viernes, 31 de julio de 2009

NUEVAS PROTESTAS REPUDIAN REPRESION Y PIDEN RETORNO DE ZELAYA

Una multitud de manifestantes recorrió hoy las calles de Tegucigalpa en repudio a la represión que ayer dejó centenares de detenidos y heridos, varios graves, ante quienes habló Xiomara Castro, esposa del depuesto presidente Manuel Zelaya, mientras que la OEA suspendió hasta la semana próxima la sesión en que tratará nuevamente la crisis de Honduras.

Miles de manifestantes se reunieron en la capital y otros puntos del país, gritando "asesinos" a los miembros del régimen de facto, luego de la represión de ayer, la más violenta desde el 28 de junio, día del golpe de Estado, y en reclamo de la restitución de Zelaya en la presidencia del país, informó la agencia noticiosa italiana ANSA.

La primera dama de Honduras, Xiomara Castro, habló ante la multitud reunida en la capital y exigió a los golpistas poner fin al toque de queda, los retenes militares y la represión al pueblo, y propuso marchar con la gente al Congreso para presentar un recurso de amparo en ese sentido.
"Los golpistas se equivocaron, porque creyeron que cuanto más reprimieran, golpearan y dispararan, el pueblo iba a atemorizarse, a esconderse", dijo, citada por la agencia cubana Prensa Latina.

En tanto, el presidente Zelaya denunció la represión del régimen de facto contra su pueblo y advirtió sobre la posibilidad de una "violencia generalizada", si continúa el golpe de Estado.
"O se revierte el golpe o viene la violencia generalizada", dijo Zelaya en una entrevista al canal 4 de la Televisión nicaragüense, donde llamó a la comunidad internacional a aplicar sanciones más fuertes contra la dictadura.

Por otra parte, el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, postergó hasta la semana que viene la sesión de hoy sobre Honduras para esperar la postura que adoptará el presidente de facto, Roberto Micheletti, con respecto al acuerdo propuesto por el mediador costarricense Oscar Arias.

Micheletti insistió hoy en que el derrocado presidente Zelaya "bajo ninguna circunstancia" volverá al poder en Honduras y calificó de "intromisión" en los asuntos internos de su país la reunión que mantuvo en Managua el embajador estadounidense en Tegucigalpa, Hugo Llorens.
"No puedo hacer comentarios sobre algo de lo que no tengo conocimiento, pero si ustedes están seguros de eso y saben que (el embajador) se ha reunido con él (Zelaya) para hacer eso, es una intromisión", dijo Micheletti a los periodistas que lo consultaron sobre el encuentro de hoy entre Llorens y Zelaya.

"El señor embajador está cometiendo un grave error si está haciendo eso, pero si no, no deja ser más que un comentario", agregó Micheletti, según informan los diario El País, de España, y de Las Américas, de Estados Unidos.

"Nosotros no queremos interferencia de ningún país en los asuntos de Honduras", expresó de manera desafiante Micheletti.

"Si él (Zelaya) quiere ir a los tribunales, bienvenido sea porque lo están esperando, pero si quiere venir a tomar posesión del gobierno, bajo ninguna circunstancia", agregó Micheletti.

"Si hay una solución donde yo tengo que retirarme, lo hago con todo gusto, pero que tampoco Zelaya regrese a Honduras, menos como gobernante", aventuró el presidente de facto.

"Si él (Zelaya) en un momento se sale de esa montaña (de la frontera entre Nicaragua y Honduras) donde está haciendo de guerrillero y se presenta aquí y no sigue con estas cosas, entonces yo con gusto acepto una `tercería` para que no haya problema. Yo quiero paz en mi país", expresó.

Una `tercería` implica que una tercera persona asuma el poder, en vez de Micheletti o Zelaya.
La represión de ayer en la ruta panamericana en El Durazno, 20 kilómetros al norte de Tegucigalpa, dejó al menos seis heridos y 88 detenidos, según la policía, mientras que el Frente de Resistencia contra el golpe cifró en 72 los lesionados, varios de ellos de gravedad, y más de un centenar los arrestados.

"Mientras más quieran reprimir, hacer daño, mientras más quieran evitar que la gente se exprese, más personas salen y quieren hacer justicia en nuestro país. Por eso estamos aquí", aseveró la primera dama.

Castro, quien estuvo durante cinco días con su familia en un retén cerca de la frontera con Nicaragua (El Paraíso) no pudo reencontrarse con Zelaya porque las fuerzas de seguridad le impidieron hacerlo acompañada los cientos de simpatizantes que la rodeaban, aseguró que "vamos a seguir en la lucha".

Por otra parte, el Centro Carter de Estados Unidos se declaró hoy "profundamente preocupado" por la posibilidad de una escalada de violencia en Honduras y llamó a "trabajar de buena fe para alcanzar una solución a la crisis política de ese país.


Fuente: www1.elpatagonico.net - Telam



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