Lo que viene en adelante es una obviedad, una boludez que seguro ya todos saben. Me dio ganas de ponerlo acá, por auténtica bronca, indignación, rabia y todas esas cosas que le pasan a usted, un buen tipo.
Por Boris Miranda
El viernes se cumplieron dos meses de un golpe de Estado. Sí, un golpe con todas las letras que se ganó el repudio de todo el mundo. Rechazo que no movió un pelo de los golpistas en todo este tiempo. Y 60 días después, obvio, el tema ya no es cosa de todos los días, no está en las primeras planas, la gente tiene cosas que hacer, TeleSur no puede seguir la noticia las 24 horas como las primeras semanas, los blogs tienen que hablar de otra cosa, los presidentes tienen países que gobernar, etc.
Cuando alguien le preguntó sobre la importancia de la acción de la región para la restitución del Estado de derecho en su país, la canciller hondureña, Patricia Rodas, una verdadera warmi valiente, calificó la actuación de los países del continente, de los bloques regionales y de la diplomacia global como imprescindible. Lo dijo acá, en La Paz, en medio festejo del Bicentenario, con cuatro presidentes en el cuarto de al lado que minutos antes habían expresado, en fuertes discursos, su solidaridad militante con la democracia hondureña. Rodas, muy probablemente, es una de las mujeres más remarcables del continente, pero además es política y es Canciller.
¿Quiénes son los de siempre, aquí, allá y en todas partes? Althusser hablaba de un Estado con sus aparatos ideológicos y aparatos represivos. Le faltó espacio para enumerar a todos los famosos “poderes fácticos”. Parece que con ésos mejor no hay que meterse, porque si no, fuiste. ¿Qué pasa cuando el Poder Judicial, el Congreso, las Fuerzas Armadas, la Iglesia y los empresarios te bajan el pulgar? Hasta ahí llegaste.
¿Y qué pasa cuando Unasur, Mercosur, OEA, ONU, UE, Comunidad Andina e incluso Ciudad Cohetillo te bajan el pulgar? Pues los puedes mandar a la reputamadrequelosreparió si tienes a los otros a tu favor. Miren a Honduras, el Gobierno de los hijos de puta está bloqueado a todo nivel diplomático y su administración del Estado es compleja por ese motivo, pero igual siguen ahí. Meten a tipos presos, expulsan embajadores y dictan toque de queda cuando se le canta. Siguen ahí, como buenos caraduras.
La diplomacia puede ser todo lo democrática y solidaria que quieran, pero no deja de ser eso, diplomacia. En estos casos muy lejos no vamos a llegar con diplomacia, no le va a ganar a los de siempre. Sólo la gente le gana a los de siempre, en ella yo confío, aunque probablemente no lo logre ahora. Zavaleta dijo hace rato que, para los pueblos, conocerse es ya casi vencer. Que así sea, y que los hondureños puedan torcer un cuento que, para pesar de todos, anotó un nuevo golpe de Estado en su historia. Les toca encontrarse y, cuando toda esta mierda pase, animarse a irrumpir.
¿Vieron que sí iba a escribir una obviedad?
Fuente: www.iglesiaviva.net
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