Tegucigalpa, 29 nov (PL) Bajo un despliegue militar y policial sin precedentes, transcurren hoy en Honduras las elecciones convocadas por el régimen de facto que usurpó el poder tras el golpe de Estado del 28 de junio.
Unos 31 mil soldados y agentes, e incluso grupos paramilitares, fueron enviados a todos los municipios con motivo de las votaciones.
El régimen de Roberto Micheletti adquirió en Estados Unidos un camión blindado, por valor de 12 millones de dólares, para reprimir protestas, además de 10 mil granadas y cinco mil proyectiles de gas lacrimógeno, denunciaron organizaciones humanitarias.
"La compra de estos pertrechos, unida a la orden de despejar los hospitales, reafirma que nos enfrentamos a terribles presagios en estas elecciones espurias", advirtió el Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos de Honduras (COFADEH).
Este fin de semana soldados hirieron a tres jóvenes cuando el vehículo donde viajaban se acercó a un retén militar en las inmediaciones del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, en esta capital.
Uno de los heridos, Ángel Fabricio Salgado, recibió un impacto en la cabeza y su estado de salud es crítico, dijeron los médicos que lo atienden en el Hospital Escuela.
De acuerdo con testigos del hecho, los efectivos abrieron fuego sin ordenar antes la detención del auto y después limpiaron la escena del tiroteo.
Mientras, en la localidad de Siguatepeque un comando militar allanó las instalaciones de la organización "Red Comal", amenazó a sus empleados y revisó toda la documentación.
Cuarenta y cinco efectivos ingresaron a la fuerza a la sede, después de romper sus puertas, y señalaron que tenían la orden de "catear todos los lugares considerados peligrosos".
COFADEH condenó las acciones represivas y llamó a la comunidad internacional a adoptar acciones para contener esta barbarie.
Organizaciones humanitarias nacionales e internacionales se declararon en emergencia desde hace varios días ante la posibilidad de una escala de violencia sin precedentes durante los comicios.
El Frente Nacional contra el Golpe de Estado, que agrupa a varias organizaciones populares, llamó a la población a mantenerse en sus viviendas para resguardarse de las agresiones y abstenerse de votar para no validar la farsa electoral.
Sin embargo, en las regiones fronterizas con otros países las fuerzas de seguridad están obligando a los ciudadanos a trasladar las urnas y quienes se niegan a hacerlo son amenazados y reprimidos.
A pesar de las intimidaciones varias personas entrevistadas por la prensa manifestaron su decisión de no acudir a las urnas.
"No podemos ir a votar mientras nuestro presidente legítimo, electo por el pueblo (Manuel Zelaya), no esté de nuevo en la presidencia", dijo Carmen Rosales, vendedora ambulante.
En la jornada se deberá elegir al primer mandatario, tres vicepresidentes, 128 diputados y 298 gobiernos municipales.
Tanto Zelaya, como el Frente Nacional contra el Golpe de Estado, anunciaron su decisión de impugnar las elecciones por la falta de legitimidad y transparencia de un proceso convocado por los mismos autores del cuartelazo.
leg/car
Unos 31 mil soldados y agentes, e incluso grupos paramilitares, fueron enviados a todos los municipios con motivo de las votaciones.
El régimen de Roberto Micheletti adquirió en Estados Unidos un camión blindado, por valor de 12 millones de dólares, para reprimir protestas, además de 10 mil granadas y cinco mil proyectiles de gas lacrimógeno, denunciaron organizaciones humanitarias.
"La compra de estos pertrechos, unida a la orden de despejar los hospitales, reafirma que nos enfrentamos a terribles presagios en estas elecciones espurias", advirtió el Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos de Honduras (COFADEH).
Este fin de semana soldados hirieron a tres jóvenes cuando el vehículo donde viajaban se acercó a un retén militar en las inmediaciones del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, en esta capital.
Uno de los heridos, Ángel Fabricio Salgado, recibió un impacto en la cabeza y su estado de salud es crítico, dijeron los médicos que lo atienden en el Hospital Escuela.
De acuerdo con testigos del hecho, los efectivos abrieron fuego sin ordenar antes la detención del auto y después limpiaron la escena del tiroteo.
Mientras, en la localidad de Siguatepeque un comando militar allanó las instalaciones de la organización "Red Comal", amenazó a sus empleados y revisó toda la documentación.
Cuarenta y cinco efectivos ingresaron a la fuerza a la sede, después de romper sus puertas, y señalaron que tenían la orden de "catear todos los lugares considerados peligrosos".
COFADEH condenó las acciones represivas y llamó a la comunidad internacional a adoptar acciones para contener esta barbarie.
Organizaciones humanitarias nacionales e internacionales se declararon en emergencia desde hace varios días ante la posibilidad de una escala de violencia sin precedentes durante los comicios.
El Frente Nacional contra el Golpe de Estado, que agrupa a varias organizaciones populares, llamó a la población a mantenerse en sus viviendas para resguardarse de las agresiones y abstenerse de votar para no validar la farsa electoral.
Sin embargo, en las regiones fronterizas con otros países las fuerzas de seguridad están obligando a los ciudadanos a trasladar las urnas y quienes se niegan a hacerlo son amenazados y reprimidos.
A pesar de las intimidaciones varias personas entrevistadas por la prensa manifestaron su decisión de no acudir a las urnas.
"No podemos ir a votar mientras nuestro presidente legítimo, electo por el pueblo (Manuel Zelaya), no esté de nuevo en la presidencia", dijo Carmen Rosales, vendedora ambulante.
En la jornada se deberá elegir al primer mandatario, tres vicepresidentes, 128 diputados y 298 gobiernos municipales.
Tanto Zelaya, como el Frente Nacional contra el Golpe de Estado, anunciaron su decisión de impugnar las elecciones por la falta de legitimidad y transparencia de un proceso convocado por los mismos autores del cuartelazo.
leg/car
Fuente: Prensa Latina
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