Mario Casasús
En entrevista con defensoresenlinea.com Melissa Córdova (1982), hija de Eliseo Córdova Aguilar (1955-1988), detenido desaparecido después de su jornada laboral en la Vicepresidencia de la cooperativa del Sindicato de Trabajadores del Instituto Salvadoreño del Seguro Social (STISS); la periodista y actriz salvadoreña habla de la necesidad de recuperar la memoria histórica: “En el país se nos cerró la puerta de la historia, cuando yo era estudiante del colegio preguntaba cosas y sólo me decían la ‘historia oficial’, donde Alfredo Félix Cristiani era el ‘gran héroe’ –por haber firmado los Acuerdos de Paz-, cuando todos sabemos que él fue uno de los más crueles asesinos y represores en el tiempo de la guerra y lo sigue siendo. Las y los jóvenes debemos conocer las historias de los héroes anónimos, de los desaparecidos”.
MC.- Si bien estudiaste periodismo de investigación, ¿por qué a partir de 2007 comienzas a recuperar tu identidad y las historias de la militancia política de Eliseo Córdova?
-Siempre hubo una búsqueda, el problema es que cuando a mi papá lo desaparecen -en 1988- se pierden totalmente los vínculos, porque mi mamá no estaba involucrada con nada de la lucha social salvadoreña, se da la desaparición forzada de mi papá y se pierde la comunicación, mi mamá fue a levantar la denuncia, incluso ante las radios, lo buscó entre los presos, pero nadie supo decirle nada sobre él; se quedó como un caso aislado, hasta que fui creciendo me comenzaron a contar cosas, sobre la militancia política-sindical de mi papá y voy entendiendo el panorama, siempre fui muy preguntona, quería saber la realidad de la década de 1980; todavía no decidía qué estudiaría si periodismo o derecho, siempre enfocada en la búsqueda de recuperar la identidad de mi papá. De hecho, mi mamá no sabía tanto de la vida política de papá, él la había mantenido clandestina, por seguridad, así que comencé a investigar todo lo que pude sobre los detenidos desaparecidos.
MC.- ¿En qué circunstancias el Estado detiene y desaparece a tu papá?
-La detención de mi padre fue el 12 de julio de 1988, alrededor de las 5pm, cuatro hombres encapuchados lo secuestran en el parqueo de nuestra casa, se lo llevan al Cuartel de la Policía de Hacienda, lo mantienen ahí por 2 meses, nadie se da cuenta de que estuvo preso ilegalmente, en el centro policial lo torturaron, y desde septiembre de 1988 se desconoce su paradero.
MC.- ¿Confrontó o reconfortó a tu familia la búsqueda que iniciaste en el año 2007?
-Lo primero que hice fue reunir a mi familia para hablar de la vida política y la desaparición de mi papá, organizamos un acto de conmemoración por los 20 años de su ausencia física en el 2008, recordamos su vida; logré que incluyeran el nombre de mi papá en el Mural de los Detenidos Desaparecidos de El Salvador, busqué la reivindicación de la militancia política y sindical de Eliseo Córdova Aguilar, sobre su clandestinidad durante la lucha salvadoreña.
MC.- La investigación de la Comisión de la Verdad en El Salvador, ¿derivó en un proceso jurídico para responsabilizar al Estado por la desaparición de tu papá?
-Es un caso que sigue abierto, se declaró como violación a los derechos humanos del Estado, Eliseo Córdova no andaba armado, su papel era de denuncia, mi papá estaba expuesto ante los medios de comunicación de la época, cuando se desempeñaba en la Vicepresidencia de la cooperativa del Sindicato de Trabajadores del Instituto Salvadoreño del Seguro Social (STISS). El Estado salvadoreño no ha querido poner de su parte para continuar con el esclarecimiento de los crímenes de lesa humanidad, todo ha quedado impune, nadie dentro del Estado hace nada, por más que nosotras estemos exigiendo Justicia, si el Estado no colabora en cumplir las recomendaciones de la ONU y aplica una Ley de Amnistía de facto, no podremos ni siquiera conocer dónde están enterrados los desaparecidos.
MC.- Después del 2007, ¿comenzaste a relacionarte y compartir experiencias con las COMADRES e H.I.J.O.S. de los detenidos desaparecidos en El Salvador?
-Fíjate que realmente no, todavía no me involucro, antes no tenía la certeza de muchas cosas, ahora que conozco la realidad sobre la vida de mi papá he comenzado a luchar por la memoria histórica. Entré en contacto con Gloria Anaya Jiménez –a su papá, Herbert Anaya, lo asesinó la policía un año antes, en 1987-, hicimos catarsis con otros compañeros.
MC.- ¿Cuál es la importancia de la participación de las y los jóvenes en los procesos de reconstrucción de la memoria histórica?
-En el país se nos cerró la puerta de la historia, cuando yo era estudiante del colegio preguntaba cosas y sólo me decían la “historia oficial”, donde Alfredo Félix Cristiani era el “gran héroe” –por haber firmado los Acuerdos de Paz-, cuando todos sabemos que él fue uno de los más crueles asesinos y represores en el tiempo de la guerra y lo sigue siendo. Las y los jóvenes debemos conocer las historias de los héroes anónimos, de los desaparecidos, ¿quién contará la historia de las madres que recuerdan hasta la ropa que traían puesta sus hijos antes de la desaparición forzada?, ¿quién leerá las cartas que enviaron los exiliados?, ¿quién acompañará a las madres de los militantes del FMLN caídos en combate?, ni siquiera los medios de comunicación cuentan estas historias, ni en los colegios, la Universidad de El Salvador es la única que se permite abrir espacios; algunos jóvenes argumentan que el pasado de la guerra no les afectó, porque no fue en su tiempo, o porque no habían nacido, pero claro que la guerra y el terrorismo de Estado sí nos afectó a todos.
MC.- Háblanos de tu tesis universitaria, ¿abordaste exclusivamente la memoria histórica?
-No, desarrollé mi tesis sobre periodismo cultural, también soy actriz de teatro.
MC.- Finalmente, ¿en dónde publicas tus reportajes sobre memoria histórica?
-Estoy trabajando en un programa radiofónico: “Conexión comunitaria”, uno de sus ejes es la memoria histórica, salimos al aire todos los jueves, en la Red de Radios Comunitarias de El Salvador (ARPAS). Y a título personal, sigo compilando testimonios e información no sólo sobre la vida de mi papá, también sobre la vida de otros desaparecidos, para que se cuenten sus historias y veamos qué ha sucedido desde la década de 1980 a la actualidad. La memoria histórica es mi proyecto de vida.
Fuente: Defensoresenlinea.com
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