La calle de acceso a la aldea El Ocotillo fue tomada por los pobladores, que colocaron piedras y quemaron llantas para evitar el paso de vehículos.

Pobladores de la aldea El Ocotillo se tomaron ayer la calle principal de acceso al lugar para exigir a las autoridades de la 105 Brigada de Infantería que retiren a los más de 300 soldados que desde hace 13 días se instalaron en el lugar, como parte de la operación Relámpago, por considerar que cometen abusos de autoridad.
Pobladores aseguran que les violan sus derechos
Según los denunciantes, los soldados realizan retenes policiales y bajan y registran a los pasajeros de las unidades de transporte público, hasta en dos ocasiones, sin importar si son hombres, mujeres y hasta personas de la tercera edad.
Además, detienen a los jóvenes y les aplican maniobras físicas de tortura (como doblar los dedos hacia atrás) para que confiesen si son miembros de pandillas. Wilmer Paredes, miembro del patronato, afirmó que los militares no respetan ni a los pastores de las iglesias, a quienes desvisten para verificar que no porten armas de fuego.
“Quieren que toda la gente esté en sus casas durmiendo a las siete de la noche, como si fuera que estamos en toque de queda que ni a la iglesia podemos ir”, expresó Paredes.
“A la gente que le encuentran un celular le piden factura de compra y si no la anda se los decomisan”, denunciaron.
Miguel Ángel Guifarro, presidente del patronato, dijo que están pidiendo a las autoridades de la 105 Brigada de Infantería que los retiren de la aldea pues consideran que con la posta policial es suficiente.
“Sabemos que la aldea tiene mala fama por la violencia que ha imperado aquí en el pasado, pero eso ha cambiado. Aquí se reportan muertes, pero son personas que les han quitado la vida en otro lugar y aquí las vienen a botar”.
Los residentes de El Ocotillo se tomaron la calle por varias horas y anunciaron que tomarán nuevas medidas de presión para que los militares salgan del lugar.
Reacción
El comandante de la 105 Brigada de Infantería, coronel Carlos Discua Valle, afirmó que el personal no será retirado de la zona y que los operativos continuarán por tiempo indefinido, hasta que lo ordene el alto mando policial.
“Este mismo operativo se ejecutó en las colonias El Carmen y la Unión y los resultados fueron exitosos. Cada operativo es inspeccionado por oficiales y suboficiales y nada se hace fuera de ley”, citó.
Dijo que la protesta de los vecinos se debe al decomiso de una motocicleta robada y drogas que se realizó el fin de semana, y en el cual se detuvieron a varias personas. “La protesta la ejecutaron unas 150 personas, entre familiares y amigos de las personas que se requirieron y que fueron puestas a la orden de las autoridades de la Dirección Nacional de Investigación Criminal (DNIC)”, concluyó.
Sépalo
9 colonias componen la aldea El Ocotillo. La población total se estima en 11 mil personas.
Son aproximadamente 300 los miembros del Ejército que han sido instalados en la aldea El Ocotillo como parte de operación Relámpago. Miembros del patronato, con pancartas en mano, exigieron la retirada de los miembros del Ejército por considerar que abusan de su autoridad al maltratar a la población.






Tegucigalpa.
Se preguntó “qué será que los incendios en los centros penitenciarios solo son por la noche cuando los privados de libertad están bajo llave, qué casualidad porque si se da en el día es posible prevenir esta catástrofe, y qué casualidad que los que custodian esos centros y que tienen las llaves son los primeros en salir corriendo y no abren para que la gente salga y se salve, eso se ha dado en SPS, El Porvenir y Comayagua, eso debe ser sujeto de una investigación profunda”.
Periodistas que la abordaron le consultaron si esto traerá demandas internacionales y ella respondió que todo privado de libertad es responsabilidad del Estado que está bajo su protección, “si se tratara de demandas está asegura, pero no se trata de eso sino cómo hacemos esfuerzos comunes para que se tenga respeto por la vida, podrían lloverle demandas al Estado, pero debemos hacer un esfuerzo para hacer políticas en materia de derechos humanos, cómo podemos hacerlo para recobrar el respeto de todas las personas que es tan fundamental”.



