Ante la ignominiosa y bárbara escalada de terror y muerte impuesta desde el 28 de junio de 2009 y continuada bajo el espurio regimen de Porfirio Lobo Sosa y sus secuaces, misma que ahora toma la forma de amenazas de muerte contra los compañeros Carlos H. Reyes y Manuel Zelaya Rosales -ambos miembros y líderes indiscutibles, junto a otros compañeros y compañeras, del FNRP-, en mi condición de ciudadano hondureño, escritor y militante del FNRP, declaro ante el pueblo hondureño, ante la comunidad internacional y, especialmente, ante los señores y señoras que propiciaron, ejecutaron y apañaron el golpe de Estado y que aún se mantienen como parte de un sistema usurpador en las instituciones del Estado hondureño:
1. Que repudio y condeno enérgicamente toda forma de amenaza, lesión y crímen surgido de sus enfermas cabezas anacrónicas y capitalistas, contra los compañeros Carlos H. Reyes, Manuel Zelaya Rosales o contra cualquiera de los millones de hombres y mujeres que conformamos el FNRP, principal e irrefrenable fuerza política y social de Honduras.
2. Que me solidarizo de manera voluntaria, pública y convincente con los compañeros hoy amenazados -Carlos H. Reyes y Manuel Zelaya R.-, de la misma manera en que lo hago con todos los familiares de las víctimas de la dictadura romeovásquez-michelettista y su bastardo hijo, Pepe Lobo.
3. Que la unidad de lucha del FNRP no será socavada con actos cobardes como el de amenazar e incluso continuar asesinando hombres y mujeres dignos del FNRP, cuyo único "delito" a los ojos de los opresores oligarcas es el de luchar por una Honduras más justa en la que todos y todas tengamos la oportunidad de decidir sobre nuestro destino como personas y nación.
4. Que me mantengo en resistencia e insurrección, amparado en el Artículo 3 de la Constitución de la República, y junto a millones de compatriotas, hasta lograr la instalación de una Asamblea Nacional Constituyente Popular que redacte y apruebe una nueva Constitución, como paso fundamental para la refundación de Honduras.
5. Que me reservo el derecho de ejercer las acciones judiciales y ciudadanas que me permiten las leyes nacionales, internacionales y la defensa de los Derechos Humanos, en el tiempo y lugar que considere conveniente, contra los delitos de lesa humanidad, lesa cultura y lesa patria a que dieren lugar las acciones de quienes desde el 28 de junio de 2009 usurpan cargos, funciones y representación no emanada de la legitimidad del pueblo hondureño.
Tegucigalpa, MDC, 22 de mayo de 2010
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