombudsman mercantilista Ramón Custodio del Comisionado Nacional de los Derechos Humano de Honduras (CONADEH) y la bendición de las Iglesias católica y evangélica” atraves de sus máximos representantes como es el mismo Cardemal Oscar Andres Rodríguez,monseñor Darwin Andino, Pasquel Rodríguez, Monseñor Garachana de la diócesis de San Pedro Sula, el pastor Oswaldo Canales actualmente presidente del Consejo Nacional Anticorrupción CNA, el pastor Evelio Pistero de la Iglesia Vida y pisto Abundante,el Pastor René Peñalba y el pastor Alberto Solórzano y los ancianos cofundadores de la Iglesia Evangélica CCI . Expresan su “apoyo irrestricto al regreso del orden constitucional en Honduras que pasa por la restauración de la democracia”, y exige “el cese de la represión que vivimos las y los activistas y defensores de derechos humanos, las organizaciones que nos manifestamos contra el golpe por parte de los cuerpos militares y policiales retirados responsables de los desaparecidos y desaparecidas de la década del 80 en Honduras comandados por el asesino Billy Joya.
“Por su parte la Asociación LGTTB Arcoiris y el Colectivo TTT de la Ciudad de San Pedro Sula, activistas y defensores de derechos humanos, denuncian que desde el pasado 29 de junio del año en curso horas anteriores que se había generado el Golpe de Estado se incrementaron los crimes de odio y Homofobia promovidos por la Cupula Religiosa Hondureña en complicidad con los Grupos Opresores como son la Fuerzas Armadas, la Secretaria Nacional de Seguridad, la Empresa Privada, los Grupos Próvida, el Opus Dei, Estos delitos ponen una vez más en evidencia los altos niveles de odio, estigma y discriminación contra personas de la diversidad sexual, lo que llamamos, homofobia, lesbofobia, bifobia, y sobre todo transfobia, de los que somos objetos las personas que tenemos una orientación sexual o identidad de género diferente a la del patrón de la norma heterosexual. En la ocasión de la pérdida de dos amigas más esta última semana, reiteramos que NO es ACEPTABLE que en estos últimos 4 meses, durante un tan corto periodo, hayan muerto de forma violenta cruel e inhumana 9 compañeras trans y compañeros gay, 6 de ellas/os en el sector de San Pedro Sula y 3 en la ciudad de
Tegucigalpa”.
Las y los mártires de la Comunidad LGTTB.
1. Viki Hernández 29 de junio, San Pedro Sula
2. Martina Jackson 30 de junio, Choloma
3. Fabio Zamora 05 de julio, Tegucigalpa
4. Héctor Maradiaga 11 de agosto, Tegucigalpa
5. Michelle Torres 30 de agosto, San Pedro Sula
6. Salomé Miranda 20 de septiembre, Choloma
7. Saira Salmerón 20 de septiembre, Choloma
8. Marión Lanza 09 de octubre, Tegucigalpa
9. Montserrat Maradiaga 11 de octubre, San Pedro Sula.
“Sépanlo bien: ni los corrompidos (corruptos) ni los impuros, ni los explotadores y explotadoras, que sirven al dios Dinero, tendrán parte en el reino de Cristo y de Dios”.
“Como revolucionario, estaré hoy, mañana y siempre en las primeras filas de mi pueblo, aún estando consiente que se nos podrá ir la vida”.
Walter Orlando Trochez
Activista y Defensor de los Derechos Humanos de Honduras
Y Latinoamérica sector (VIH y Sida, LGTTB, Juventud y Adolescencia, Niñez)
Fuente: www.movimientos.org
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario