Tegucigalpa, 19 nov (PL) El ex presidente hondureño Manuel Zelaya condenó el asesinato de cinco campesinos en el Valle del Aguán y expresó su profundo pesar y solidaridad a las familias de las víctimas.
"Las acciones asesinas contra el pueblo, en cualquier parte de la geografía nacional, no pueden quedar impunes", dijo Zelaya en una carta publicada hoy en el sitio digital del Frente Nacional de Resistencia Popular.
El lunes último guardias privados del empresario Miguel Facusse acribillaron a balazos a los labriegos Ignacio Reyes, Teodoro Acosta, Siriaco Muñoz, Raúl Castillo y José Luis Sauceda, miembros del Movimiento Unificado de Campesinos del Aguán (MUCA).
El múltiple crimen ocurrió en el norte del país, donde existe un conflicto desde hace varias décadas cuando poderosos empresarios se apoderaron de manera fraudulenta de las fértiles tierras del Valle del Aguán.
Dirigentes del MUCA, de la Plataforma Agraria y de organizaciones humanitarias advirtieron que el principal detonante de la violencia es la falta de voluntad del gobierno para solucionar el conflicto agrario.
"El problema aquí es la lucha de clases. Si no se entiende así, no se puede entonces comprender, ni sentir, la necesidad de los cambios en Honduras", declaró Bertha Oliva, coordinadora del Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos.
Honduras es uno de los países con más alto índice de desigualdad en cuanto a desarrollo humano, según un informe publicado hoy aquí.
En este país uno de cada 100 productores concentra la tercera parte de los mejores terrenos, mientras que 375 mil pequeños agricultores no tienen donde cultivar.
Como resultado de la inequidad 60 por ciento de los hondureños viven bajo la línea de pobreza, problema acentuado en el área rural donde el índice se eleva al 65,4 por ciento de la población.
Fuente: Prensa Latina - arc/car
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