Por Andrés Peñaloza Méndez
México, Distrito Federal, agosto 2009
El Teatro Esperanza Iris, ahora conocido como Teatro de la Ciudad, recinto emblemático de la capital de México, fue el escenario del encuentro de la solidaridad mexicana con el presidente José Manuel Zelaya Rosales.
Pletórico lució el hermoso Teatro de la Ciudad. El entusiasmo que se vivía dentro del recinto, avivado al son de la música latinoamericana y caribeña, se extendía al numeroso contingente de ciudadan@s que no tuvieron cupo pero que esperaron paciente y alegremente la salida del presidente hondureño.
Desde los años ochenta en que la solidaridad mexicana con las causas revolucionarias de Nicaragua, El Salvador y Guatemala vivió sus mejores momentos, conformando en la práctica un quinto frente de guerra, no se registraba una congregación tan multitudinaria y diversa de actores sociales, civiles y políticos en solidaridad con la lucha de un pueblo, como el día de hoy.
Sin duda los 38 días de resistencia del pueblo hondureño contra el golpe de estado ocurrido el 28 de junio pasado, ha suscitado una creciente admiración entre las organizaciones mexicanas, que han ido de menos a más en su coordinación para brindar la solidaridad al hermano pueblo catracho que hoy está en pie de lucha como en su momento Lempira y Morazán. En respetuoso reconocimiento se guardó un emotivo minuto de silencio en memoria de los ciudadanos asesinados por la cada vez más visible dictadura oligárquica-militar hondureña.
Lo que fue es teatro de operaciones de la intervención reageaniana y su “contra” (financiada con el tráfico y venta de droga por parte de la CIA) para desestabilizar al convulsionado istmo centroamericano en los años ochenta ahora es escenario de una heroica lucha de un pueblo otrora conservador y ahora adquiriendo una dimensión democrática y revolucionaria inédita en aquél país hermano.
Por eso el presidente Zelaya durante su intervención diría que los golpistas “se equivocaron de país, se equivocaron de pueblo y se equivocaron de siglo”.
Y ciertamente, los goriletis y sus apoyos soterrados en la ultraderecha americana, no calcularon la respuesta del pueblo y de sus organizaciones sociales, sindicales y populares que se han mantenido por 38 días en cotidianas movilizaciones. El presidente hondureño diría: “en el siglo XX se sucedieron cinco o seis golpes de estado los cuales eran incluso aplaudidos” pero en el siglo XXI la conciencia del pueblo en su derecho por ser parte de las tomas de decisiones lo lleva a resistir de diversas maneras. Los maestr@s quiénes se mantienen en paro desde el día siguiente del golpe, lo hacen bajo el siguiente razonamiento: “no podemos ir a las aulas escolares a enseñar a los niños como se hacen los golpes de estado ellos quieren enseñar como se revierten los golpes. Por eso están en las calles” destacaría Zelaya.
Para ilustrar el hecho de que la paciencia de los pueblos se agota, recordaría Zelaya el diálogo entre Madero y Zapata: mire General Zapata –diría Madero- es necesario que ustedes tengan paciencia, ustedes lucharon por tierra, pero hay que tener paciencia. Mire Presidente el maíz y los frijoles no se siembran con paciencia sino con tierra…
Hemos tenido paciencia pero esa paciencia tiene un límite. Por eso estamos decididos a resistir la opresión con la insurrección pacífica. Pues la gente debe ser llamada no sólo para elegir sino para decidir reflexionó Zelaya.
Visiblemente emocionado por el ambiente de fraternidad y confianza el presidente Zelaya develaría el compromiso asumido de Felipe Calderón de colocar el tema Honduras en la próxima reunión de Guadalajara con Obama y el premier canadiense para revertir el golpe de estado.
La respuesta de los asistentes fue inmediata: a Calderón no le creas; es espurio como Goriletti; Obrador, Obrador…
Zelaya entonces tuvo que reaccionar aludiendo a un decir del peruano Haya de la Torre diciendo que “hay veces en que es mejor sentirse presidente que serlo … y eso se lo digo a Andrés López Obrador…”
El acto concluyó con la interpretación por parte de Liliana Felipe y Jesusa Rodríguez de la canción: “nos tienen miedo por que no les tenemos miedo” contagiado Zelaya solicita de nuevo el micrófono y entona su voz “nos tienen miedo por que somos genuinos…”
Red Mexicana de Acción frente al Libre Comercio
Alianza Social Continental
Bia´lii, Asesoría e Investigación, A.C
Andrés Peñaloza Méndez
Fuente: www.movimientos.org
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