domingo, 14 de noviembre de 2010

Joven detenido por policías aparece ejecutado en las afueras de la capital

Dina Meza
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El cuerpo de Kevin tenía quemaduras de cigarrillo y golpes, además de los balazos.
Kevin Alberto Carías Silva (19), apareció ejecutado de disparos en su cabeza,  con las manos atadas hacia atrás y con evidentes señales de torturas, horas después de ser detenidos por policías de investigación y de la Policía Nacional,  a eso de las ocho y media de la noche del jueves recién pasado, según denuncia de sus familiares ante el Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras, COFADEH. Los  relatos de varias personas señalan que la noche del jueves, varias patrullas policiales y carros de la Dirección Nacional de Investigación Criminal, DNIC, llegaron a la colonia Ramón Amaya Amador e iniciaron una cacería contra cualquier persona que circulara en las calles de esa comunidad, minutos antes un policía y un joven habían muerto a balazos en un enfrentamiento.
Kevin se encontraba en un pasillo aledaño al hecho sangriento y en el relato los testigos manifestaron que él venía caminando hacia su casa cuando fue enchachado, capturado y subido a un carro de la DNIC, siendo llevado con rumbo desconocido.
Dos menores entre ellas una joven fue detenida y golpeada salvajemente, mientras otros dos más fueron llevados, como responsables de la muerte del agente de policía, "pero no tenían por qué detenerlos porque en el hecho entre el policía y el joven nadie más intervino", señaló una persona del vecindario que solicitó el anonimato por temor a ser otra víctima mortal.
La madre de Kevin fue avisada de la detención de su hijo y de inmediato inició la búsqueda, primero llegó a la posta de policía de su colonia, la Ramón Amaya Amador, allí no le brindaron ningún tipo de información sino que los agentes la interrogaron desde quién era hasta dónde laboraba.
"Después me fuí al CORE 7 -Policía Metropolitana Número Uno- tampoco me dieron información sino que me dijeron búsquelo en la morgue y me dieron en un papelito un número, el cual corresponde a la morgue, una corazonada me invadió y me desplacé para allá, entré donde están los muertos y me dijeron que habían dos desconocidos, y allí estaba mi muchachito", dijo entre sollozos, mientras recordaba que su hijo se graduaría este año de Bachiller en Salud Comunitaria.
El joven apareció en un lugar solitario en las afueras de la capital, en la carretera que conduce hacia el departamento de Olancho, con las manos maniatadas hacia atrás, con balazos en su cabeza y con señales de crueles torturas.
Las informaciones de dos medios de comunicación, daban cuenta del hecho sangriento en la colonia Ramón Amaya Amador con versiones policiales de la detención de dos jóvenes a los que acusan de ser los responsables de la muerte del agente de policía, pero no mencionaron la detención del joven Kevin.

El velorio de Kevin estaba desierto, los vecinos no llegaron por temor a correr la misma suerte que el muchacho.
El terror se ha apoderado de los vecinos de la Ramón Amaya Amador, el pavor a ser asesinados tal como pasó con Kevin les hace guardar un profundo silencio que incluso les obstaculizó acompañar el velatorio de Kevin que se llevó en una iglesia católica donde llegaron pocos familiares muy cercanos.
Bertha Oliva, Coordinadora del COFADEH señaló en el Programa Radial Voces Contra el Olvido, de esta organización y que se transmite los sábados en la noche, que tienen suma preocupación por las característica de este crimen contra el joven Kevin y el terror que la policía intenta establecer en el país con el fin de que todo mundo se llame al silencio y se desmovilice, "pero hay que tener esperanzas, hay que luchar y no dejar que nos lleven al sitio donde ellos quieren tenernos".
Hizo memoria de todas las luchas que como familiares de detenidos desaparecidos han librado desde los años 80 , tales como campañas de desprestigio; amenazas; persecusión; vigilancia, entre otros.

Fuente: Defensoresenlinea.com

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