sábado, 20 de noviembre de 2010

Frente Amplio o Partido Liberal… Partido Liberal o Frente Amplio

Beatriz Valle


En el mes de marzo de 2010 escribí un artículo de opinión titulado “BIPARTIDISMO: MONOPARTIDO VOCERO DE LA OLIGARQUÍA”

Hoy estamos en noviembre y ante este dilema que algunos pretenden mantener vivo, ratifico el señalamiento que ambos partidos tradicionales son responsables en gran medida, por los males que vivimos, ya que estos nunca han representado la voluntad de las mayorías, sino que son y han sido mandaderos de la oligarquía. Este hecho puede narrarse de distintas formas, con miles de ejemplos sin encontrar una sola voz medianamente razonable que pueda refutarlo.

¿Cuál es la responsabilidad que comparten ambos partidos tradicionales por la situación que hoy vivimos los hondureños y hondureñas?

El fenómeno bipartidista no es casual: ¿Qué es lo que han hecho los Partidos Tradicionales en Honduras durante los últimos treinta años? ¿No ha sido seguir al pie de la letra, sin protesta, las políticas neoliberales impuestas por el Consenso de Washington (elaborado en Washington sin consultar con los países que serían castigados por las oprobiosas medidas de ese plan)?

Los gobernantes de Honduras al igual que los de las demás naciones, que fueron chantajeados inicialmente por el presidente Reagan y los que le sucedieron en la Casa Blanca, para implementar la política neoliberal utilizando el bipartidismo como instrumento, tienen a sus pueblos sumidos en la miseria,  pagando un precio altísimo que equivale a niveles vergonzosos de pobreza, endeudamiento impagable y desigualdad.

Manuel Zelaya Rosales, llevado al poder por el Partido Liberal, al intentar dar un giro con el fin de cambiar esta difícil situación, fue removido del poder por las cúpulas de ambos partidos tradicionales por la fuerza, con el agravante de que fueron viejos lobos liberales, los que dieron la cara, cuando la conspiración retrógrada y antidemocrática fue gestada por los dueños de ambos partidos, Nacional y Liberal. Este golpe de Estado, para los que hubiésemos tenido duda, dejó muy claro el nefasto papel que ha jugado el bipartidismo en la vida nacional de Honduras.

Aún ahora, después de que todos conocemos estos hechos, algunos antiguos militantes del Partido Liberal insisten en su pretensión de “rescatar” al Partido Liberal, mientras escuchamos a la base liberal renuente, porque entiende mejor que la dirigencia lo que aquí ha pasado en los últimos treinta años. Dos partidos, el Liberal con un leve maquillaje, pero que en el fondo, son el mismo grupo de conservadores cuya única diferencia son algunas de las consignas de Ramón Villeda Morales; Modesto Rodas Alvarado y Zúñiga Huete (todos conservadores) con sus milicias eternamente jóvenes, cuando lo que tiene el Partido Liberal son las milicias eternamente presentes, con su progenie, queriendo la tajada que siempre han tenido del pastel que se llama Honduras.

Es natural que la oligarquía a la que siempre han servido estos partidos tradicionales, celebre y apoye a estos grupos que con curitas quieren pegar un Partido que fue destruido por hombres y mujeres liberales, cuyo amor a la corrupción, al dinero, al servilismo les pudo más que el amor que decían profesar a su partido (no hablaríamos jamás de amor a la patria). Y nos quedamos espantados al escuchar a los liberales en contra del golpe de Estado, hablar sobre el momento en el que nos “tendremos que reconciliar” con los mismos que destruyeron y entregaron al partido que ellos dicen amar… tampoco voy a mencionar a la patria porque es notorio que en estos liberales en contra del golpe de Estado, es más poderoso el afán por rescatar al partido y continuar promoviendo el nefasto bipartidismo junto a corruptos y traidores, que su deseo por cambiar las cosas de verdad, porque esa ha sido siempre la forma de hacer política en Honduras. Como muy bien me lo señalara una amiga, ex diputada, ante mi cuestionamiento por la inclusión de corruptos y traidores en sus mesas de trabajo, “la política es cálculo” a lo que yo repliqué “qué pena que en esa fórmula no se puedan incluir algunos  valores…”.

Ese error de “cálculo” costará enormemente a muchos líderes honestos y honorables que no pueden desprenderse, ya que el golpe de Estado ha cambiado completamente la forma en la que se debe hacer política. Las demandas y reclamos que hoy hace el pueblo hondureño por un adecentamiento de la política y sus actores; no más componendas; liderazgos no sólo carismáticos, sino morales y las propuestas genuinas de cambios profundos, no cosméticos, son reales. No podemos continuar evadiendo los procesos históricos naturales que se dan en todas las naciones, llegó la hora de encararlos. La competencia hoy no sólo es contra el Partido Nacional, es contra los enemigos del cambio,  enemigos del pueblo y corruptos que están en todas partes.

Apoyemos el Frente Amplio, conducido por Manuel Zelaya Rosales, en el que cada quien retiene su identidad, pero que abre espacios para nuevas formas de pensar, de conducir y de actuar, y cuyo auténtico propósito es la refundación de Honduras. El que ama la patria de verdad, el que es progresista de verdad, sabe que puede competir en cualquier arena y sabrá asumir ese reto. Los demás quedarán rezagados por la historia, olvidados y condenados por no haber tomado la decisión valiente y oportuna de rescatar la patria en vez de pretender revivir al muerto… que bien matado está.

¡Un buen gallo, en cualquier gallinero canta!


Fuente: tiempo.hn

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