En EE.UU. marcharon exigiendo nuevas reformas migratorias, mientras que en Europa y Asia se reclamó el cese de las medidas de austeridad y mejores condiciones de trabajo
REDACCIÓN INTERNACIONAL, mayo 1.— Millones de personas alrededor del mundo salieron a las calles este Primero de Mayo, unos a celebrar la efeméride y otros a protestar y exigirle a sus respectivos gobiernos que respete sus derechos laborales y humanos.
El reclamo de una reforma integral de las leyes migratorias en Estados Unidos y que se detengan las deportaciones de inmigrantes ilegales, fueron los temas centrales de las marchas protagonizadas por los norteamericanos en varias ciudades de esa nación.
Agrupaciones sindicales, civiles y de inmigrantes tomaron las calles de Minneapolis, Seattle, Spokane, Yakima, Olimpia, Nueva York, San Diego y Los Ángeles, entre otras urbes, para exigir al Congreso regularizar la situación de al menos 11 millones de indocumentados residentes en el país norteño.
Importantes manifestaciones en países latinoamericanos
En Argentina, la presidenta Cristina Fernández expresó su solidaridad «con todos los trabajadores del mundo que hoy atraviesan horas difíciles y tristes». En su cuenta de la red social Twitter, Fernández reiteró además el compromiso de su Gobierno de «seguir batallando por un mundo diferente, donde el trabajo vuelva a ser el gran organizador social», dijo AP.
Cientos de trabajadores, legisladores de todos los partidos políticos, ministros y el vicepresidente Danilo Astori, entre otros, se reunieron el miércoles en la Plaza Mártires de Chicago de Montevideo (Uruguay) para conmemorar el Día del Trabajadores.
En Paraguay unas 2 000 personas marcharon por el centro de Asunción, la capital, sin que se reportaran incidentes, según reportes de la policía. El líder sindical Juan Torales, de la Central Nacional de Trabajadores paraguayos, advirtió que el presidente electo Horacio Cartes «responde al modelo neoliberal en el que el mejor sindicato es aquel que no existe».
Torales criticó el proyecto de Cartes de impulsar la unión de inversionistas privados con las empresas públicas: «Ese proyecto es simplemente la privatización de los entes pertenecientes al pueblo».
En San Salvador, millares marcharon para exigir el cumplimiento de varias demandas sociales y el aumento del salario minino. Una de las marchas, organizada por sindicatos y organizaciones sociales, llegó hasta la Plaza Salvador del Mundo, donde los trabajadores entregaron un pliego de demandas y propuestas al hoy vicepresidente del país y candidato presidencial del izquierdista Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional a las venideras elecciones, Salvador Sánchez Cerén.
Los trabajadores hondureños celebraron el Primero de Mayo con marchas y concentraciones para exigir al Gobierno un cambio de rumbo ante el aumento de la violencia, la pobreza y el alto costo de la vida.
Dolores Valenzuela, miembro de la Confederación de Trabajadores de Honduras, afirmó que la situación del país es lamentable y esto se debe principalmente a la ineptitud del Ejecutivo, cuyas estrategias de campaña venden promesas basadas en el problema de moda, aunque nunca resuelven ninguno cuando están en el poder.
Trabajadores brasileños salieron también a las calles para conmemorar la efeméride y demandar la reducción de la jornada semanal a 40 horas sin afectar los sueldos, convocados por la Central Única de Trabajadores (CUT), Fuerza Sindical y Central de Trabajadores y Trabajadoras de Brasil (CTB).
La fuerza sindical convocó a sus afiliados a reunirse en la Plaza Campo de Bagatelle, en el norte de Sao Paulo, para demandar, en medio de música y baile, mayor apoyo del Gobierno a sus reivindicaciones y el aumento de salario mínimo, fijado este año en 330 dólares.
En otras ciudades importantes como Río de Janeiro, Porto Alegre, Belo Horizonte, Recife, Fortaleza y Salvador se efectuaron igualmente actos y concentraciones, en las cuales los proletarios exigieron la reducción de la jornada laboral semanal.
Miles de chilenos, dijo EFE, salieron a las calles de Santiago para conmemorar el Día Internacional del Trabajo y exigir una reforma tributaria, un nuevo sistema de pensiones y una nueva regulación laboral, en una marcha empañada por graves disturbios.
Los enfrentamientos entre manifestantes con el rostro cubierto y la policía que los enfrentó con gases lacrimógenos y carros lanza agua, empañaron la multitudinaria marcha convocada por la Central Unitaria de Trabajadores para conmemorar el Día del Trabajo.
En su discurso, la presidenta de la Central Unitaria de Trabajadores, Bárbara Figueroa, condenó la represión policial al acto convocado por esa organización, e insistió en que los trabajadores lucharán por un salario mínimo equivalente a 531 dólares. También convocó a un paro nacional para el venidero 11 de julio.
Manifestaciones en Europa contra la austeridad y la desigualdad
Una Europa golpeada por el desempleo se manifestó este miércoles en el Día de los Trabajadores contra las políticas de austeridad, al tiempo que en Asia denunciaban las pésimas condiciones laborales que imperan en algunos de sus países.
Tanto en Grecia como en España, los dos países del sur del continente donde el desempleo bate todos los récords —afectando a más del 27 por ciento de la población activa—, miles de personas se manifestaron convocados por los sindicatos.
«6 200 000 parados, no a la austeridad», «más democracia, menos austeridad», «esta austeridad arruina y mata», se podía leer en pancartas que portaban los participantes en la marcha organizada en Madrid, una de las 82 que convocaron los sindicatos en toda España para poner en evidencia el fracaso total de las políticas de austeridad, apuntaron los organizadores, dijo AFP.
«La inseguridad prevalece entre los jóvenes. No hay nada que anime a seguir estudiando», dijo en Atenas Yorgos Tavoularis, un estudiante griego de 21 años.
Unas 13 000 personas, según la policía, se manifestaron en Atenas y Salónica, en un momento en que el país está sometido a drásticos recortes en salarios y pensiones y sufre su sexto año consecutivo de recesión.
Mientras tanto, en Lisboa miles de personas marcharon contra las políticas de austeridad impuestas desde hace dos años por la troika compuesta por la Unión Europea, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Central Europeo. «¡Fuera, troika!», «¡FMI, go home!», se leía en pancartas desplegadas en el centro de la ciudad.
En Rusia, el presidente Vladimir Putin, en coincidencia con las celebraciones por el 1ro. de mayo, entregó cinco condecoraciones de Héroe del Trabajo en ceremonia solemne —transmitida por la televisión rusa— que se celebró en el palacio Konstantinov en San Petersburgo.
«Cada uno de ustedes es la riqueza de nuestro país», dijo refiriéndose a los homenajeados el mandatario que, en marzo pasado, anunció la reintroducción del título Héroe del Trabajo retomando una práctica en desuso desde la época soviética. Este —añadió— «es un paso hacia el renacimiento y la salvaguarda de las tradiciones del país y de fuertes vínculos entre distintas épocas y generaciones».
En tanto, casi dos millones de personas participaron en las marchas por el Primero de Mayo, en más de mil ciudades de Rusia, con reclamos de mejores salarios y un control sobre las tarifas de los servicios públicos, destacó PL.
Como es tradicional, desfilaron por separado los partidos políticos, representados en el Parlamento, las agrupaciones minoritarias, con reivindicaciones propias, movimientos sociales y los gremios, en una jornada que, para muchos, fue una expresión de las principales preocupaciones de sectores populares.
Simpatizantes y miembros del gubernamental partido Rusia Unida y del Frente Popular de Rusia, que respaldan al presidente Vladimir Putin, marcharon con el eslogan «Por una vida digna».
El líder del partido Comunista de la Federación de Rusia, Guennadi Ziuganov, encabezó el desfile de miles de personas con banderas rojas de la agrupación y de la extinta Unión Soviética, y lemas de solidaridad con la causa de los trabajadores y por el socialismo.
En Alemania, los sindicatos realizaron en el Día Internacional del Trabajo alrededor de 400 manifestaciones en varias ciudades, en las cuales participaron más de 425 000 personas que rechazaron claramente el neofascismo y exigieron la elevación de impuestos para los ricos.
El sindicato del partido nacionalista Istiqlal (PI), que forma parte del Ejecutivo marroquí, sacó en Rabat, Marruecos, a miles de personas a la calle para participar en una manifestación cuyo eje principal fue la crítica contra el Partido Justicia y Desarrollo (PJD), que lidera la alianza gubernamental, reportó EFE.
Combativas protestas en Asia
Trabajadores de Indonesia, Camboya, Filipinas y otras naciones desfilaron en masa y denunciaron su marginación por las grandes empresas y el encarecimiento de la vida. Asia es el centro fabril de algunas de las mayores compañías multinacionales del mundo.
Miles de empleados del sector de la ropa confeccionada se manifestaron en Bangladés pidiendo mejores condiciones de seguridad laboral y que sean condenados a muerte los propietarios del edificio Rana Plaza, que se derrumbó recientemente y causó la muerte a centenares de trabajadores del sector textil.
En Indonesia, el cuarto país más poblado del mundo, las manifestaciones obreras pidieron mayores salarios y cambios en el sistema de contratación de trabajadores, entre otras demandas.
Algunos empuñaron carteles que decían «Sentencien a muerte a los corruptos y confisquen sus propiedades», además de fustigar un plan que permitiría al Gobierno reducir las subvenciones a los combustibles.
Varios miles de personas protestaron en Hong Kong, incluyendo los obreros portuarios, quienes llevan en huelga un mes y reclaman mejores condiciones de trabajo y aumentos salariales para compensar las reducciones de años anteriores.
En Turquía hubo violentos enfrentamientos cuando los manifestantes que desfilaban intentaron forzar las barreras policiales en el principal centro de Estambul, la Plaza Taksim. Las autoridades dijeron que hubo 20 detenciones y algunos heridos.
En Camboya, más de 5 000 obreros del sector textil desfilaron en Phnom Penh, exigiendo mejores condiciones de trabajo y aumentos salariales.
La clase obrera siria celebró su día afectada por un conflicto armado que sigue cobrando, después de dos años, la vida de innumerables trabajadores.
La televisión estatal comentó que aunque es una jornada de celebración, este Primero de Mayo reviste condiciones particulares, cuando el país enfrenta una guerra en la cual intervienen bandas mercenarias apoyadas, financiadas y armadas por gobiernos regionales y de occidente, apuntó PL.
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